Colombia, durante los últimos dos años (2020-2021) ha tratado de pasar a la legalidad del consumo de la marihuana para mayores de edad, sin embargo, esta iniciativa se ha caído aún cuando partidos políticos conservadores han dado su visto bueno.
En el país es permitido el porte mínimo legal de dosis para uso personal y, la cantidad de marihuana no puede exceder los veinte (20) gramos y la de marihuana hachís, de cinco (5) gramos. El cultivo no puede exceder las 20 plantas, de lo contrario necesitará un permiso del Consejo Nacional de Estupefacientes, en las cantidades que determine.
En el país existen alrededor de 1.200 tipos de marihuana, de acuerdo al Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), y los consumidores y cultivadores no saben qué clase de marihuana tienen y la cantidad de cannabinoides que concentra.
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Por eso, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional se dio a la tarea de hacer ese análisis para tener un porcentaje de precisión sobre la clase de marihuana que se cultiva y se consume.
Hasta la fecha, el equipo ha realizado alrededor de 360 muestras, las cuales no han coincidido con la placa de información que presentan al Departamento de Biología de la universidad donde se realiza este tipo de análisis.
Eso quiere decir, que los cultivadores y consumidores de marihuana no saben a ciencia cierta qué están sembrando y consumiendo.
Infobae Colombia habló con Juan David Romero, quien a partir de tu tesis de maestría inició este proyecto con el apoyo del profesor Felipe Sarmiento. Junto a un equipo de biólogos identificaron que la marihuana que les vendieron no coincidía para nada en la información genética. Y a partir de ahí, están trabajando en la identificación para caracterizar a nivel molecular el cannabis. Lo revelador es que del 100 % de las muestras, ninguna coinciden con la información genética que les brindan.
Actualmente están trabajando con una empresa que se llama “La Santa Botánica”, con la que han analizado 20 clases de cannabis y han identificado variedades con alta potencia de tetrahidrocannabinol o THC (molécula que reduce la reproducción de celular cancerígenas), lo cual quiere decir que son muy psicoactivas y otras con más acumulación de cannabidiol o CBD (molécula que ayuda a tratar la epilepsia, Parkinson, la esquizofrenia, la diabetes, la esclerosis múltiple y la ansiedad) y también cáñamo.
A través de estas pruebas, el equipo de Romero ha identificado una precisión en los resultados de los genotipos de cannabis, la clasificación molecular acompañada de la bioquímica y la morfología del cannabis. Gracias a estas pruebas, los resultados de qué clase de marihuana se trata, son mucho más precisos.
Saber la clase de marihuana es un problema a nivel mundial, “lo que hemos visto es que estas herramientas han sido de mucha utilidad, porque se organiza la información de la planta y se descarta información suministrada que no corresponde a la placa del cannabis”, relató Juan David Romero.
Según Romero, con las pruebas se pueden hacer la caracterización de los genes y determinar si está o no está “este gen (cannabinoides) en la planta. Si identificamos ese gen sabemos que este compuesto está presente y que va ser potenciado o va acumular un metabolito; si no está presente el gen ya sabemos que no lo va a acumular o potenciar. Desde que es una semilla o plántula podemos determinar la cantidad de cannabinoide que está dentro de la planta” confirmó Romero.
“Si es una semilla, la semilla se destruye, es decir, se toma la muestra de tres semillas de un lote de semillas y se rompe para hacer el análisis.
Pero esa no sería la idea del proyecto, lo que queremos es que la planta esté en sus tres semanas de crecimiento, tomar una muestra, por ejemplo, con tres pares de hojas verdaderas y de esa muestra obtener 100 miligramos, que es incluso menos, que realmente es una cantidad muy pequeña, y empezamos a hacer aislamiento de ADN y luego la amplificación a través de marcadores moleculares de los genes”.
Es importante aclarar que la posesión de semillas para el cultivo de plantas de las cuales se producen sustancias estupefacientes, requiere igualmente autorización previa del Consejo Nacional de Estupefacientes.
Ese ese análisis se comprobaría exactamente si tiene o no tienen gen THC, si tiene o no tiene gen CBD y si se lleva hasta la fase más profunda del análisis, entonces “lo que miraremos es en qué posiciones de ese gen de la secuencia de nucleotídica, si hay mutaciones o polimorfismo, les llamamos a estos polimorfismos son como marcadores para nosotros porque nos van a indicar si la planta es una planta que acumula mucho o si la planta es una planta que acumula más bien poco y parece un cáñamo o si parece una planta de CBD o THC”, afirmó Romero.
El objetivo del proyecto es colaborar con los cultivadores y empresarios sobre todo a empresarios y también a la academia y las preguntas que buscan responder es si las variedades del cliente tienen presencia el gen de THC y el gen CBD y en el caso de que estén presentes, cómo son esos genes y qué implicaciones tienen las mutaciones o polimorfismos de esos genes.
Es decir, que si una empresa tiene una licencia de cannabis no psicoactivo y se hace el análisis con los biólogos, ellos pueden ayudar a descartar genotipos para que no los registre, porque pueden ser psicoactivos y su licencia no le cubre eso.
Este proyecto en Colombia es pionero en Latinoamérica y es el primero en hacerse en un laboratorio
El equipo colombiano se ha dado cuenta en el proceso que “este análisis filogenético podría ayudar a organizar toda esa diversidad y a tener una idea, pues ya que nos interesa tanto los cannabinoides, mayoritariamente cobran mucha importancia a los demás, pues tener un criterio de cómo organizar toda esa diversidad a partir de las secuencias genéticas y que esto es algo que se viene haciendo”.
“Según las consultas que nosotros hicimos en la base de datos del ICA y el ministerio en Colombia hay alrededor de 1,200 variedades registradas de cannabis. De medicinal tienen que haber específicamente por lo menos unas 700 variedades y el resto podrían ser variedades recreativas, eso según datos de ICA a finales de 2021.
Las clases de marihuana
Según Romero, hasta la fecha “Nosotros tenemos evidencia que indica que hay tres especies de cannabis, Indica, Sativa y Ruderalis y esa información ha sido respaldada por la experta de cannabis a nivel mundial Daniela Vergara.
La investigadora vallecaucana trabaja en la Universidad de Cornell y también tiene la evidencia que llega a la misma conclusión.
El equipo investigador colombiano ha verificado que lo que se comercializa en el mercado no corresponde a la realidad de la planta, de su bioquímica, con lo que dice los proveedores de la semilla en sus fichas técnicas; segundo la variabilidad dentro de las variedades es mayor y eso quiere decir que no hay homogeneidad, por lo tanto no pueden ser llamadas como tal.
IC: ¿Cómo hacen la prueba de ADN?
JDR: Eso es lo que se llamaría la PCR punto final y la secuenciación. También conocida como secuenciación Sanger. Nosotros iniciamos con la extracción de ADN, esto puede tomar básicamente uno, dos o tres horas. Luego seguimos con la PCR que puede tomar otro tanto igual y finalmente, con una electroforesis que nos va a decir, pues bien, si estaba no está interpretar los resultados de la PCR esto puede ser un día de trabajo y el siguiente día con esa primera parte de trabajo con ese primer día ya podemos entregar resultados de genotipificación. Entonces si usted entrega su muestra el lunes temprano probablemente para el martes, ya tenga sus resultados.
Sin embargo, Romero aclara que para que los clientes que deseen tener la bioinformática el proceso tarda de ocho a diez días con dos entregas de resultados, una en primer o segundo día y otro, ocho días después, el cual tendría el resultado de secuenciación también con la interpretación.
IC ¿Cómo funciona los cannabinoides en el cuerpo?
JDR: Para hablar de eso tenemos que hablar de tres momentos. Lo primero es la base genética, que tiene una variedad, por ejemplo, hablemos de una variedad de punto rojo, tiene el gen de THC y tiene gen CBD; el segundo momento sería que el punto rojo exprese esos genes y además acumula el metabolito, es decir, acumula el cannabinoide, el cannabinoide en este caso el THC y CBD y; el tercer momento sería lo que hacen esos cannabisales en el cuerpo.
Entonces bien, ya tenemos esquematizado y ya sabemos como funciona. Entonces, para quitar un poco ambigüedades cuando se hablan de los genes, (volviendo al primer momento al momento genético) cuando se habla de los genes, entonces hablamos de los genes THC sin tasa y CBD sin tasa que ellos me van a dar origen a las moléculas cannabinoides del segundo momento, entonces esas moléculas se llaman Tetrahidrocalabinol, que es el THC y el cannabidiol que es el CBD.
Ahora, en el tercer momento que hace el THC en el cuerpo va a interactuar con unos receptores del sistema nervioso central, es decir, del cerebro en los receptores CB1 y con otras proteínas acopladas a los receptores G, se llama así y, por otra parte el CBD el cannabidiol, va a interactuar con unos receptores CB2 esos receptores están diseminados en el resto del cuerpo en el sistema nervioso periférico.
El CBD va a estar encargado de respuestas antiinflamatorias de modular de pronto, temblores o convulsiones y de normalizar procesos como la ingesta de comida y el sueño y todo esto pues como en una sinergia con el THC, solo que el THC, ha sido asociado efectos eufóricos o psicoactivos más fuertes, sin embargo, también se ha demostrado que el THC tiene actividad medicinal paliativa, e incluso, puede controlar el crecimiento de células cancerígenas, es decir, mantiene las células en un estado donde no progresan.
IC ¿Cuánto cuesta el análisis?
JDR: En la versión económica, que es la genotipificación de un gen, vale $76 mil pesos, y que hagamos el análisis más completo que es genotipificación, secuenciación y análisis de informático de dos genes de THC sin tasa y CBD sin tasa cuesta $390 mil pesos.
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