Por los libros ‘Satanás’ y ‘Como agua para chocolate’ protestaron los padres de familia de un colegio en Bogotá

Padres de familia de un colegio de Bogotá se encuentran en medio de un amplio debate luego de que la institución incluyera en el plan lector de sus alumnos los libros ‘Satanás’ de Mario Mendoza y ‘Como agua para chocolate’ de Laura Esquivel. De acuerdo con lo que destacan los familiares de los menores, niños de 12 años, aquellas novelas no son las adecuadas para ellos, pues incluyen contenido que debería ser tratado por personas mayores de edad.

La denuncia llegó hasta los micrófonos de Blu Radio. Ante ese medio de comunicación habló Juliana Alvarado, una de las personas que interpuso el alegato sobre la supuesta necesidad de cambiar las lecturas de los estudiantes. “Un familiar leyó los libros que le entregó la institución educativa a su hermana. En ese momento se alertó y se comunicó con el colegio por esa lectura. Con un derecho de petición pidió que se cambiará el libro por su contenido, ya que habla de la violación y del placer que sintió el violador. Sinceramente esto me dejó impactada”, aseguró Alvarado en su charla con la emisora.

“En el libro ‘Satanás’ hay un fragmento que dice: ‘abre las piernas muñequita’. Le separa las piernas a la mala y la penetra con fuerza’”, a mí parecer, no es un libro apto para niños. Los textos son groseros y no es la manera de enseñar educación sexual a los niños”, añadió en su conversación con ese portal informativo.

“Le pregunté a la familia qué edad tienen los niños del curso y me dijeron que entre 12 y 14 años. Para profundizar en la lengua castellana no es necesario formar a los estudiantes con estos textos que influyen violencia sexual en su texto. La profesora argumento que ‘Satanás’ es un libro que tiene temas reales y que son fáciles de entender, pero desde mi punto de vista no lo es. Los pequeños deben tener un acompañamiento para entender un texto como esos”, señaló.

Hasta el momento, no se conoce respuesta a la situación, sin embargo, no es la primera vez que surgen críticas sobre el plan de estudios planteados en colegios del país. El pasado mes de agosto, por ejemplo, padres de familia de estudiantes del Colegio Gabriel García Márquez, de Barranquilla, acusaron a las directivas de estar, supuestamente, adoctrinando a sus hijos en política. En esa ocasión, el padre de uno de los alumnos habló con la revista Semana, y dijo que ese plantel educativo estaba induciendo a los niños, niñas y jóvenes a apoyar a Gustavo Petro y Francia Márquez.

En videos que circularon a través de las redes sociales se mostró como los estudiantes hacían la simulación de la que sería la ceremonia de posesión de los ahora presidente y vicepresidenta del país. “Petro y Francia ayer estuvieron en Bogotá y hoy están en el mejor colegio de Barranquilla, Gabriel García Márquez”, se le oye decir a los profesores.

Algo similar ocurrió en Medellín hacia el mes de junio, cuando se viralizó el video de niños menores de diez años gritando, en coro, ‘Petro, Petro’. “Se recuerda a las personas vinculadas a los procesos formativos de nuestras niñas, niños y jóvenes, que estos actos están prohibidos dentro de un establecimiento educativo”, comentó, para ese entonces, la Secretaría de Educación de Medellín.

“Los niños tienen abundante información por las redes sociales y actúan de manera independiente porque ellos ven la televisión”, añadió, por esos días, Omar Arango, directivo de Fecode en Antioquia. A las declaraciones se unió el personero de Medellín, William Yeffer Vivas Lloreda, quien aprovechó para destacar: “hemos dado la instrucción de iniciar una averiguación disciplinaria para poder determinar si esto ocurrió en un establecimiento público. Si fue así, y si fue inducido por un docente de esta institución, poder tomar las medidas que tengan lugar, entendiendo que existe una participación expresa a los funcionarios de participar en política”.

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