Uno de los temas más relevantes para el gobierno liderado por Gustavo Petro es la transformación de la política antidrogas, tanto a nivel nacional como internacional. En varios escenarios, el presidente ha planteado que pese a los esfuerzos que se han hecho por décadas a través del prohibicionismo, los Estados han fracasado y por eso ha hecho el llamado a comenzar a pensar esta política desde la regulación.
Incluso, en su discurso de posesión mencionó que se debe crear una nueva convención internacional que acepte el fracaso de la lucha: “En una nueva convención internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado rotundamente, que ha dejado a un millón de latinoamericanos asesinados, la mayoría asesinados durante estos últimos cuarenta años y que deja 70 mil norteamericanos muertos por sobredosis cada año por drogas que ninguna se produce en América Latina”.
En este sentido, y aprovechando se que se encuentra en territorio norteamericano, exactamente en Nueva York, Petro en compañía del Vicecanciller, Francisco Coy y el Embajador de Colombia en Estados Unidos, Luis Guillermo Murillo, le planteó al senado de los Estados Unidos la necesidad de un cambio del enfoque de la política de drogas a nivel mundial.
En este sentido, el mandatario colombiano habló de como durante los próximos años se buscará hacerle frente al narcotráfico y la reducción de cultivo de uso ilícito:
“Colombia tiene la intención de reducir los cultivos de coca, pero no con el énfasis en lo militar, sino en la generación de condiciones para que los campesinos encuentren alternativas rentables a la coca”.
Y teniendo en cuenta que el país norteamericano es uno de los aliados más cercanos del país, el presidente pidió a los funcionarios que extendieran su apoyo a la protección de Amazonas, que en los últimos años ha sufrido las consecuencias de la tala debido a la siembra de estos cultivos y la presencia de grupos armados, además, de que pedir la ayuda para la reforma rural integral, que se está liderando y sigue los parámetros del acuerdo de paz firmado en el 2016.
“El mandatario colombiano puso sobre la mesa una colaboración con Estados Unidos, que tenga énfasis en la protección de la Amazonía y la reforma rural integral”, se lee en un comunicado de la Casa de Nariño.
El nuevo gobierno ha mencionado varios cambios que se hará a la política actual contra el narcotráfico, por ejemplo, contrario a lo que venía haciendo Iván Duque, este buscará eliminar por completo la fumigación aérea con glifosato.
Por otro lado, se dio se buscará brindar atención a las personas adictas desde la prevención y la atención en salud con ayuda de los recursos del gobierno de los Estados Unidos: “(EE.UU.) realizó el lanzamiento de tres programas de gran beneficio para Colombia, destinados a fortalecer las capacidades de los profesionales en adicciones para que mejoren el tratamiento en esta materia e implementen buenas prácticas para prevenir el consumo”, enfatizó el gobierno del país norteamericano.
En esta misma línea, el gobierno buscará apoyar los tránsitos de los que se acojan a los proyectos de Penis para hacer erradicación manual y cambiar los cultivos de coca por otro producto agrícola. El oficial Henry Armando Sanabria Cely le aseguró a El Tiempo que en la lucha contra el narcotráfico, la institución busca “garantizar la no afectación a las personas que deben menos en este tema del tráfico de drogas y avanzar con decisión contra las redes criminales”.
Además, se buscará la legalización del uso recreativo de la marihuana, sin embargo, en el caso de la cocaína se buscarán otras alternativas. Esto podría abrir un nuevo campo económico en el país y dar fin a la producción ilegal, pues acabaría con la demanda a la que responden los grupos de narcotráfico.
SEGUIR LEYENDO