Desde que comenzó el gobierno del presidente Gustavo Petro se ha tenido mucha incertidumbre por lo que puede ser la nueva reforma tributaria, los gremios y sectores empresariales, laborales y la sociedad en general está en vilo, pues aunque el mandatario y su ministro de hacienda, José Antonio Ocampo, han asegurado que la normativa tocará solamente a las clases más altas, en su momento dijeron algo así como que son unas 4 mil personas, cuyas fortunas son las más grandes de Colombia; no obstante, la realidad es que el cambio afectará a la ciudadanía en general, tanto ricos como pobres.
No es fácil, claro está, el tema tributario puede llevar a generar amores y odios, recordemos el motivo por el que estalló el último paro nacional, que no solamente generó un estallido social por casi un mes, le costó el puesto al entonces ministro de hacienda del gobierno de Iván Duque, Alberto Carrasquilla, hoy en la junta directiva del Banco de la República, además que su propuesta se cayó por completo, al punto que nunca se presentó un documento formal con dicha iniciativa.
Las cosas con la reforma propuesta con el ministro Ocampo son diferentes, aunque en ciertas materias concuerdan con esa última que se hundió, pero, la aceptación que ha tenido, por lo menos no ha generado un estallido social, además que viéndolo desde el costo político es muy acertada, principalmente por el momento, pues este gobierno, recién posesionado, tiene a su favor la mayoría del electorado.
Viéndolo desde ese punto de vista, podría decirse que la forma como se vendió la reforma, fue acertada, así lo considera el doctor en ciencias políticas de la Universidad de los Andes, Javier Fernando Torres Preciado, quien aseguró que esa iniciativa tiene esos visos progresistas que fueron la bandera de campaña de Gustavo Petro:
“Sin importar el gobierno que hubiera ganado, o el candidato que hubiera llegado a la presidencia, todos tenían que hacer una reforma tributaria para cubrir el déficit y para gasto social; entonces, esta reforma, se hace la intención del modelo del país que representa cada uno de esos, o que representaba cada uno de esos candidatos. Ganó el candidato que más estaba a la izquierda, entonces ahí ya uno podría pensar o puede creer que es una reforma que tiene visos progresistas. Es indiscutible que la reforma busca recaudar, en el primer año, 25 billones y a lo largo de los cuatro años alrededor de 50; sin duda alguna tiene visos de progresividad en muchos temas, hay otros temas en los cuales, se está debatiendo, por ejemplo, gravar algunos alimentos que que se consideran nocivos para la salud (...) esta reforma se ha vendido con la fórmula de: acá le vamos a llegar al 1% más rico la población, más o menos 34.000 personas, ese es un punto, digamos, a favor de esta iniciativa y lo segundo, es un gobierno que apenas comienza, con legitimidad y respaldo popular”.
Pero en materia económica, la realidad es que todos los colombianos van a terminar asumiendo esta nueva política tributaria, por que invariablemente si se afectan productos, servicios y/o empresas, el consumidor final terminará asumiendo el gravamen. Así lo explica un viejo conocido de los ministerios de hacienda, que además fue de los redactores de las últimas reformas tributarias, las 5 pasadas, hablamos del economista, consultor y profesor, Germán Machado, que destaca que el objetivo que se busca es bueno, pero, tal vez los mecanismos para alcanzar los montos o ideas no son los más adecuados:
“Aspiracionalmente es una buena meta de empezar por ahí, creo que en general que los objetivos que se trazaron son adecuados, son favorables, son positivos; lo que creo es que dentro de los mecanismos, ya cuando uno entra el detalle de cómo está planteado determinada medida, determinado impuesto, ahí hay varias cosas, varios frentes, donde hay espacio para mejorar y para ajustar, pero, en general, el paquete completo parece estar mejorando la equidad, y ese es un objetivo bueno”.
En los últimos días lo que sigue asegurando el gobierno nacional es que los que más tienen son los que asumirán el pago de esta tributaria, pues en teoría, los que ganen más de 10 millones de pesos, serán los que tienen que contribuir, de mayor manera.
Esta es la tabla para entender como es que se hará los gravámenes, según la propuesta:
Para el abogado especializado en tributación y contador, Leonardo Contreras, el impacto será muy significativo, principalmente para las industrias extractivas:
“Van a sufrir, digamos un un tema tributario complejo porque la regalías que ellos deben pagar por eso no es potestativo, sino que es obligatorio por explotar el suelo colombiano, que es del Estado colombiano, por lo tanto tienen que pagarle al Estado esas regalías, que antes eran deducibles. Lo que se está planteando es que no van a ser deducibles, con eso que se logra, o que logra el gobierno, es que no sea tan rentable hacer la explotación y exploración de estos recursos de estos recursos. Tiene que ser un tema muy bien pensado, pero inclusive, por mejor estructurado que esté, si no dejan deducir del Impuesto sobre la Renta, las regalías va a ser un tema un tema bastante complejo y pues eso estaba anunciado; que se va a incentivar en este gobierno las energías limpias, entonces, obviamente que ante la explotación de petróleo por recibir combustibles fósiles, o gas, lo que se está planteando es: vía tributaria, colocarle más puestos, no es que apareció un impuesto a la extracción, no, pero, cuando no me dejan deducir esto, que mal o bien son necesarias, para este sector va a afectar los resultados de las compañías que se dedican a estos temas”.
Pues a propósito, Germán Machado considera que aunque la idea, o pretensión de esto es bueno, por que promueve la equidad, el mecanismo, o manera, tal vez, no es el más adecuado para realizarlo.
Hablando de este punto el tema de la inversión extranjera siempre fue muy cuestionado durante la campaña de Gustavo Petro, ahora, con la reforma, sigue en vilo, pues existe ese temor que lo extranjero deje de interesarse por el país, a pesar que el actual gobierna ha dado muestras para la tranquilidad empresarial, de hecho, por eso fue el nombramiento de José Antonio Ocampo.
No obstante, la realidad es que este tipo de medidas, principalmente en la forma como se busca gravar a las empresas, para el experto y profesional en comercio internacional, Willian Farid Barreto Hernández, puede considerarse como un castigo a ese sector productivo:
“Ese paquete de medidas muy posiblemente va a ser recortada en el Congreso, tal vez sí tal vez no, entendiendo, pues que hay mayorías en el Gobierno, en el Congreso, que son afines al gobierno, habrá que esperar a ver que va a quedar de esa reforma tributaria, de tal manera que los inversionistas tengan una certeza sobre cómo operar, digamos que en este momento otra vez volvemos a un instante parecido a lo que sucedió hace meses cuando había inquietud por parte de los inversionistas sobre el punto de vista tributario para tomar decisiones económicas, sobre invertir o no invertir en este país. Yo lo que considero es que. en este momento. los inversionistas están esperando para saber en qué camino pisar, en este momento no lo saben, cierto, todavía nadie lo sabe, (...) los empresarios colombianos no pueden salir a decir vendo y acabo el negocio y me voy, ¿Qué van a tener que hacer? pues si a ti te suben los impuestos por equis productos y eso me va a ser más caro, pues voy a tener que trasladarle ese valor, que me están cobrando a mí, al consumidor; finalmente, lo que yo considero que va a pasar es que el precio de algunos productos va a aumentar, y muchos dejaremos de consumir esos productos, porque pues nos va a pegar en el bolsillo, entonces dejaremos de comer un producto que valía 100 por un producto que vale 70″
El tema de la evasión es otro de los puntos más fuertes de la reforma, precisamente se estima que si no fuera por evasión, el país podría recaudar más de 80 billones de pesos, no obstante, las entidades como la DIAN, y demás, no tienen las formas o recursos para lograr generar ese control sobre la tributación, a pesar que en los últimos años ha mejorado.
En este punto, y es un tema con el que ha trabajado directamente, Germán Machado considera que a pesar de la intención y el esfuerzo del gobierno nacional, de 25 billones que se pretenden recaudar, más o menos se logren 15 billones, precisamente por el tema de la evasión.
“Esta propuesta tributaria no solamente menciona el tema anti - evasión, sino que le da al presidente Petro la posibilidad de ajustar la planta de la DIAN, cambiar la estructura y cambiar su funcionamiento para atacar de manera más decidida ese tema de anti - evasión, que si es un problema muy grande; la evasión tiene, en todo caso, en las cifras una dificultad, a la hora de estudiarlas y analizarlas y es que es una meta, digamos aspiracional, es decir que uno dice, oiga, hay una gran evasión y la DIAN va a intentar disminuir esa evasión, las metas a veces se logran y a veces no se logran, entonces, eso no es un número cierto, o sea, no es un número que vaya a ser, pero que si pues es muy importante seguir atacando. Si es verdad que las cifras sugieren que hay un componente muy alto de evasión y que gradualmente la DIAN sí puede ir aumentando su capacidad operativa para disminuirla, posiblemente sí podría terminar generando otro componente parecido a 20 - 25 billones, adicionales, con los esfuerzos anti - evasión a lo largo del periodo del presidente”.
Las cifras pueden ser muy escandalosas, no obstante, por ejemplo, Willian Barreto asegura que luchar contra la evasión podría ser una mejor estrategia, en vez de gravar o cambiar los montos que ya se tenían; además, que eso se refleja en que los colombianos no pueden ver, realmente, en que se destinan estos recursos, ya que se pierden por la evasión, o por la corrupción:
“Este país anualmente por corrupción y por evasión pierde entre 50 y 80 billones de pesos al año, esos son dos reformas tributarias o tres reformas tributarias, entonces, desde mi punto de vista el problema o la solución no es cobrarles más impuestos a los que ya viene pagando impuestos, aquí lo que debería hacer el país es hacer unos esfuerzos grandísimos para controlar la evasión de impuestos, que ahí es donde está el problema, creo que los impuestos que tenemos son suficientes, pero de nada nos sirve recaudar impuestos si los perdemos por tema de la corrupción. El asunto es que desde mi punto de vista, estamos castigando a empresarios y a personas que pagamos impuestos y que se los van a subir más. La solución es buscar por dónde se están escapando esos ingresos, por así decirlo”.
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Obviamente el tema de la reforma es sumamente extenso, pero, dentro de los puntos más relevantes, está la inclusión de impuestos a comida chatarra y bebidas azucaradas, una larga pelea, que al finalizar la administración Duque, lo que dejó fue los sellos de identificación, para que el consumidor conozca esos alimentos que compuestos e ingredientes contienen, y en que cantidades.
Acá la especulación sigue siendo el punto de referencia, para algunos, la medida realmente si va a desincentivar el consumo de estos productos, mientras que otros consideran que a pesar del incremento, de alguno u otra manera se van a seguir adquiriendo. En este punto el doctor Torres Preciado señaló que en México, estas disposiciones si han surtido un buen efecto:
“Los impuestos a las bebidas a las gaseosas y a los ultra procesados son impuestos de carácter extra fiscal, ¿Qué significa? que el Estado no lo requiere o no lo motiva el recaudo que vaya a salir de eso, no es lo que lo mueve, obviamente va a recaudar unos montos significativos, pero, con eso sí se logra que varias personas se abstengan de consumir esos productos. Al abstenerse de producir esos o consumir esos productos, pues muy seguramente va a repercutir en un tema de salud pública. (...) Es una medida interesante no es novedosa, en otros países se da, fíjate que México tiene impuesto a las bebidas azucaradas y parece ser. por lo que cuentan los colegas de allá, que el tema ya lleva varios años y funciona”.
Claro está que se ha dicho que estos alimentos se consideran como el sustento básico de los estratos bajos, además, son base para muchos negocios, de estas comidas, por lo que lógicamente sentirán, muy severamente, este cambio, pero, que finalmente lo terminarán pagando.
“El impuesto por ejemplo de ultra procesados no está teniendo mucha acogida y no está teniendo mucha acogida y eso probablemente va a obligar al gobierno nacional a moderar un poco su propuesta a elegir algunos artículos que sí o que no o a modificar la tarifa o definitivamente a eliminar esa propuesta (...) es complejo porque no hay como una línea muy clara de sustitución de las personas, es decir, las personas de bajos ingresos tienen este tipo de productos con más fuerza dentro de su canasta familiar, y claro, lo que uno quisiera es que probablemente todos dejáramos de consumir productos nocivos, nos moviéramos hacia modelos más saludables, pero, es verdad que las personas que más bajos ingresos tienen eso más difícil. Entonces mientras no lo tengan tan fácil, hay que una de dos: o no inventarse este impuesto, o tal vez, plantear una figura parecida a la devolución del IVA y es decirle a las personas más pobres que me pagan este impuesto, voy a tratar de compensarles la carga que les estoy poniendo, por su estilo de vida, mientras no haya alternativa, pues eso es básicamente castigarle su día a día y eso me parece complicado”, declara el economista Machado
Son 130 páginas, con 69 artículos que buscan cambiar la política de tributación, claro está, en este análisis se quedan por fuera muchos temas: 4 x 1.000, cambios en los modelos de facturación, los cagues al oro, entre muchos otros; no obstante, el gobierno está a pocas semanas de recibir una respuesta por parte del Congreso de la República, corporación que define si se aprueba, o no la iniciativa presentada por el ministro José Antonio Ocampo, con mensaje de urgencia.
Aún así los diálogos y los debates entre los sectores se han quedado cortos, de hecho han sido pocos, en cierto sentido es lógico pensar esto, son 51,6 millones de colombianos que se verán involucrados y afectados por la reforma, aunque no lo hayan vendido así; por esto, se hace imposible complacer a todos, pero, en cierta manera, las agremiaciones y sectores económicos, al igual que los analistas consultados por Infobae consideran que falta mucho diálogo y concertación, que a la larga, volverá a cambiar, pues es imposible que se apruebe todo lo propuesto, que generará, obviamente, ajustes, eliminaciones o agregaciones a la misma.
Para el abogado tributarista Leonardo Contreras, es necesario que la reforma termine siendo mucho más específica con las sociedades:
“Es un acierto no tocar el IVA eso es un acierto porque mira que la reforma de Carrasquilla digamos que eso fue la tormenta perfecta porque él toco el IVA que es un impuesto directo, y te vas a meter la mano en el bolsillo (...) Yo creo que le faltó ser más específico, para las sociedades porque está limitando unos beneficios de las sociedades, me pareció muy tibio, sin embargo, no podemos desconocer que el gobierno dijo que no iba a a a modificar el tema de las sociedades, pero, para mi gusto, me pareció que para las personas naturales va a ser muy fuerte y repito, uno tiene que mirar de cara al principio de no confiscación. Sí, ahí no, no quiero decirte que es confiscatorio no hay que chequearlo hay que chequearlo y lo otro parece que a las empresas sí les deberían haber dejado como más claro. Hay unos temas que muy seguramente se deben afinar en los debates que se haga, pero pero sabes algo, yo creo que tiene mucha vocación de prosperar esta esta reforma contra todo pronóstico”.
Para el experto en comercio exterior, Willian Barreto, la reforma fue muy completa y necesaria porque contempló aspectos y parámetros que nunca se implementaron, no obstante, el tema de la evasión es fundamental para no tener que seguir aumentando o creando los impuestos:
“Se deben implementar unas estrategias para evitar la evasión y que se los impuestos que pagamos todos los colombianos no se pierdan; de manera que se eviten es tipo de evasiones de impuestos, para tomar los correctivos, insisto, desde mi punto de vista hay que trabajarle más a evitar la evasión y que se pierdan los impuestos, en vez de cargarle impuestos mayores a los empresarios, me parece que eso desestimula los empresarios para seguir haciendo empresa. Creo que todo el mundo pagaríamos impuestos, así no nos gusten, pero pagaríamos con más gusto si vemos que esos impuestos que nosotros pagamos no se pierden, o no se los roban”.
Para que profundice, y debería tomarse el tiempo, a continuación podrá conocer el texto completo de la reforma tributaria:
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