El concepto de paz total, promovido por el gobierno del presidente Gustavo Petro, ha sido un tema de importante discusión en la agenda nacional, pues desde diferentes sectores han surgido señalamientos en contra de dicha iniciativa. En medio de la polémica, se logró conocer una carta emitida por el exjefe de la Oficina de Envigado, José Leonardo Muñoz, también conocido como alías ‘Douglas’, quien le realiza una importante propuesta al presidente Petro.
Es importante tener en cuenta que el grupo La Oficina de Envigado, resalta como una banda criminal de extensa operación en el área metropolitana de la ciudad de Medellín, esta, es conocida desde los tiempos del extinto capo del narcotráfico colombiano Pablo Escobar, pues los hombres de ‘La Oficina’ trabajan como un brazo armado del ‘Cartel de Medellín’ y tras la muerte del narco, fortalecieron su presencia.
La misiva fue conocida en exclusiva por Semana, dicha carta fue escrita a mano por Muñoz desde el centro penitenciario de La Picota en Bogotá; en dicho documento le expresaba nuevamente a Petro su intención de cooperar con la paz, no obstante, trae a colación nuevamente el tema de la extradición, instando a que se siga impulsando el proyecto que pretende realizar cambios en el modelo que busca enviar a territorio norteamericano a algunos presos.
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Douglas explicó que mediante la instalación de unas denominadas Mesas de Derechos Humanos, se busca que los ‘extraditables’ puedan hacer parte de la conversación, espacio que contaría eventualmente con garantes del clero y abogados. La idea principal, sería garantizar sus derechos y exponer la situación que se enfoca en el esclarecimiento de los hechos criminales, purgando las penas en territorio nacional.
Cabe resaltar que, esta no es la primera vez que ‘La Oficina’ se remite a Petro, pues en el mes de Julio, Semana también tuvo acceso a otra carta que ese grupo le envío al presidente. En esta, afirmaban que fungían como el grupo armado con más antigüedad de operación en cuanto a lo urbano, además, de reconocer que tenían “esperanza” sobre el anuncio de paz total que había promulgado el primer mandatario previo a su posesión el 7 de agosto de 2022.
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Un apartado de la carta del 28 de julio, reza:
“Después de varios gobiernos y proyectos de sometimiento fallidos, recibimos con esperanza su llamado a la construcción de una paz total, que solamente será posible en la medida que se tenga la grandeza de reconocer la organización de la guerra en Colombia, y con ello, asumir la atención integral del conflicto armado urbano que indiscutiblemente debe estar cimentada en una ley, que facilite nuestro acogimiento a la justicia como lo estipula el Acuerdo de Paz de La Habana y como lo propone la sociedad civil organizada; ley de cocimiento que incluir también un tratamiento diferenciado los miembros de nuestra organización que nos permita avanzar en la transición de nuestros liderazgos, y el fortalecimiento de nuestras capacidades para contribuir en el rompimiento de los círculos viciosos de violencia, injusticia social y militancia de los niños y jóvenes en grupos al margen ley, que debe ser dialogada convocante y atractiva a todas las organizaciones al margen de la ley, para que los otros grupos que no hagan parte de nuestra organización deseen acogerse a ella”.
Este tipo de dinámicas de paz, también han generado polémica en los grupos ilegales, quienes han pedido exclusividad en su trato, señalando que no deben ser juzgados de la misma manera; tal como lo ha anunciado el ELN y algunas bandas criminales, que si bien, han aceptado su deseo de iniciar un proceso de diálogo, desde ya están dejando sobre la mesa sus peticiones.
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