El próximo miércoles 7 de septiembre la Fiscalía General de la Nación le imputará cargos al prófugo coronel Benjamín Núñez, quien estaría implicado en el crimen de tres jóvenes en el corregimiento de Chochó, Sucre.
El uniformado, que actualmente tiene circular roja de Interpol, se le acusará por dos delitos: privación ilegal de la libertad y homicidio. Vale indicar que de acuerdo con los testimonios de varios uniformados, Núñez fue quien disparó contra los tres jóvenes que, una vez fallecidos en un centro asistencial de la zona, fueron presentados como integrantes del Clan del Golfo en operaciones respuesta al ‘plan pistola’ liderado por esa organización criminal.
La defensa del excomandante operativo de la Policía en Sucre insiste en que este no se encuentra huyendo de la justicia más allá de haber salido del país mediante un vuelo tomado desde Cartagena hasta Panamá y de allí a México, donde estaría residiendo; en cambio, afirma que se encuentra “esperando garantías”. Sumado a eso, Ever Núñez, su hermano, coincide con los abogados en que el policía destituido no está prófugo.
“Él ya ofreció su versión y no está fugado. Cuando tenga las garantías se presentará (…) Él no está huyendo, se está resguardando de una amenaza que tiene la delincuencia contra él. Es información que tiene la inteligencia de la Policía de Sucre”, dijo Núñez a Blu Radio a mediados de agosto. Concretamente, esa versión que menciona sí fue entregada por el coronel sí está en conocimiento de las autoridades, solo que está sin sonido.
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La declaración que sí tiene sonido es la entregada por varios uniformados testigos del hecho y conocida por Vorágine el pasado 14 de agosto. En esa versión, uno de ellos precisa que el alto mando les disparó a Carlos Ibáñez Mercado, José Carlos Arévalo y Jesús David Díaz Monterroza en la parte trasera de una patrulla el pasado 25 de julio, día en que también fueron abordados y aprehendidos.
En el video de la declaración, uno de los uniformados indica que el alto mando le disparó a uno de los jóvenes, y posteriormente, “el cogió y les dio otros dos tiros a los otros dos que estaban ahí, y nosotros sin decir nada en el momento. Y callados, con miedo, por alguna represalia del mando, de pronto de cualquiera”. Además, involucró a otros policías, como la subteniente Camila Buriticá Valencia, quien fue capturada el pasado 22 de agosto e imputada por los delitos de homicidio agravado en concurso heterogéneo y sucesivo con privación ilegal de la libertad.
En la audiencia de imputación, llevada a cabo el pasado 24 de agosto, el ente de control acusó al Patrullero Jesús María Bolaño, quien iba conduciendo la unidad policial, de los delitos de homicidio agravado en concurso homogéneo y sucesivo, en concurso heterogéneo con privación ilegal de la libertad, y ocultamiento y destrucción de elementos materiales probatorios.
En la diligencia, la Fiscalía detalló que posterior al triple crimen, Bolaño contrató a una persona para que ocultara los orificios que quedaron en el vehículo luego de los disparos efectuados por el coronel Núñez para acabar con la vida de los tres jóvenes. Otros cuatro uniformados fueron imputados con el delito de tortura agravada en concurso homogéneo y sucesivo. Los policías no aceptaron los cargos.
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