Autoridades levantaron toque de queda en Landázuri (Santander) luego de masacre de la familia Díaz Acuña

La medida se había tomado, inicialmente, para evitar posibles alteraciones del orden público por parte de a comunidad

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Docente Álvaro Díaz Pineda, su esposa y su hijo, víctimas de una masacre en el municipio de Landázuri
Docente Álvaro Díaz Pineda, su esposa y su hijo, víctimas de una masacre en el municipio de Landázuri

En horas de la noche del lunes, las autoridades departamentales y municipales levantaron la medida de toque de queda en el municipio de Landázuri (Santander). Así se determinó, luego de que la gobernación de Santander, a través de la Secretaría del Interior, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría regional y la alcaldía municipal acordaran medidas para evitar posibles alteraciones al orden público y retaliaciones por parte de la comunidad.

La Secretaría del Interior de Santander lideró un Consejo de Seguridad extraordinario para evaluar la situación de orden público del municipio y adoptar medidas, luego de lo ocurrido.

“Nos encontramos en el municipio de Landázuri, lugar en donde daremos inicio al Consejo de Seguridad, estamos en compañía de la policía, el ejército, la fiscalía y demás entes encargados de esclarecer este hecho delictivo” declaró John Jaime Ruíz Macías, secretario del Interior de Santander.

Las medidas que se implementaron y que se desarrollarán a lo largo de estos días para garantizar el orden público de la municipalidad, corresponden a la evaluación constante del alcalde de Landázuri, Marlon Ballen, en cuanto al ejercicio de la minería ilegal en esta zona. Situación que habría originado la comisión de este crimen. De igual manera, el gobernador le pidió establecer las problemáticas sociales que embargan a la comunidad.

“Asimismo, el mandatario deberá continuar en la mediación con la comunidad para evitar situaciones y actos de violencia”, añadió el gobernado, Mauricio Aguilar.

Por su parte, la procuraduría regional deberá hacer un seguimiento constante de las actuaciones y medidas que se adopten por parte de la alcaldía y la fuerza pública.

Este múltiple homicidio, se habría cometido porque, al parecer, el profesor Álvaro Díaz, le había prestado un dinero a los ciudadanos extranjeros para que estos pudieran establecer labores de trabajo en el municipio. Sin embargo, al momento de cobrarle el dinero prestado, los agresores actuaron con violencia hasta acabar con la vida de la familia Díaz Acuña.

Frente a esta situación, el gobernador de Santander extendió un llamado a las autoridades migratorias y judiciales para que ejerzan un control más riguroso sobre los ciudadanos extranjeros. Pues, tal como detalló el mandatario, la Fuerza Pública cumple su función, capturando a los delincuentes, pero fácilmente quedan en libertad.

“Como gobierno departamental requerimos a Migración Colombia mayor intervención y control en el territorio para garantizar la seguridad frente a los ciudadanos extranjeros que llegan al departamento, igual se pide responsabilidad social a la rama judicial con los ciudadanos extranjeros que delinquen en nuestro territorio”

En la madrugada del domingo 11 de septiembre, el municipio ubicado hacia el sur de Santander vivió un estremecedor caso de violencia. Cuatro personas, todas integrantes de una misma familia, fallecieron luego de que cinco sujetos les propinaran un ataque con arma blanca. Las víctimas fueron identificadas como Álvaro Díaz, quien era docente de una institución del municipio, su esposa Loiden Acuña Pérez y sus dos hijos, Juan Sebastián Díaz y Karen Julieth Díaz.

Una quinta persona también fue atacada, pero logró escapar de sus agresores para darle aviso a la comunidad y a las autoridades de lo que estaba ocurriendo. Los pobladores del municipio y del corregimiento de Buenos Aires, donde ocurrió la tragedia, buscaron a las cinco personas que, al parecer, habrían perpetrado el crimen para acabar con sus vidas, en un intento por tomar la justicia por mano propia. En total, este múltiple homicidio terminó con la vida de nueve personas, cuatro de ellas oriundas del sur de Santander, mientras que los presuntos cinco agresores, que también murieron, serían ciudadanos extranjeros.

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