Se entregó el pastor José Francisco Jamocó Ángel, señalado por la Fiscalía de haber cometido abuso sexual a sus feligreses

Un juez de control de garantías le había dictado medida de aseguramiento carcelario horas antes de que este acudiera a las autoridades

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Noviembre - 25 - 2015.
Noviembre - 25 - 2015. Bogotá. EdificioFiscalía General de la Nación (Colprensa - Diego Pineda)

Al caer la tarde del lunes, el pastor José Francisco Jamocó Ángel, acudió a las instalaciones de los juzgados de Paloquemao para entregarse de manera voluntaria, así lo decidió el líder religioso luego de que un juez de control de garantías le dictara medida de aseguramiento en centro carcelario por el presunto acoso sexual que habría generado en contra de nueve mujeres.

En la audiencia de imputación de cargos adelantada por el juez 74 de control de garantías, se le ordenó a las autoridades capturar al pastor cristiano para que cumpla con la medida de reclusión intramural en la cárcel Modelo de Bogotá. Sin embargo, sería el líder religioso quien acudiría a las autoridades en compañía de su abogado para asistir al requerimiento judicial.

En el curso de la diligencia, la Fiscalía General de la Nación le imputó al pastor José Francisco Jamocó Ángel, el delito de acceso carnal con persona puesta en incapacidad para resistir. Cargo que no aceptado por parte del pastor Jamocó.

La decisión la adoptó el juez de control de garantías, luego de que considerara los argumentos presentados por la fiscalía, en los que expone cómo el fundador del Centro Cristiano de Alabanza El Shadai, al parecer, persuadía a mujeres en el interior de este lugar para accederlas sexualmente.

El ente acusador expuso ante la justicia que el señalado, presuntamente habría cometido, el delito en contra de nueve mujeres durante los años 2005 y 2009. Lo que para la Fiscalía General de la Nación demostraba una sistematicidad en estos acontecimientos. Dentro de los casos, se vincula el actuar por parte de José Francisco Jamocó, en contra de mujeres mayores de edad y también menores.

Razón suficiente para que el ente acusador solicitara la medida de aseguramiento carcelario por tratarse de un peligro para la sociedad y para las víctimas, toda vez que la fiscalía logró demostrar la inculpabilidad y una sistematicidad en sus maneras de actuar.

Uno de los casos expuestos ante el juez de control de garantías, expone la situación de una mujer que fue contratada para ejercer la labor de recepcionista del Centro Cristiano de Alabanza El shadai. La mujer denuncia que se vinculó como trabajadora en el año 2005, momento para el que el líder religioso, en un principio, José Francisco se mostró muy amable, a tal punto de que le brindó ayuda con subsidios de estudios universitarios para vivienda.

Sin embargo, con el pasar de los meses, el pastor cristiano, al parecer, la habría obligado a practicarle sexo oral en donde tenía instalada su oficina personal. Conforme a la denunciante, también la habría obligado a sostener relaciones sexuales, hechos que se registraron en el año 2012.

Como esta, otras denuncias reposan en el archivo que tiene la fiscalía en este caso, situaciones que comprendían desde obligarlas a sentarse en sus piernas para que, las mujeres, sintieran sus genitales, hasta obligarlas a tener relaciones, aprovechándose de la autoridad espiritual que esta persona tenía sobre sus trabajadoras o feligreses.

La primera vez que se conoció de estas denuncias de acoso sexual, fue por cuenta del proyecto Las Igualadas del periódico El Espectador. El pastor José Francisco Jamocó, tan pronto como le allegó esta publicación, decidió entutelar al medio de comunicación, momento en el que también les solicitaba retirar el video, bajar todos los post en Twitter, Instagram y Facebook, así como eliminar todo el contenido publicado en el diario y además, una rectificación de la información publicada.

Pese a la tutela, el Tribunal Superior de Bogotá declaró la acción improcedente, por lo que el material pudo continuar en línea y se dio continuidad al procedimiento judicial, tras las denuncias reportadas.

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