¿Conoce el mito de subir a Monserrate con su pareja? Aquí le contamos de qué se trata

Cuentan los lugareños que cuando una pareja sube al famoso cerro ubicado al oriente de Bogotá, cosas extrañas pasan en su relación

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Dicen que quienes suben al Cerro de Monserrate terminan con sus parejas. En Infobae le explicamos lo que dicen de este mito urbano.  Foto: Colprensa-Luisa González.
Dicen que quienes suben al Cerro de Monserrate terminan con sus parejas. En Infobae le explicamos lo que dicen de este mito urbano. Foto: Colprensa-Luisa González.

El Cerro de Monserrate guarda varios mitos y leyendas urbanas, además, de ser un centro de peregrinación al que centenares de bogotanos y visitantes suben a diario para conocer lo que esconde la emblemática Basílica del Señor Caído y Nuestra Señora de Monserrate, también se ha convertido en punto de referencia en el que grupos de personas se ponen cita para ejercitarse en las mañana.

Desde arriba, los turistas se toman algunas fotografías con el paisaje bogotano en el que a lo lejos se alcanza a apreciar, cuando el clima lo permite, la pista del aeropuerto El Dorado, en ocasiones, el Nevado del Ruíz y cómo una selva de cemento se levanta hasta donde la capacidad de la vista permite ver el confín de la ciudad.

Sin embargo, son diversas las historias que se escuchan sobre el emblemático cerro y, por estos días de amor y amistad, se tejen en torno a las parejas que suben a Monserrate, por lo que tiempo después terminan su relación. Incluso, hay quienes se atreven a afirmar que suben tomados de la mano y bajan completamente distanciados.

El sendero peatonal de Monserrate ha sido testigo, al parecer, de varias rupturas amorosas por el mito urbano acerca de que quien sube con su pareja, termina tiempo después.
El sendero peatonal de Monserrate ha sido testigo, al parecer, de varias rupturas amorosas por el mito urbano acerca de que quien sube con su pareja, termina tiempo después.

Recientemente, la Alcaldía de Bogotá se atrevió a preguntar a los ciudadanos si en plena celebración del Día de Amor y Amistad se atreven a subir acompañados de su pareja o le tienen miedo al mito. Por esta razón, buscaron a Leidy Díaz, quien pertenece al Instituto Distrital de Turismo como guía y contó algunas de las anécdotas que ha escuchado las veces que ha acompañado a turistas y locales en el ascenso al santuario.

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Hay muchas versiones y creencias populares sobre este tema. Una de ellas es que se cree que las personas que están comprometidas con su pareja o quizá se quieran casar, suben a Monserrate y si esta persona no les conviene o no es la indicada, definitivamente se separan. Por otro lado, hay quienes dicen que si la persona es la correcta en la vida de alguien y suben a Monserrate, van a permanecer juntos toda la vida”, afirmó Leidy Díaz, al portal informativo de la Alcaldía de Bogotá.

(Foto: Pixabay)
(Foto: Pixabay)

El hecho es que esto no ha podido ser confirmado o desmentido, sin embargo, son distintas las personas quienes creen en este mito, por lo que prefieren abstenerse de subir al lugar acompañados de su pareja. Leidy contó una de las anécdotas que conoció con respecto a este tema cuando se encontraba en el punto de información arriba del cerro:

Alguna vez una persona se acercó y me pidió que le prestará electricidad para conectar un bafle porque le iba a dar un concierto a la novia de su amigo que estaba abajo en la taquilla para subir; él tenía un ramo de flores y después de esperar mucho tiempo, nunca subieron los enamorados. Según el amigo que estaba arriba, la pareja se había peleado en la taquilla; no alcanzaron a subir y terminaron su relación”, afirmó Leidy Díaz.

Y agregó: “Son muchos mitos frente a este tema y hay otros tantos alrededor de la figura del ‘Señor Caído’, que es el monumento principal de este lugar por el que más fe tienen los creyentes en Bogotá y dicen que al intentar bajarlo se pone más pesado”.

Pero esto no es lo único que se escucha sobre el cerro, pues se dice que la iglesia está construida sobre un volcán dormido, que a la imagen del Señor Caído le crece el cabello y que en sus faldas se esconde un burro que habla.

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