La agenda dominical del presidente Gustavo Petro estuvo centrada en Estados Unidos: en horas de la tarde llegó a Nueva York para realizar un encuentro bilateral con el secretario general de la ONU Antonio Guterres y más tarde, tenía previsto tener una reunión con la comunidad colombiana que reside en ese país.
Durante el encuentro, el jefe de Estado mencionó la crisis que viven miles de personas que, por diferentes situaciones, llegan a aquella nación norteamericana en calidad de migrantes ilegales, sufriendo la persecución y malas condiciones laborales.
Al respecto, dijo que “No éramos los colombianos amantes de irnos de nuestras propias montañas, de nuestro mar, nuestros pueblos, nuestra comida y nuestra cultura. No éramos amantes de surcar los mares, de ver qué había más allá, pero la simple realidad de la violencia, pululando por doquier, destruyendo la existencia, fue construyendo una diáspora recorriendo el conjunto del planeta llenando de colombianos y colombianas los más extraños lugares del mundo”.
Incluso, calificó su presencia y discurso como “extraña”, pues no se estaba dirigiendo a sus connacionales desde su nación natal, sino desde el distrito neoyorkino de Queens, y luego de una ovación, afirmó que “bajo estas nuevas realidades, que son las de este siglo, porque nos tenemos que ver más como seres humanos que como una parte atómica de él, tenemos que variar una serie de circunstancias”.
Acto seguido, fue tajante al manifestar que las embajadas y los consulados no pueden entregarse como cuota política o “por derecho familiar y casi hereditario”, sino que deben ser liderados por gente trabajadora. En ese sentido, mencionó ante las cientos de personas que lo acompañaron, que por ese motivo fue designada a Leonor Zalabata como representante de Colombia ante la ONU.
Por su parte, el viceministro de Relaciones Exteriores Francisco Coy celebró el encuentro entre el primer mandatario y la comunidad colombiana en Nueva York, liderado por “Personas trabajadoras e incansables, muchas sostienen su hogar en el exterior y otro hogar en Colombia” como lo manifestó en su cuenta de Twitter.
De igual manera, al término de su reunión se refirió a los acercamientos que ha tenido el Gobierno nacional, a través del Alto Comisionado para la Paz Danilo Rueda, con grupos residuales de las extintas Farc, como el Frente Primero, así como los cuestionamientos recibidos desde diversos sectores políticos.
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Al respecto, el mandatario dejó en claro que “la paz siempre será criticada. No he escuchado en algún momento de la historia de Colombia en donde yo haya podido observar procesos de paz que no se critiquen”, enfatizando que, en cambio, lo que más se debe criticar es la guerra y su continuación en el país.
El presidente Petro también señaló que si en el actual gobierno una dejación de las armas por parte de los actores armados ilegales, “estaremos construyendo una gran nación”.
Respecto del inicio de los diálogos con la Segunda Marquetalia, Petro Urrego los calificó como “balbuceantes” y aclaró que por el momento se están nombrando los negociadores de diversas organizaciones, algunas con conocimiento de procesos de paz llevados a cabo durante el gobierno de Juan Manuel Santos.
Sobre esto, resaltó que “entre las cartas que he recibido, me llama la atención el que ya se está vinculando el tema de la revitalización de la selva amazónica a las tareas de la paz. Me parece que ese es un punto clave que nunca fue tomado en cuenta”.
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