Durante el desarrollo del Puesto de Mando Unificado —PMU— por la vida en Buenaventura, el presidente Gustavo Petro analizó junto con la comunidad las diferentes problemáticas que se viven en este municipio del Valle del Cauca. Al respecto, entregó un balance ‘positivo’ teniendo en cuenta la nutrida presencia de estructuras criminales y las disputas territoriales.
El jefe de Estado dio a conocer que desde el 7 de agosto, día de su posesión en la Plaza de Bolívar, al día se ha entregado una persona a la justicia con un arma. Para el mandatario, este ha sido un hecho positivo, y al respecto añadió que con las entregas se ha procedido con “el mecanismo legal, hasta ahora vigente, que es el acogimiento o sometimiento individual a la justicia”. A su vez, llamó la atención porque, según él, esas entregas que le fueron comunicadas por la cúpula militar y de policía en la mañana del martes, “no aparecen en medios”.
Además, añadió que “lo que tenemos es un escenario de optimismo en el sentido de que los actores actuales de la violencia, en el municipio Buenaventura estuvieran dispuestos a dejar la actividad violenta”; empero, resaltó que después de ese balance lo que queda es hacer un análisis centrado en, por ejemplo, las razones que motivan a perpetuar la violencia en este municipio.
“Hace 10 años, o siete o menos, no existía un grupo que se llamara Los Shotas y otro que se llamara Los espartanos”. También habló la necesidad de implementar políticas de paz y seguridad, calificadas por él como “sinónimos” y que como tal deben ir de la mano en el municipio.
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El presidente Petro también se refirió al puerto y los efectos adversos que genera con respecto a la violencia, concretamente a dos razones: “porque sale la cocaína y porque la cocaína, al volverse dinero en el exterior, pero en dólares o en yenes o en euros. Tiene que volverse dinero pero en pesos colombianos, si no, no tendría sentido para los agentes colombianos del narcotráfico”.
Frenar el lavado de activos y la exclusión social: los retos de este gobierno para recuperar Buenaventura
El jefe de Estado habló de dos motores causantes de la violencia en el pueblo portuario: el primero es el lavado de activos producto del narcotráfico. Sobre esto, precisó que “hay un mecanismo que utiliza el puerto para sacar cocaína y fundamentalmente, para volverlo dinero colombiano, a través de la importación en los contenedores de contrabando”. Además, expresó que a comparación de décadas pasadas, esta dinámica se hace en el país a través de buques y contenedores que llegan de países como China.
El segundo, es la exclusión social, problemática que ha generado, como efecto inmediato, la incursión de jóvenes en bandas criminales “porque no hay colegio; porque su posibilidad de universidad es remota, lejana completamente”. También habló del racismo que viven los bonaverenses negros que salen de su tierra, y dedujo que bajo ese escenario “se asoma a un mundo (...) de desigualdad social profunda”.
Por su parte, el ministro del Interior, Alfonso Prada, detalló que el PMU debe cumplir las funciones de tomar medidas oportunas para garantizar la vida y minimizar riesgos; así como identificar los factores de riesgo y establecer las hojas de ruta “buscando llegar a los territorios de manera articulada y eficiente.
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