Un reciente informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz —Indepaz— señala que actualmente son 20 los grupos armados que buscan contribuir y acogerse al proyecto de paz total planteado por el presidente Gustavo Petro.
Dentro de los actores armados se encuentran grupos creados con fines políticos (como el ELN), y otros de corte netamente criminal y centrados en el narcotráfico, como Los Caparros, Los Costeños, Los Pachelly y Los Shotas. Sobre este último, el jefe de Estado afirmó durante el consejo de seguridad realizado en Buenaventura que está conformado en su mayoría por menores de edad.
El análisis de la oenegé detalla que el actual gobierno ha realizado siete bloques de acciones concretas para la consolidación de los primeros pasos del ambicioso proyecto: en el primero están el descongelamiento de las negociaciones con el ELN, los acercamientos con el Estado Mayor Central de las disidencias de las extintas Farc, la Segunda Marquetalia y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
Este último grupo ha manifestado en días pasados sus intenciones de acogerse a la propuesta de Petro. Sumado a eso, el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, manifestó en entrevista con Yamid Amat que ha tenido conversaciones “a través de terceros” con Iván Márquez, máximo comandante de la Segunda Marquetalia.
Le puede interesar: Ministro de Defensa explica la importancia de designar a Nicolás Maduro como garante de paz
Otro bloque de avances consiste en las explicaciones entregadas por el Gobierno sobre la importancia de los acercamientos en función de “valorar la disposición de las estructuras armadas en relación a la paz total”, según Indepaz. Además, resalta que a partir de esos encuentros se produzcan desescalamientos de diferentes formas de violencia contra la población. El tercer conjunto de acciones se basa en los diálogos que ha tenido la institucionalidad con comunidades y los actores armados en paralelo.
El cuarto punto es el avance de los diálogos con la población en zonas de alta incidencia de grupos armados como Cauca, Catatumbo, San Juan —Chocó— y Yarí —Meta—. El quinto punto se centra en tres acciones: disposición de ambas partes para aportar a la paz total; reclamaciones de incumplimiento al Acuerdo Final de Paz con las antiguas Farc y los efectos positivos de los acercamientos (como el cese multilateral expresado por Danilo Rueda).
Los dos últimos bloques se basan en la identificación de condiciones indignas para la vida humana en zonas álgidas de conflicto; la posible articulación con los diálogos vinculantes que quedarán consignados en el Plan Nacional de Desarrollo; el enfoque de seguridad humana y las medidas que han tomado grupos como el Clan del Golfo en materia de reducción de ataques violentos.
Los grupos que buscan un espacio en la paz total
Desde narcoparamilitares hasta actores disidentes y bandas criminales dedicadas a la delincuencia organizada y el microtráfico, en total son 20 los agentes ilegales interesados en acogerse a esta codiciosa propuesta para el cese de la violencia en Colombia:
- Segunda Marquetalia
- Bloque Suroriental y Magdalena Medio
- Columnas Móviles Urías Rondón, Dagoberto Ramos y Jaime Martínez
- Compañía Adán Izquierdo; Frentes 36 y Carlos Patiño
- Autodefensas Gaitanistas de Colombia —Clan del Golfo—
- Los Pachencas —Autodefensas Conquistadores de la Sierra—
- Los Caparros; Los Costeños; Los Pachelly; Los Shotas; Los Costeños; Los Espartanos; Los rastrojos costeños y La Oficina
- Ejército de Liberación Nacional —ELN—
- Movimiento de Revolución Popular —MRP—
Los avances y pedidos de cada estructura
Según el informe, las estructuras con combatientes que no se acogieron al proceso de paz con las extintas Farc han coincidido en que se debe lograr un acuerdo con el nuevo gobierno; sin embargo, cada uno plantea elementos diferentes. Mientras que el Frente 36 pide una mesa de diálogos con la mediación de la Iglesia católica, el Gobierno y organizaciones sociales, el Bloque Suroriental afirma que es necesaria una solución política del conflicto.
Ahora, con respecto a los grupos narcoparamilitares, cada uno plantea escenarios diferentes, pero todos encaminados a un mismo destino: la paz total. El Clan del Golfo ya había adelantado diálogos a través de alias Otoniel, y plantean la posibilidad de conversar para la “superación de violencias”; no obstante que Los Costeños piden que haya una desmovilización “conciliada y colectiva”.
Los Shotas ya habrían recibido comunicaciones del Gobierno nacional y Los Espartanos concuerdan en que debe haber un sometimiento colectivo, y en ese sentido, solicitan “Seguridad, garantía y respeto de la vida de miembros de la estructura al interior de las cárceles” y el fácil acceso a procesos de desmovilización y resocialización.
El MRP y el ELN han expuesto, respectivamente, que la paz debe concebirse “como una expresión de democracia para el pueblo” y profundas transformaciones sociales y ciudadanas, respectivamente.
SEGUIR LEYENDO: