En el Salón Boyacá del Capitolio Nacional este jueves 15 de septiembre se realizó una audiencia pública sobre el proyecto de ley 114 de 2022, por medio del cual se prohíbe el ‘fracking’, la exploración y producción de los yacimientos no convencionales de hidrocarburos y se ordena la reformulación de la política de transición energética en Colombia.
Este proyecto es impulsado por la senadora del Pacto Histórico Esmeralda Hernández. Después de la sesión, que terminó cerca de las tres de la tarde, la congresista señaló que:
“Durante cinco horas escuchamos a comunidades de territorios donde se ejecutaría ‘fracking’, expusimos nuestras razones del porqué esta nociva práctica debe prohibirse. Confiamos en respaldo de Congreso de la República para cuidar la vida por encima de los negocios particulares”.
Ya son cuatro veces que se radica un proyecto en el Congreso de la República para prohibir esta práctica de extracción en el país. Actualmente, en Colombia el ‘fracking’ tiene presencia con dos proyectos: Kalé y Platero en Puerto Wilches (Santander).
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La prohibición del ‘fracking’ en Colombia fue una de las promesas de campaña del presidente Gustavo Petro. El partido de gobierno espera que el Congreso de la República, por fin, le dé luz verde al proyecto que busca el cuidado de los recursos del país.
Hay que recordar que el pasado 10 de agosto, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, radicó el proyecto de ley que buscar cerrar la puerta al ‘fracking’ en Colombia.
“Hoy estamos iniciando el camino de cumplimiento de ese compromiso político y esa posición de que en Colombia no entra la técnica del ‘fracking’ y las técnicas de yacimientos no convencionales. No es lógico que si queremos iniciar una transición energética, vayamos a profundizar la dependencia de combustibles fósiles con técnicas de altísima incertidumbre e impacto social y ambiental”, así lo aseguró la ministra en ese momento.
La audiencia pública de este jueves contó con la presencia de Susana Muhamad. En este espacio, la ministra aseguró que esta técnica de fracturación hidráulica significa reducir en el tiempo la transición energética justa y sustentable, “ratificando la necesidad de diversificar la matriz energética con recursos propios para generar resiliencia al clima”.
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“Los impactos del fracking afectan directamente a las comunidades y sus territorios. Por eso, nuestro compromiso es con ellos, el agua y los ecosistemas”, indicó la funcionaria del gobierno del Pacto Histórico.
En la audiencia, la jefe de la cartera ambiental recibió 174.314 firmas que recolectó un grupo de jóvenes ambientalistas y que según ellos, “representan la voluntad de la sociedad civil con las que le solicitan al Gobierno nacional no permitir el fracking y reformular la política de transición energética justa en el país”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco Lloreda, dijo que Colombia no puede cerrarle la puerta al ‘fracking’ y poner en peligro su seguridad energética. “Sería un error para el país renunciar al fracking como técnica para extraer hidrocarburos, porque la energía más costosa es la que no se tiene”, afirmó este jueves Lloreda.
Lloreda, en diálogo con Ecos del Combeima, dijo que las reservas de gas y de petróleo dan para entre seis y ocho años, aunque el país ha ido alargando poco a poco ese plazo. Ante esta situación, dijo el dirigente gremial, “un país, Inglaterra, que tenía prohibido el fracking, lo acaba de reactivar para buscar seguridad en el suministro de energía, ya sea con petróleo o con gas para generar electricidad”.
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