Deficiencia social o acoso: el debate por joven autista señalado de acosar a cinco mujeres en universidad de Bogotá

Aunque el proceso en la institución lo protegió, los señalamientos en su contra son evidentes entre los estudiantes

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Universidad Sergio Arboleda, en Bogotá
Universidad Sergio Arboleda, en Bogotá

Un grupo de estudiantes de la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá sintió vulnerados sus derechos por el comportamiento de un joven, en la instalaciones de la institución y lo denunciaron por acoso. Grupos feministas han pedido su expulsión hasta el punto de suspenderle las clases. Pero la familia señala que se trató de una respuesta espontánea derivada de su condición autista.

El caso se registró a mediados de agosto, cuando a través de redes sociales, estudiantes anónimas publicaron fotografías del joven en la cafetería de la universidad, asegurando que se había, supuestamente, masturbado al ver un grupo de mujeres. En las imágenes se veía a un hombre guarecido tras su morral, pero en la denuncia se hicieron comentarios ofensivos, de rechazo e invitaban a compartir su cara.

Después del señalamiento, según conoció Blu Radio, las denunciantes escalaron el caso a las directivas con la asesoría de un abogado y el joven fue suspendido. Sin embargo, la familia desmintió que se hubiera tratado de un caso de acoso y solicitaron que se comprenda su proceso de inclusión como joven autista.

El joven se llama Santiago Sánchez, tiene 19 años y estudia música en la Universidad Sergio Arboleda. Lleva tres semestres en la institución, según el diario El Tiempo que contó su historia, donde cursa sus estudios con una carga académica de la mitad de los créditos, hace parte del programa especial de la institución y para ese momento estaba en medio del proceso terapéutico para realizar sus actividades sin acompañamiento permanente.

Santiago padece un trastorno del espectro autista de alto funcionamiento (TEA) desde muy pequeño, según el diario citado. Ha recibido terapia para poder comunicarse y realizar otras actividades, en el bachillerato tuvo acompañamiento de especialistas y, tras graduarse, decidieron continuar con su proceso para alcanzar estudios profesionales.

El pasado 16 de agosto, cuando ocurrió el caso de presunto acoso en la universidad, los profesionales que lo acompañan lo habían dejado solo como parte del proceso de desarrollo personal, debido a que estar siempre junto a un psicólogo cognitivo puede dificultar que se relacione con más personas de su entorno académico.

Pero el intentó fracasó y llevó al joven y a un grupo de estudiantes a una difícil situación: un presunto acoso sexual.

Ángela Sánchez, coordinadora de discapacidad de Santiago, ha dicho en medios de comunicación (Blu y El Tiempo) que no se trató de un caso tal. De acuerdo con su explicación, el joven vio a dos estudiantes besándose y eso produjo un estímulo en su cuerpo que lo llevó a tocarse sus partes íntimas, en una reacción espontánea, pero no se masturbó como señalan las denunciantes.

Su trabajo para poder tener una inclusión social comprende conocer los códigos sociales de conducta y las formas de relacionarse con los demás. Incluso, los especialistas consideran que si tuviera amigos cercanos podría haber recibido un consejo en ese momento, pero es en esa autorregulación en la que trabajan durante las terapias.

Las jóvenes que se sintieron vulneradas lo observaron, y la respuesta de Santiago fue ocultarse tras su maleta en una de las mesas de la cafetería. Allí se hicieron las fotografías que después se difundieron en redes sociales para rechazar lo que consideraban un acto violento, e incluso se habrían hecho manifestaciones con carteles en la sede universitaria.

La situación derivó en alegatos jurídicos y médicos en la universidad, que llevaron a suspender varios días a Santiago de ingresar a la institución, mientras el abogado de las denunciantes pedía su expulsión. Sin embargo, la Sergio Arboleda le permitió continuar con su carrera con un acompañante permanente, pero el rechazo producto de los señalamientos se mantiene.

En las páginas de estudiantes, donde también se difundió la denuncia, hay comentarios a las publicaciones de medios de comunicación en las que señalan que independientemente de la condición del joven, se trató de un hecho de acoso y que se ha “ocultado” a las posibles víctimas; mientras otros comentarios llaman a evaluar a fondo las situaciones que ocurren para evitar caer en señalamientos en contra del nombre de personas inocentes.

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