Capturaron a responsables de millonario robo en iglesia de Chipaque, Cundinamarca

Las autoridades de Cundinamarca capturaron en las últimas horas a cuatro delincuentes que cometieron un millonario hurto en una iglesia del municipio de Chipaque, Cundinamarca. El robo se dio en medio de horas de la noche del martes de 13 de septiembre, pero gracias a la alerta temprana que realizó la comunidad religiosa, los uniformados los detuvieron cuando pretendían huir hacia Bogotá con todo el botín.

Según la información preliminar, los delincuentes ingresaron en horas de la noche a la capilla del Santuario Marilandia de la Virgen María, centro religioso que se encuentra en una vereda del municipio, ubicado al oriente de Bogotá. En medio del robo se lograron llevar elementos religiosos como las custodias, los copones, los cálices, el equipo de sonido y hasta la guitarra de la iglesia.

Luego del hurto, los habitantes del sector hicieron una llamada de alerta a los uniformados adscritos al Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes que inmediatamente iniciaron la búsqueda del vehículo con las características que les habían dado.

La persecución inició en la vía antigua que de Chipaque conduce a Bogotá; finalmente, en el kilómetro 05 las autoridades lograron encontrar el Mazda 323 color rojo en el que se movilizaban los delincuentes. Los uniformados bajaron a los ladrones del vehículo, los capturaron y procedieron a recuperar todos los elementos hurtados que, según indicaron, están avaluados en 40 millones de pesos.

El alcalde de Chipaque, Camilo Albeiro Pardo Muñoz, fue uno de los primeros en informar sobre la captura de los ladrones, cuya banda fue identificada por las autoridades como ‘Los Iscariotes’. “Se encontró elementos que habían sido hurtados en el santuario de Marulandia, elementos que tienen un valor de unos 40 millones de pesos y que hacían parte del culto religioso. Estas personas ya fueron puestas a disposición de la Fiscalía General de la Nación”, señaló el mandatario municipal.

El alcalde añadió que “gracias a las labores de vigilancia de nuestra Policía Nacional adscritos a nuestro municipio, los sujetos que pretendían huir en un vehículo fueron capturados en una de las vías antiguas que llevan a Bogotá. Los presuntos delincuentes también tenían en su poder la consola de sonido, amplificadores, instrumentos musicales, entre otros”.

Los cuatro hombres fueron entregados a las autoridades correspondientes para que respondan por el millonario hurto al santuario religioso.

Este hurto se une a la cifra de robos a las iglesias del país, número que este año se ha reportado sorprendentemente en aumento. En el mes de agosto trascendió la noticia del ingreso de delincuentes a dos iglesias en Bogotá; uno de estas la del reconocido sacerdote Jesús Hernán Orjuela, conocido como el ‘Padre Chucho’ y la otra un templo cristiano en la localidad de Kennedy.

Según el reporte de las autoridades, los robos dejaron millonarias pérdidas, ya que se sustrajeron hasta los instrumentos musicales para hacer los coros. No obstante, según las cifras de la Alcaldía de Bogotá, las cifras en materia de seguridad han mejorado, destacando la reducción de los homicidios, que logró el número más bajo en los últimos 20 años.

Entre todos los objetos robados, se calcula que se perdieron unos 10 millones de pesos, generando así el repudio y rechazo de los feligreses y habitantes del sector, ya que le tienen mucho respeto y estimación al sitio religioso. Entre las pérdidas se enlistaron objetos litúrgicos como copas, vinajeras, cálices, entre otros artículos como electrodomésticos, computadores y demás dispositivos y objetos de valor.

Además, iniciando el mes de septiembre la Catedral Primada fue objeto de lo que en la religión católica se denomina como sacrilegio: el robo de un cáliz sagrado que se suele utilizar en las eucaristías. De acuerdo con la información preliminar que entregaron en la Policía Metropolitana de Bogotá, el hurto se habría dado por factor oportunidad, es decir que en un descuido de los religiosos llegó un delincuente y se llevó el elemento litúrgico.

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