Este jueves 15 de septiembre la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) informó que un oso de anteojos se escapó de la reserva natural Bioparque Wakatá de la Fundación Parque Jaime Duque, en el municipio de Tocancipá. El animal, también conocido como oso andino, estaba en cuarentena en una zona especial cuando se registró su salida imprevista.
El animal rompió las mallas de seguridad del lugar donde permanecía y salió hacia la zona boscosa del parque. Según la Fundación Parque Jaime Duque, es zona se encuentra limitada por cercas que la separan de los predios vecinos, por lo que allí podría estar el animal.
“Biólogos de la entidad se encuentran desde el día jueves haciendo un rastreo por las zonas cercanas al parque, especialmente el área de bosque denso hacia la que se dirigió el individuo”, explicó la CAR.
La CAR precisó que el individuo es un macho adulto de 180 kg que fue reubicado hace aproximadamente 15 días en la reserva Wakatá, luego de ser rescatado en el departamento de Santander, por la misma entidad. El oso de anteojos estaba en “condiciones críticas de dependencia humana que le impedían vivir por sí mismo en su ecosistema natural”, manifestó la corporación en un comunicado de prensa.
La entidad pidió a la comunidad aledaña estar alerta e informar de inmediato a las autoridades en caso de ver al oso andino. También recomendaron no ofrecerle comida ni atacarlo, para que pueda regresar a la reserva natural en las mejores condiciones.
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Aumenta la población de osos de anteojos en Huila
Según el informe más reciente de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), los osos de anteojos consiguieron aumentar su población, por lo menos en el departamento del Huila, específicamente sobre el río Las Ceibas de Neiva.
El oso andino es reconocido por su pelaje oscuro, normalmente negro y con algunas manchas en parte de su cara y pecho. Su medida varía dependiendo de su sexo: los machos alcanzan una altura de hasta dos metros, mientras que las hembras de 1,6 metros.
Actualmente, se tiene conocimiento del oso andino en países como Perú, Bolivia, Venezuela, Ecuador y Colombia, en donde suelen frecuentar por la cordillera de los Andes, en bosques y páramos. Se dice que existen cerca de 18 mil individuos adultos en todo el mundo y Colombia cuenta con cerca de 5.000.
Biólogos profesionales que integran el colectivo de monitoreo comunitario Cacique Candela de Neiva y trabajan de manera mancomunada junto con la CAM observaron a varios ejemplares con la ayuda de cámaras que fueron instaladas en las zonas rurales donde normalmente habitan. Los equipos de vigilancia tienen el propósito de preservar, cuidar e identificar su comportamiento, espiando los senderos que suelen transitar y los tipos de alimentos que consumen.
“Logramos identificar cuatro individuos, aumentando el número de osos identificados para esta zona que hasta la fecha registran 10 individuos diferentes en este sector del departamento”, explicó la bióloga Katherine Arenas. Esto lo lograron gracias al manejo articulado de la conservación de la biodiversidad y del proceso que adelanta en la zona el grupo de monitoreo comunitario Cacique Candela.
El hallazgo de más ejemplares de este mamífero dejó muy buenas sensaciones en el colectivo de monitoreo comunitario. El estado en el que fueron observados los animales fue favorable, las condiciones biológicas y corporales son positivas, y en el entorno en el cual se encuentran tienen acceso a buena hidratación y alimentos como frutas dulces y carnosos.
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