A principios de este mes, la Procuraduría General de la Nación anunció que abriría una investigación sobre el general Óscar Murillo Díaz debido a una denuncia de acoso sexual que recae en su contra, desde el 2019. A pesar de esta situación, y en medio de la polémica, logró posesionarse como el nuevo comandante de la Séptima División. Así lo dio a conocer la W Radio, medio de comunicación que, además, recibió el documento de los señalamientos que se hicieron sobre el uniformado.
De acuerdo con lo que dijo la víctima de los hechos, se desempeñaba en el cargo de comunicación social y periodista de la Décimo Quinta Brigada del Ejército, con sede en Quibdó, en el Chocó. La persona hizo pública la situación tres años después, luego de renunciar a su cargo. Al conocerse que estaba opcionado para ascender al cargo que hoy ocupa, se conoció un documento en el que la Oficina de Género del Ejército Nacional le manifestaba el general Juvenal Díaz Mateus, excomandante de la Séptima División, la preocupación que sentían por el nuevo cargo de Murillo.
“Atendiendo que las narrativas expuestas no solo denotan falta de ética, pérdida de principios, valores, virtudes militares, incumplimiento a las políticas del comandante del Ejército Nacional, sino posibles conductas constitutivas de delito que requieren ser objeto de investigación penal”, dice la carta que fue revelada por la revista Semana.
“Me permito informar a mi general que, en desarrollo de la reunión realizada por la Dirección de Comunicaciones Estratégicas el pasado 23 de agosto de 2022, de la cual hizo parte esta dependencia, como respuesta a la solicitud de retiro voluntario presentada por el señor subteniente, [él] narró el presunto acoso sexual laboral del cual fue objeto por parte del señor Brigadier General Óscar Murillo Díaz durante el año 2019, cuando fungía como Comunicador Social y Periodista de la Décimo Quinta Brigada del Ejército con sede en Quibdó (Chocó)”, se supo respecto al caso.
Fue el mismo Murillo que, luego de ser cuestionado por estos hechos, recordó que era un hombre casado desde hace 25 años, y que sería incapaz de algo así. “En algún momento alguien saldrá a decir que el general Óscar Murillo es inocente”, dijo a ese mismo medio de comunicación citado. “Puede preguntarle a cualquier soldado o militar, porque llevo muchos años formando a jóvenes para defender la República, ellos podrán decir quién es Óscar Murillo”, añadió.
La Procuraduría, por su parte, y en el contexto de la investigación, pidió a la vocería de la oficina que Género de esa fuerza pública enviar las evidencias de las acusaciones. “Con miras a realizar la correspondiente valoración desde el baremo disciplinario”, argumentó el organismo.
A las declaraciones se sumó la del Ejército Nacional: “A partir del conocimiento de los presuntos hechos adelantó de manera oportuna las medidas administrativas de resguardo, protección, no revictimización y el acompañamiento integral a las partes involucradas, en observancia total a los protocolos y leyes existentes frente al tema, y, así mismo, actuando bajo los principios del respeto, debido proceso e intimidad de las personas”.
Óscar Murillo Díaz nació en Bucaramanga, Santander. Estuvo en la Escuela Militar de Cadetes en el año de 1989. Ascendió al grado de subteniente en diciembre de 1991. Pertenece al Arma de Ingenieros. Fue jefe de operaciones y segundo comandante del Batallón de Ingenieros n.7 ‘Carlos Albán’, comandante del Batallón de Contraguerrillas N.50 ‘Batalla de Palonegro’, comandante del Batallón de Ingenieros n.18 ‘General Rafael Navas Pardo’, y comandante del Batallón de Cadetes n.1 en la Escuela Militar ‘General José María Córdova.
Fue oficial de operaciones de la Fuerza de Despliegue Rápido n.1, comandante de la Décima Primera Brigada, agregado militar y naval ante el gobierno de Israel y jefe de Departamento de Planeación del Ejército. En diciembre del 2020 se convirtió en brigadier general y asumió como comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, en el departamento del Chocó.
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