Actualmente, el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso se encuentra en una cárcel de Estados Unidos a la espera de que se defina, luego de pagar su condena de 15 años, si se quedará en ese país en calidad de residente, si lo envían a Italia o si lo deportan o extraditan a Colombia, pues está haciendo un último esfuerzo por ser acogido en la Jurisdicción Especial para la Paz —JEP—.
En ese sentido, la Corte Suprema de Justicia dio a conocer su decisión respecto a su situación y la de nueve exparamilitares más que fueron procesados por más de 200 hechos cometidos en Norte de Santander en el marco del conflicto armado. En el fallo, el alto tribunal le ordena a la jurisdicción de Justicia y Paz que concluya una audiencia donde a los sujetos (incluyendo Mancuso) se les impondría medida de aseguramiento.
La determinación de la corte se dio tras revisar una apelación de la Procuraduría Delegada por el Ministerio Público en Asuntos Penales. Para el órgano judicial, el magistrado que lleva ese proceso debe cerrar esa diligencia antes de enviar el expediente a la Sala de Conocimiento de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla.
Además, indicó que el hecho de que los acusados hayan aceptado cargos por homicidio en persona protegida, violencia de género, desplazamiento y desaparición forzada, no era una garantía para dar por terminada la audiencia, en la que también se daba respuesta a la solicitud hecha por el fiscal del caso. Por ello, al alto tribunal anuló la decisión del magistrado que estaba a cargo de darle trámite a esa solicitud.
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Salvatore Mancuso, por su parte, ha reiterado en varias ocasiones que su vida estaría en riesgo en caso de volver a Colombia; incluso, lo podrían matar; de ahí su apremio por ser aceptado en la JEP; sin embargo, este tribunal le ha cerrado las puertas a él y a Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, comandante del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia —AUC—.
Sin embargo, la Sala de Apelación del tribunal de paz determinó que los exjefes paramilitares tendrán el último chance de contar toda la verdad que conocen del conflicto armado, incluidos sus vínculos con los altos mandos de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional, para ser acogidos por la JEP.
“Esta es una audiencia de verdad total. Luego de participar en esta audiencia, si la Sala de Justicia entiende que ha sido exitosa, procederá a contrastar estos aportes para determinar si fueron presentes, efectivos y suficientes, y solo si pasa ese examen, que es complejo y riguroso, serán sometidos a esta jurisdicción”, señaló el presidente de esta jurisdicción especial, Eduardo Cifuentes.
Vale indicar que antes de cualquier decisión tomada sobre su futuro en esta sala especial, en Justicia y Paz se debe definir si será impuesta la medida de aseguramiento contra Mancuso y otros exintegrantes del Bloque Catatumbo de las AUC que tuvieron injerencia en Norte de Santander durante casi 20 años. En ese proceso también están involucrados Carlos Augusto Hernández, Albeiro Valderrama Machado, alias Piedras blancas, Erlin Arroyo, Francisco Antonio Mosquera Córdoba, Javier de Jesús Salas Quintero y Jorge Iván Laverde Zapata.
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