Durante la posesión de consejeras, directoras y directores del Gobierno nacional, el presidente Gustavo Petro planteó la posibilidad de llevar a otro nivel el programa ‘Jóvenes en paz’ implementado cuando fue alcalde de Bogotá y que fue ‘revivido’ por la actual mandataria local, Claudia López.
El objetivo de aplicar esta iniciativa a nivel nacional es que sea integrado por 100 mil jóvenes que sean extraídos de las bandas criminales para que terminen sus estudios. En ese sentido, recordó que en la ‘Bogotá Humana’ el objetivo era acoger cerca de 10 mil muchachos integrantes de estructuras ilegales, y que para su aplicación en zonas donde la violencia ha tenido un alto impacto se necesita una millonaria desviación de recursos, en concreto, un billón de pesos.
“Si nosotros trasladamos esto a nivel nacional, ubicamos el mapa de calor de tasas de homicidios urbanas seguramente aparecen Cali, Palmira, Barranquilla, Santa Marta o Cartagena, Tibú, etcétera, y si allí ubicamos el programa jóvenes en paz ya no con 10 mil sino con 100 mil (jóvenes) buscando un cambio de recursos a cambio de no estar en bandas que están haciendo lo que ya sabemos”, manifestó el jefe de Estado en la ceremonia llevada a cabo este martes 13 de septiembre.
Puntualmente, ‘Jóvenes en Paz’ que se puso en marcha cuando el ahora presidente fue alcalde mayor, alcanzó a incluir en 2015 a más de 6.720 jóvenes menores de 28 años de comunidades vulnerables y que estuvieron en riesgo de integrar grupos ilegales o de participar en hechos delictivos. La apuesta fue liderada por el Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud —Idipron— junto con las secretarías de Integración Social y de Gobierno.
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”Este programa que quiero incentivar nacionalmente, porque nos quedamos con las ganas de que en Bogotá siguiera pero lo suspendió el siguiente alcalde —Enrique Peñalosa— puede ser una piedra fundamental en el camino de la paz total pero desde Prosperidad Social”, manifestó el primer mandatario. Sin embargo, expuso que en la consolidación de este programa puede presentarse un problema relacionado con que la gran mayoría de integrantes de grupos delincuenciales están “por debajo de los 18 años”.
Al respecto, dijo que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar —ICBF— “no está preparado para recibir esas personas” y afirmó que esta entidad tiene una “mentalidad carcelaria”, mencionando la teoría del panóptico de Michel Foucault. Bajo ese esquema, los niños que son albergados en hogares de esta entidad se escapan “y regresan a la guerra”.
En ese orden, le encargó a la nueva directora de esta entidad, Concepción Baracaldo, eliminar con todas las mafias posibles y las formas de corrupción existentes allí. “Sin eso, no podemos hablar de programas serios para la niñez”, recalcó Petro. También, advirtió que esta cartera no es un banco de influencias políticas de ninguna posición política.
También le hizo un llamado a Baracaldo: “queda por fuera de cualquier tipo de contaminación política partidista y grupal porque primero son los niños y las niñas, tema que en un gobierno progresista tiene que ser una realidad” apuntando que esa corrupción existente en la institución lleva en muchas ocasiones a violaciones y otras formas de agresión física. Vale indicar que sobre la tardía designación de una cabeza para esta cartera generó críticas hacia el mandatario, sobre todo de integrantes de la oposición.
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