Tan solo 3 días después que las directivas del Olympiacos hicieran oficial la destitución del español Carlos Corberán como director técnico del equipo, se dio el anuncio oficial del nuevo entrenador que tomará las riendas de la plantilla y que espera llevarlos nuevamente a los torneos más importantes del viejo continente.
Mientras que el volante colombiano James Rodríguez se encuentra concentrado con la selección Colombia en Estados Unidos preparando sus partidos amistosos ante Guatemala y México, la cúpula del club heleno hizo oficial el nombramiento de Míchel González como nuevo entrenador del equipo.
Míchel se convirtió en el segundo entrenador español de Rodríguez en lo que va de carrera y dentro de sus primeras declaraciones como director de orquesta de los Rojiblancos, González dio a entender que el colombiano tendrá una buena participación en el equipo afirmando que: “Nos esperan buenas tardes con James y Marcelo, seguramente dejarán un buen legado en el club. Son personas que enseñan a competir, respetando al rival siempre”
Justamente con el nombramiento, salió a relucir el debate sobre la posibilidad de que el cucuteño sea parte fundamental del juego de González y para poder llegar a una conclusión, su perfil fue punto principal de análisis. El estratega ibérico inició su camino como director técnico profesional, teniendo su primera experiencia con el Rayo Vallecano en el año 2005.
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Para el año siguiente el timonel se haría cargo de la división inferior del Real Madrid, el Castilla. Durante el tiempo que estuvo allí lideró al equipo en 42 encuentros, acumulando un promedio de 1.17 puntos por partido. Luego de esta etapa se convirtió en la principal cabeza del proyecto deportivo del Getafe desde el año 2009 a 2011, siendo esta su experiencia más larga con un club.
Con el Geta, González firmó un desempeño aceptable, acumulando un promedio de 1.38 puntos por partido y ganándose la oportunidad de probar con el Sevilla para 2012, uno de los equipos más reconocidos del país. Allí solo dirigió por una temporada luego de no cumplir con las expectativas esperadas, aunque demostró seguir mejorando en sus estadísticas personales, cerrando su etapa con el Sevilla con un promedio de 1.45 puntos por partido.
Posteriormente, entraría en el episodio más exitoso de su carrera. Las puertas griegas del Olympiacos le dieron la bienvenida en 2013 y con dos años en el equipo heleno, tras haber dirigido 90 partidos y acumulado un sorprendente promedio de 2.26 puntos por partido, Míchel salió campeón de dos Super Ligas de Grecia y una Copa, firmando así sus primeros títulos en su carrera.
Luego saldría de Grecia para dirigir al Olympique de Marsella, Málaga, Pumas de México y Getafe nuevamente, para finalmente aterrizar en el hogar donde fue más querido. El punto que más resalta en su trayectoria es que en todos los equipos que dirigió, sus plantillas contaron con un ‘10′ en el mediocampo que sirvió para crear constantemente jugadas de peligro.
Este esquema podría volver a ser utilizado por González, lo que le entregaría a James la tranquilidad de poder contar constantemente con minutos de juego, incluso iniciando desde el arranque. Su dúo y buena relación con el brasileño Marcelo también podrían ser fundamentales para que el colombiano sea una pieza fundamental de los helenos.
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