El pasado viernes 2 de septiembre, las autoridades reportaron el asesinato de siete policías en la vereda Corozal del corregimiento de San Luis, zona rural de la capital del Huila, este hecho de dolor consternó al país, sin embargo, hasta las horas de la noche de dicho día, no había registro sobre uno de los uniformados que hacía parte de grupo atacado, situación que se aclaró tras varias llamadas y la milagrosa supervivencia del mismo.
Como un milagro ha sido catalogado este hecho, pues el cruel bombardeo y ataque con armadas de alcance arrasó con todo a su paso, incluyendo la vida de los jóvenes auxiliares que tripulaban la camioneta de la Policía Nacional, que quedó totalmente destruida, además de la dantesca que escena que dejaba ver los cuerpos de los uniformados alrededor del lugar del ataque.
Gustavo Alberto Esquivel Rojas, es el nombre del auxiliar que sobrevivió a este repudiable ataque, su historia marcada por el dolor de ver sus compañeros morir hace parte del relato de las autoridades, pues el comandante del Gaula Militar del Huila, Mayor Ricardo Calderón Cárdenas, explicó como se dio la primera comunicación con Esquivel, quien tras una llamada desconocida, avivó la esperanza de vida de sus superiores y familiares.
El Mayor Calderón sustuvo:
“Después de recibir la información del lamentable suceso a partir de las 14:30 horas, recibimos una orden del comando de la Novena Brigada de enviarnos con un destacamento al lugar de los hechos, inicialmente, un destacamento llega a la parte más alta sobre el sector, aproximadamente a 7 km del punto. Me quedo con un destacamento articulando con Policía Nacional en el municipio de Palermo, más exactamente en la estación policía, esperando informaciones y ver cómo se desarrollaban las actividades en el punto”.
Tan pronto se dio aviso para el despliegue de tropas, la situación fue confusa y colmada por la incertidumbre, empero, sorpresivamente, una uniformada recibió información vía WhatApp que indicaba que Esquivel aún estaba con vida y no estaba entre las víctimas del atentado, pues inicialmente se especulaba sobre la muerte de ocho policías.
“A partir de las 19 horas, un auxiliar de la policía empezó a recibir llamadas vía WhatsApp y mensajes vía WhatsApp del joven auxiliar que no sabíamos que estaba todavía con vida, eso nos da una luz de esperanza para enfocarnos en la ubicación del mismo; ya sobre las 22 horas aproximadamente, el joven nos empieza a dar información de que venía subiendo, no nos dijo exactamente en qué vehículo y se activan los cierres”, explicó el comandante del Gaula.
Según el relato del uniformado, tan pronto sintió la explosión, intentó defenderse y buscó una ruta de escape junto a su compañero, no obstante, este falleció. Esquivel se lanzó por un caño y descendió hasta algunas fincas vecinas en las que no lo ayudaron, no obstante, según las autoridades un “ángel” apareció, fue un anciano que lo resguardó y le prestó algunas prendas para cambiarse e intentar comunicarse con la central.
Tarde de la noche, Esquivel pudo concretar el contacto con las tropas del Gaula y fue rescatado bajo un importante protocolo, para luego ser llevado bajo custodia a Palermo y desde ahí, ser remitido a la capital del Huila para ser atendido por especialistas.
El comandante Ricardo Calderón destacó: “Efectivamente, siendo las 22:45 horas aproximadamente, tropas del Gaula Militar de la Novena Brigada tomamos contacto con el joven físicamente, es transportado en una camioneta al municipio de Palermo y hace el trasbordo a la ambulancia donde se le prestan los primeros auxilios por parte de la Policía Nacional y ya es llevado al hospital militar de la ciudad de Neiva”.
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