Luego de que Aída Victoria Merlano Manzaneda, hija de Aída Merlano Rebolledo, fuera condenada por ser cómplice en la fuga que emprendió su madre el 1 de octubre del 2019 y utilizar a su hermano menor para el hecho, habló de manera pública Javier Cely, el odontólogo que atendía la excongresista aquel día.
En una entrevista que brindó para el programa de entretenimiento ‘Lo sé todo’, el médico mencionó que, sin saberlo, aquel día su vida cambiaría para convertirse en un “infierno”, pues desde entonces la Fiscalía General de la Nación lo investigó para determinar si había sido cómplice del delito.
“A ella no la vi sino dos veces, ocho días antes de la última cita y el 1 de octubre, cuando le terminé su diseño de sonrisa. A mí me contrataron para cambiarle un diseño de sonrisa que a ella no le había gustado y acepté a ir a modificar. Ese día fui a hacer una sonrisa y me dañaron la mía”, expresó inicialmente.
Luego de eso, Cely mencionó que estuvo en un tratamiento psiquiátrico porque para él “no fue nada fácil” verse involucrado en un proceso judicial como ese, pues la angustia fue su compañera durante estos casi tres años.
“Sufrí de angustia, depresión e incertidumbre, porque todos los días pensaba en qué podía pasar. Incluso, tuve que abandonar mi profesión por un tiempo. No es fácil y no le deseo a nadie que pase por lo que yo”, agregó.
En cuanto a la lucha que libró para demostrar su inocencia y de la cual salió bien librado, Javier Cely dejó saber que, además de su fe en Dios, todo fue resultado del profesionalismo de su abogado, Sergio Ramírez, quien emprendió una estrategia de defensa basada, inicialmente, en que el juez excluyera todos los videos tomados al interior del consultorio porque se habían vulnerado los derechos a la intimidad.
“Desde el punto de vista jurídico no es posible tener mecanismos de grabación al interior de consultorios médicos u odontológicos (...) Este proceso judicial ha sido un reto, fue un proceso difícil pero adoptamos el principio de que cada audiencia era una batalla, hilamos muy delgado para ejercer una actividad seria y contundente, y afortunadamente el juez en una sentencia muy clara declara inocente a mi cliente”, explicó el jurista en una entrevista con El Tiempo.
Las razones para condenar a Aída Victoria Merlano
Al referirse a la situación de la joven influenciadora, el juez aseveró que el uso de la soga y guantes por parte de su mamá, se dio después de que fueron adquiridos con mucho tiempo de antelación: “En esa medida, lo que se advertía era un acuerdo de coautoría”.
Este es el argumento que considera como demostrativo para hablar de una coautoría de Aida Victoria y no de una mera complicidad con su mamá, pues “diferente es si el objeto de reproche hubiera consistido en haber distraído la atención de la guardiana para favorecer la fuga”.
“Se descarta que los elementos propios del escape hayan sido ingresados en bolsas de comida e ingresaron en un maletín negro que portaba Esteban José Rebolledo y de lo que tenía total conocimiento Aida Victoria Merlano”, argumentó el despacho. También añadió que “dichos elementos quedaron dispuestos para Aída Merlano en el baño del consultorio odontológico. Dejados allí por Aida Victoria Merlano”.
Otro de los elementos clave en el juicio contra Aída Victoria estuvo en el testimonio de la guardiana encargada de custodiar a su madre, quien manifestó en sus declaraciones que no vio nada inusual en el estómago de la excongresista. Esto debido a que una de las hipótesis de cómo se produjo la fuga era que la soga, los guantes y una peluca irían colgando en su abdomen.
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