Proyecto de ley que recorta las vacaciones largas de congresistas pasa primer debate

Sin el aval de senadores como María Fernanda Cabal, pero con mayoría de votos, la iniciativa de Cambio Radical pasará a la plenaria

Guardar

Nuevo

Foto de archivo. Vista general del Capitolio Nacional, sede del Congreso de Colombia en la Plaza de Bolívar de Bogotá, Colombia, 19 de julio, 2022. REUTERS/Luis Jaime Acosta
Foto de archivo. Vista general del Capitolio Nacional, sede del Congreso de Colombia en la Plaza de Bolívar de Bogotá, Colombia, 19 de julio, 2022. REUTERS/Luis Jaime Acosta

Este miércoles 7 de septiembre, en su primer debate, la mayoría de los integrantes de la Comisión Primera del Senado aprobaron la reforma al artículo 138 de la Constitución, con el fin de recortar las extensas vacaciones de los miembros del Congreso de Colombia. De conseguir esta reducción al receso legislativo, los miembros de la Rama Legislativa empezarán a trabajar el 16 de enero de cada año y no el 16 de marzo, como lo han hecho hasta ahora.

La iniciativa fue escrita por el senador del partido independiente Cambio Radical, Carlos Fernando Motoa. Según él, este recorte es una señal de austeridad e igualdad para con la ciudadanía, tal como lo sería un recorte de salarios para él y sus compañeros al nivel de los otros altos funcionarios del Estado. “Seré crítico con ese punto y propondré enmiendas durante los debates para robustecer esta iniciativa que considero necesaria para la reducción de gastos estatales”, aseguró el congresista.

“Recortar el receso legislativo nos daría más tiempo para debatir más iniciativas y para presentar diferentes controles políticos que son necesarios para el país. Es importante generar una mejor percepción ciudadana ante el Congreso y demostrar que tenemos voluntad de autorreformarnos”, dijo el congresista de Cambio Radical.

Por su parte, el senador David Luna, de la misma colectividad política, se mostró feliz y esperanzado por el triunfo de este debate. Explicó que esta reforma constitucional permitiría que “en el Congreso pasemos de tener 8 meses de sesiones ordinarias a tener 10, lo que permitiría más capacidad para ejercer control político y adelantar la gestión legislativa”.

El presidente del Senado, Roy Barreras, dijo que esta propuesta no es de izquierda ni de derecha, sino de confianza de cara a la ciudadanía. Anotó que, técnicamente, no es cierto que los congresistas comiencen a trabajar desde marzo: aparte de que los parlamentarios trabajan constantemente en defensa de los ciudadanos, “el Congreso en los últimos 10 años ha trabajado desde febrero, porque siempre hay sesiones extras y hay que recortar el receso legislativo”. De todas maneras, celebró el triunfo en este debate.

Pese a la arrasadora mayoría de senadores que votó a favor, llamó la atención el argumento que dio la controvertida senadora del partido uribista Centro Democrático, María Fernanda Cabal. “Aquí no se está entendiendo que la labor que hace el congresista es permanente, la gente no sabe la cantidad de proyectos que hay que aprobar, esto es una locura, es esquizofrenia legislativa. Los ciudadanos deben entender que entre más leyes haya, son menos libres”, dijo la congresista.

El proyecto deberá pasar ahora a la plenaria del Senado a su segundo debate. De allí irá a la Cámara, donde tendrá que ser votado en dos oportunidades más antes del 16 de diciembre. Luego, en marzo del 2023, tendrá sus otros cuatro debates.

Es importante mencionar que la reforma que buscan los congresistas no es nueva. La propuesta ya se ha radicado en años anteriores y los mismos miembros del legislativo la hundieron bajo diferentes excusas, entre ellas, que aumentaría el ausentismo: los congresistas perderían su investidura por inasistencias injustificadas en una misma legislatura, ya que las únicas excusas válidas son las incapacidades médicas y los permisos argumentados y aprobados, que generalmente se piden antes de emprender un viaje y con anticipación suficiente.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar

Nuevo