Es la quinta vez que el tribunal de la Justicia Especial para la Paz, JEP, intenta interrogar a la senadora del Pacto Histórico, Piedad Córdoba, para que rinda testimonio de lo que sabe acerca del magnicidio del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado, asesinado cuando salía de la universidad Sergio Arboleda el 2 de noviembre de 1995.
Esta vez, el tribunal programó la diligencia para el próximo 20 de septiembre y se realizará de manera presencial con la participación de las víctimas acreditadas en el proceso, que podrán hacer preguntas.
En las ocasiones anteriores, las diligencias se aplazaron por solicitud de la senadora debido a su estado de salud, así que esta es la quinta citación del alto tribunal para obtener su testimonio. En la primera citación, el abogado de la familia, Enrique Gómez, también pidió aplazar la diligencia y que se llevara a cabo después de las elecciones presidenciales. La diligencia más reciente, que estaba programada para el pasado 9 de agosto, tuvo que ser aplazada después de que la senadora fuera internada en Medellín.
Córdoba ha dicho en diferentes ocasiones que tiene información que comprobaría que la antigua guerrilla de las FARC fue la autora del asesinato del líder conservador, por eso la JEP la citó a rendir indagatoria, y además está recolectando información y testimonios para determinar si asume o no la competencia en este caso. Por eso, exjefes guerrilleros también tendrían que dar información al respecto.
Previamente, Piedad Córdoba ya había entregado una entrevista de carácter judicial ante la JEP sobre el caso en marzo de 2020, pero la diligencia deberá repetirse por no haber contado con la participación de las víctimas, en este caso, los familiares de Gómez Hurtado.
Julieta Lemaitre fue la magistrada que en ese entonces no permitió el acceso a las víctimas, a pesar de que el procurador encargado solicitó reprogramar la audiencia para que estuvieran presentes y pudiesen hacer preguntas.
“Es una etapa muy temprana y la sala ha hecho un esfuerzo permanente por darle la garantía de la participación a las víctimas, incluso más allá de lo que exige la norma, porque en caso de una entrevista de este tipo no hay participación de las víctimas, en principio”, argumentó la togada en ese momento.
Para la familia de Gómez Hurtado, en aquella audiencia no se les permitió interrogar a Piedad Córdoba, por lo que consideraron que se les vulneró su derecho al debido proceso. Ahora, gracias a un fallo de tutela de la Sección de Ausencia, la senadora deberá responder a las preguntas que le hagan los representantes de la familia.
El caso se reactivó porque el senador Carlos Antonio Lozada, también conocido como Julián Gallo, que perteneció a las FARC, aseguró que el secretariado de la antigua guerrilla planeó y ejecutó el asesinato de Gómez Hurtado. Para tal fin, fueron contactadas milicias que delinquían en Bogotá. Según contó, todos ellos habrían sido asesinados para que no contaran la verdad de los hechos. Sin embargo, para los familiares esta versión presenta muchas incongruencias y contradicciones frente al tiempo, modo y lugar.
Por otro lado, el exlíder guerrillero no ha aportado ninguna prueba para soportar su versión, y los afimiliares de Gómez Hurtado aseguran que hay evidencias suficientes para comprobar que las Farc no participaron ni tuvieron conocimiento del crimen del líder conservador, además, que había varias personas interesadas en atentar contra su vida, entre ellas, el expresidente Erenesto Samper Pizano.
Por eso, el testimonio de Piedad Córdoba resulta ser tan importante. En la audiencia que tuvo previamente, entregó delicadas declaraciones, teniendo en cuenta su cercanía con algunos de los líderes de la extinta guerrilla.
“Yo fui muy cercana a ‘Iván’ y a ‘Santrich’ (…) fui muy amiga de ellos, no entiendo por qué a mí no me habían contado”, aseguró la política. Pero, incluso, se atrevió a dar nombres de personas que, según ella, ya sabían quiénes habían asesinado al líder conservador. “Sabía Iván Cepeda; sabía este tipo, Cristo; sabía (Juan Manuel) Santos; sabía el tipo este que les dije, ‘Timochenko’”, aseguró.
Córdoba aseguró que Santrich le habría contado a las personas anteriormente mencionadas sobre el magnicidio, aunque también dijo que el guerrillero tenía muy mala relación con Santos. Otras personas que también tendrían conocimientos sobre los hechos son Ernesto Samper y el presidente de la Comisión de la Verdad, Francisco de Roux.
“Yo me fui a hablar con (Ernesto) Samper y se quedó mirándome como que está loca, yo dije: pero tan charro, estoy diciendo quién fue, que los van a ‘clavar’ a ellos y todavía cree que yo estoy loca, y entonces ya después me confesó que sí, que él había llamado a Pablo Catatumbo, que había estado averiguando, que el padre De Roux también sabía del asesinato por parte de las Farc, y bueno, ya se desenvolvió todo”, declaró ante Noticias RCN en marzo de este año.
Pese a todas estas declaraciones, la diligencia deberá repetirse con los familiares de Álvaro Gómez Hurtado presentes.
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