En el mes de julio de 2022 en Colombia se conoció el caso de un hombre que asesinó a su esposa, la desapareció, descuartizó y los restos los puso en cuatro bolsas de plástico. Nadie sospechaba de él, porque según los familiares de la víctima mortal parecía una persona tranquila. 28 años de cárcel recibió el hombre como sentencia por el delito de desaparición forzada y homicidio.
Bogotá, en los últimos meses está teniendo una preocupante ola de violencia en todos los frentes. Desde homicidios hasta conflictos intrafamiliares y en este caso en particular, la Secretaría de Mujer desde el año 2017 ha creado una línea abierta las 24 horas del día para que la mujeres sean escuchadas por otras mujeres y entiendan la problemática desde el otro lado del teléfono.
Desde la creación de la Línea Púrpura en Bogotá, se han reportado alrededor de 111 mil casos de todo clase de violencia hasta junio de 2022. Sólo este año, de enero a junio de 2022, se han recibido 13.253 llamadas, 1.584 llamadas más que el año 2021, es decir un 11 % más.
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Pero las cifras no paran ahí, en un informe del observatorio colombiano de las mujeres evidenció, que en los indicadores de marzo y abril del 2020 se registró un aumento de llamadas efectivas a la línea de atención de violencia en un 142 % con respecto al año 2019, esto independiente que la víctima fuera hombre o mujer; sin embargo, llama la atención que el observatorio señala, que tanto en los datos del 2019 como en los del 2020, más del 90 % de las llamadas por violencia intrafamiliar, fueron realizadas por mujeres.
Sólo el año 2019, la ONU confirmó que 243 millones de mujeres en las edades entre 15 y 49 años de todo el mundo han sufrido violencia sexual o física por parte de un compañero sentimental. Y se estima que esa cifra aumentó durante y después de la pandemia. La ONU también reveló en noviembre de 2021, que una de cada cuatro mujeres no se siente segura en su casa y que el 40 % experimenta inseguridad al caminar en la calle por las noches. Además que una de cada dos mujeres durante la pandemia sufrió violencia dentro de su hogar.
El Secretario General de la Organización asegura que ese lastre se puede evitar con políticas y programas adecuados. “Esto implica que haya estrategias exhaustivas y de largo plazo que aborden las causas profundas de la violencia, protejan los derechos de las mujeres y las niñas, y promuevan movimientos fuertes y autónomos a favor de los derechos de las mujeres. El cambio es posible, y ahora es el momento de redoblar nuestros esfuerzos para que entre todas y todos podamos eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas de aquí a 2030″, dijo António Guterres.
La Secretaría de la Mujer por su parte, ha sumado esfuerzos con diferentes campañas para que las mujeres alcen la voz y puedan denunciar sin miedo. Sin embargo, el miedo sigue siendo la principal objeción. Según una investigación del Gobierno de España de 2019, una mujer tarda en promedio ocho años y ocho meses en denunciar y, la razón principal es por miedo a la reacción del agresor.
La línea Púrpura ha sido la estrategia de la Alcaldía de Bogotá para atender este tipo de casos, con el objetivo que las mujeres denuncien con fuerza la agresividad que están recibiendo no sólo desde sus hogares sino desde el trabajo e incluso desde la calle.
Los datos de El Observatorio de Mujeres y Equidad de Género de Bogotá reveló que hasta el 30 de junio de 2022, 31 mujeres han sido asesinadas, siendo la localidad de Kennedy con la mayor cantidad de casos al reportar 7 víctimas; ha habido 1.591 casos de delitos sexuales de los cuales 194 se reportaron en la localidad de Ciudad Bolívar, seguido de Suba con 176 casos; 3.489 lesiones personales en donde Kennedy es la ciudad donde ocurre la mayor cantidad de este tipo de flagelo con 409 casos y; 7.492 casos de violencia intrafamiliar, siendo Ciudad Bolívar la localidad con más casos reportados con 1.068.
Según el Código Penal, en Colombia hay cuatro delitos sexuales: el acoso, el acceso carnal o acto sexual abusivos con persona incapaz de resistir, los actos sexuales con menor de 14 años y el acceso carnal abusivo con menor de 14 años. El artículo 210-A de esta norma indica que incurre en el delito de acoso sexual “el que en beneficio suyo o de un tercero y valiéndose de su superioridad manifiesta o relaciones de autoridad o de poder, edad, sexo, posición laboral, social, familiar o económica, acose, persiga, hostigue o asedie física o verbalmente, con fines sexuales no consentidos, a otra persona”.
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