Encabezados por la ministra de ambiente, Susana Muhamad, en compañía por la de la directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, Yolanda González Hernández, y demás entidades de riesgo y prevención, nuevamente se está alertando por lo que significaría este segundo semestre de lluvias en Colombia. El gobierno nacional presentó la campaña ‘En la juega con la lluvia’, que busca educar a la población, además de prepararla en caso de alguna afectación o desastre.
Para la ministra Muhamad hay una preocupación por el deterioro ambiental del país, además que existe mucho desorden en temar territoriales y de afectación a los ecosistemas, y esto ha impedido que se realicen los mapas de riesgo para prevenir las contingencias.
El tema surge porque los cálculos que manejan las autoridades es que las precipitaciones que se avecinan, además que se extenderán hasta principios del 2023, pueden tener una gran intensidad, ya que podría ser aún más fuerte de lo que ya se vivió, dejando aún más afectaciones de las que ya se han registrado.
“Debemos avanzar en el trabajo social y de coordinación en las regiones, con las autoridades, para que el país se prepare ante posibles riesgos que se avecinan. Los mapas de riesgo o de amenaza no están siendo suficientes, deben reforzarse. Las comunidades en territorio, en articulación con alcaldes, tienen el potencial de generar procesos de prevención, y el presidente Gustavo Petro ha ordenado que así sea, de ahí que también haya ordenado la instalación de los Puestos de Mando Unificado (PMU). Tenemos que estar preparados, porque estos eventos extremos no serán la excepción, sino que seguirán presentándose por la crisis climática”, declaró la ministra de ambiente.
Según explicó Muhamad, las lluvias extremas que posiblemente se verán en el país, pueden ocasionar que lo que llueve en un solo día sea la cantidad de agua que normalmente caería en una semana; obviamente esto traerá consecuencias, que pretenden ser mitigadas con los planes de prevención y acción.
En la región Andina se ha visto una reducción de las precipitaciones, pero aun así se siguen presentando lluvias, por eso, desde la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, tienen emitida la alerta en todo el país, prácticamente, pues, a la fecha, van 454 municipios afectados, de los cuales 131 se han declarado en calamidad pública.
“La proyección indica que estos 131 municipios que están en calamidad pública podrían triplicarse, si los que se encuentran en alerta roja se convierten en eventos, daños, pérdidas y damnificados. Tenemos que hacer un esfuerzo con el apoyo departamental y el apoyo decidido del Gobierno Nacional, para tomar acciones de prevención con el fin de que no aumente este número”, señaló el director de la UNGRD, Javier Pava.
Todo esto tiene que ser tenido en cuenta por inundaciones, crecientes súbitas y deslizamientos de tierra, hay zonas en estado muy crítico como: La Mojana, el oriente de Boyacá, el centro de Antioquia, entre muchos otros.
Se prevé que para octubre se den las lluvias más fuertes e intensas, según los análisis climatológicos, por eso, la estrategia ‘En la juega con la lluvia’, buscan que las personas estén atentas a: grietas, inclinaciones de viviendas, puentes o vías.
Otro punto que reseñan es aprovechar los días despejados para adelantar las labores de mantenimiento y limpieza, refacciones de techos, tejas y demás piezas que puedan ser arrastradas por corrientes de viento y agua. Se recomienda asegurar y revisar las estructuras, evitando los colapsos.
Pero, principalmente se le está pidiendo mucha precaución a las personas, además, que estén listos porque las lluvias no se han acabado, y no pasará al menos en este 2022.
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