El ministro de Defensa y el gobierno nacional ajustan gradualmente la política de seguridad con el objetivo de reducir las muertes de civiles y miembros de la fuerza pública, avanzar en la paz total y a su vez lograr consolidar las reformas que han prometido para esa cartera.
Iván Velásquez, el ministro de la cartera castrense, participó de un debate de control político en la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes en la que dio lineamientos de como han abordado la política de seguridad en el primer mes de gobierno, así como aclaró lo que ha ocurrido con las promesas de campaña.
“Es más importante el hombre que porta el fusil, que el fusil”, señaló el ministro respecto a los lineamientos que rigen la actual política de seguridad para evitar más miembros muertos de las fuerzas armadas. “Los miembros de la Fuerza Pública pueden estar tranquilos porque para el Gobierno, ellos son fundamentales”, señaló.
Velásquez explicó que la directriz del presidente Gustavo Petro es que los bachilleres no estén en las estaciones o puestos de Policía con grave riesgo por cuenta del conflicto armado, tanto en lugares que es posible un enfrentamiento o ataque, como en los que se tiene información de inteligencia respecto a los intereses de los grupos armados por ocuparlos.
“Las disidencias u otras organizaciones armadas han ocupado o han pretendido ocupar espacios, lo que siempre convierte en una zona riesgosa porque no se logró consolidar la paz, porque tuvimos un amplio periodo de desprecio por la paz y eso permitió que muchas de las organizaciones o retornaran a ocupar espacios dejados por quienes firmaron la paz o, en el medio de la disputa por territorios, que se pueden tener como objetivos actuales o inmediatos de esas organizaciones”, señaló.
De acuerdo con las cifras expuestas, en lo corrido del año se han presentado 61 ataques que han dejado 72 miembros de la policía muertos; 44 muertos en el marco del servicio y 28 fuera del mismo, así como 31 víctimas de lesiones. En cuanto a la calidad de las víctimas 50 patrulleros, 9 subintendentes, 8 intendentes, 4 auxiliares regulares y un auxiliar bachiller.
“Del total de los uniformados asesinados hay 27 niños y niñas en orfandad, (hijos) de las 26 víctimas, uno intendente, tres subintendentes y 22 patrulleros de estos casos”.
La mayoría de los casos se atribuye al Clan del Golfo, según Velásquez a hechos tanto previos como en medio del denominado plan pistola que emprendió esa organización tras la extradición de alias Otoniel. Sin embargo, tras la llegada de Petro, el contexto es diferente.
“Se le atribuyen en el plan pistola 24 casos con 26 víctimas de Policía Nacional. No ha habido desde agosto ningún nuevo hecho de esas características. No obstante se han producido tres, en el 21 de agosto dos casos, otro caso a principios de mes y sin embargo por toda la información de inteligencia, por las circunstancias, el conocimiento de los actores ilegales que intervienen, ha descartado la inteligencia que sean acciones atribuibles al Clan del Golfo y por lo tanto lo separamos de los hechos del plan pistola que fueron hasta antes de empezar el gobierno del presidente Petro”, explicó Velásquez.
El ministro explicó que las acciones emprendidas van en el sentido de mayor respuesta a las alertas de inteligencia y prevención ante cualquier advertencia de riesgo. También se ha determinado disminuir las concentraciones de uniformados o formaciones, que pueden significar situaciones que afectan su seguridad.
Las transformaciones a la Policía
Una de las principales propuestas del presidente Petro fue la transformación de la Policía y la eliminación del Escuadrón Móvil Antidisturbios de esa institución. Hasta el momento no se han hecho más que anuncios al respecto, por lo que algunos han reclamado el cumplimiento del programa de gobierno.
Velásquez sostuvo que están “en la necesidad de establecer un nuevo relacionamiento de la fuerza pública con la población”, pero explicó que debe ser una transición muy detallada para evitar afectar la operatividad de la fuerza pública y a la institución.
En cuanto al Esmad, sostuvo que se realizan estudios para evaluar con objetividad su desempeño y lo que se necesita para el futuro, con el objetivo de no afectar la seguridad y en ese sentido se evalúa la transformación en un nuevo cuerpo que actúe en casos de disturbios sociales, aunque reconoció que la promesa fue la abolición.
“Podría ser la eliminación del Esmad y su reemplazo por otra fuerza disponible que genere además esa menor reacción de la población, porque en algunos sectores siempre está la imagen cuando aparece este grupo como aparece, pero vamos a revisar con toda objetividad y responsabilidad el tema para tener la decisión definitiva respecto de una fuerza antidisturbios que tiene que estar en la Policía Nacional”, sostuvo.
En cuanto al cambio de la Policía del Ministerio de Defensa al de la Convivencia, señaló que también es un proceso escalonado. “No es un traslado automático, no es un traslado apresurado, ven ustedes que no se ha presentado este de la separación de la Policía del Ministerio de Defensa, es un tema que se tiene que estudiar con mucho juicio, prudencia y planeación. De manera que no es que se hubiera pensado primero en el objetivo y después en el cómo”, aseguró Velásquez.
El ministro señaló que la inteligencia policial es necesaria en el desarrollo operativo de la fuerza pública, por lo que debe hacerse una transición que no afecte su desempeño. Pero esta transformación también involucra la propia formación de los miembros de la institución para llevarla hacia un cuerpo plenamente civilista.
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