A dos días de que Gustavo Petro complete su primer mes como presidente de la República sigue sumando polémicas en su prontuario. Esta vez, las redes sociales se volcaron en su contra al asegurar que el dictador chileno Augusto Pinochet había revivido luego de que los ciudadanos de ese país rechazaron la nueva Constitución que propuso el jefe de Estado, Gabriel Boric.
“Revivió Pinochet”, escribió el presidente colombiano en su cuenta de Twitter. Y añadió: “Sólo si las fuerzas democráticas y sociales se unen, será posible dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrir las alamedas democráticas”, concluyó el primer mandatario.
Estas declaraciones causaron indignación en diferentes sectores, incluidos los de la oposición y la derecha política. Algunos de los representantes de esas corrientes, incluso, le recordaron al presidente Petro cuando criticaba con vehemencia que políticos colombianos se inmiscuyeran en las decisiones de otras naciones.
La vieja publicación del hoy mandatario colombiano data del 2017, cuando empezaba a calentar motores para su segunda campaña presidencial, en ella exhortaba a respetar las leyes colombianas. Para varios de los tuiteros, esa publicación es muy diferente a lo que hoy opina como primer mandatario.
“Nuestra Constitución le ordena a nuestro presidente respetar la autodeterminación de los pueblos como nuestra política exterior”, señalaba Petro hace cinco años.
Las reacciones, además, tampoco esperaron. Varios detractores del presidente como la senadora María Fernanda Cabal le refutaron por su polémica afirmación: “Pinochet está muerto. Como Franco. Lo revive el imaginario socialista para crear fantasmas y destruir la única posibilidad de ser libres: coherencia y sentido común”, señaló la congresista uribista en Twitter.
Otro que también criticó a Petro fue el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa: “En Chile hoy tienen mucho más claro que los países no resuelven sus problemas con promesas facilistas, progresan solamente con buena gerencia, creando condiciones favorables a la inversión privada, incluyendo la minería responsable, cumpliendo la Ley. Que el Pre Petro tome nota”, dijo el exmandatario.
Como estos, varios otros políticos la emprendieron contra el político colombiano. Sin embargo, no es la primera vez que, en menos de su primer mes como presidente, Petro se mete en la política internacional. La semana anterior, precisamente, también lanzó opiniones sobre el proceso de presunta corrupción que podría llevar a 12 años de cárcel a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.
Petro firmó una carta con sus homólogos de Argentina, Alberto Fernández; de México (Andrés Manuel López Obrador) y de Bolivia (Luis Arce), donde aseguraban que Kirchner era una persecución contra ella: “Dicha acusación tiene como objetivo apartar a Cristina Fernández de Kirchner de la vida pública, política y electoral, así como sepultar los valores e ideales que representa, con el objetivo final de implantar un modelo neoliberal”, señalan los presidentes en una carta difundida en rede sociales.
Luego de que esa carta se viralizó el internet, varios internautas colombianos se volcaron contra el presidente Gustavo Petro por la supuesta intromisión que él estaría teniendo en la política extranjera. Incluso, varios ciudadanos aseguraron que el mandatario no la respaldaba por la supuesta “persecución judicial”, sino por un supuesto espaldarazo ideológico.
Incluso, hubo quienes le recordaron a Petro que en 2020, cuando empezaba con su muy anticipada campaña presidencial, cuestionó al exvicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, por respaldar a Álvaro Uribe en el proceso judicial y legal que enfrenta en Colombia por fraude procesal y manipulación de testigos.
“Como el ex presidente Urbe está bajo arresto domiciliario, nos unimos a todas las voces amantes de la libertad en todo el mundo para pedir a los funcionarios colombianos que permitan que este héroe, que recibió la Medalla Presidencial de la Libertad de los EE. UU., se defienda como un hombre libre”, señaló el vice de Donald Trump, comentario que fue duramente criticado por el entonces senador Gustavo Petro.
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