Crueldad, ruina, hambre e incertidumbre. En La Mojana sobreviven y resisten con valentía uno de los más feroces inviernos de la historia

La ola invernal ha generado la pérdida de cultivos de arroz y maíz. El ganado también fue trasladado a otras subregiones por cuenta de la crisis en el territorio

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La Mojana, Sucre (Colprensa)
La Mojana, Sucre (Colprensa)

La situación en La Mojana por cuenta de la ola invernal que vive Colombia es cada vez peor. La emergencia que ya dejó más de 165.000 afectados, según la ONU, y afectaciones en cerca de 21.000 hectáreas crece de forma alarmante, a pesar de la ejecución de las obras contratadas por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), que desde hace 11 meses buscan superar la problemática, y a pesar de que el presidente Gustavo Petro estuvo en la zona para conocer de primera mano lo que está sucediendo.

Líderes gremiales afirmaron a Infobae Colombia que no le ven voluntad al Gobierno Nacional para solucionar las dificultades de esta zona, que sirve de despensa alimentaria para gran parte de Sucre, Bolívar, Córdoba y Antioquia.

Además, advirtieron que ya murieron reses y miles de hectáreas de maíz y arroz, principalmente, se perdieron, lo que es un situación muy cruel, la cual generó la ruina de mucha gente, que haya hambre e incertidumbre para esta región que en otros tiempos estuvo llena de bonanza.

El presidente del Comité de Ganaderos la Mojana (Cogamojana), Enrique Martínez Alemán, indicó que, pese a que se llevaron a los ganados para otras zonas, se estima que murieron entre 1.000 y 1.200 reses debido a que les dio anemia porque no hay alimentos para todos.

Aseguró que trataron de hacer volver lo animales a las zonas donde hay pasturas y puedan comer, pero no fue posible debido a las inundaciones. También , que en su momento consiguieron alimentos con el Ministerio de Agricultura, pero con las directrices del nuevo gobierno de Gustavo Petro se puso bastante difícil que les otorguen alimentos.

“Está bastante difícil. Vamos a ver qué pasa. Pedimos apoyo para que nos envíen más alimentación bovina, sobre todo concentrados”, anotó Martínez Alemán al precisar que sigue lloviendo y mientras esté abierto el dique construido sobre la margen izquierda del río Cauca a la altura del sitio conocido como Cara de Gato la situación será peor.

Anotó que los más afectados son los pequeños ganaderos, como siempre. Además, que en la visita de Petro no se le vio la voluntad de ejecutar el Conpes 4076, con el que el gobierno de Iván Duque declaró la importancia del proyecto para fortalecer a la Mojana.

Sobre la visita de Petro, Martínez Alemán dio a conocer un documento firmado por diferentes dirigentes gremiales de la zona en el que critican al mandatario porque, entre otras cosas, no se le vio intención de desarrollar dicho Conpes.

En este anotaron que es necesaria una mesa de concertación entre la institucionalidad y los gremios para que se vea la real problemática de la región. En el mismo criticaron que Petro haya dicho que en la Mojana solo hay hacendados y por lo tanto rechazaron que los gastos del Conpes sean pagados por los campesinos por medio de impuestos de valorización de fincas, ya que estas se encuentran bajo del agua desde hace un año por el rompimiento del dique de Cara de Gato.

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“No es hora de enojar a Dios”

Por su parte, Rafael Martínez, miembro de Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) en la Mojana, se quejó de la situación y dijo que el momento “es cruel”, pero que no es hora de decir que “estamos mal para no enojar a Dios“ y la situación se ponga más crítica.

“Se perdieron los cultivos de maíz. No quedó ni semilla de plátano siquiera. Solo a mí se me perdieron 284 hectáreas y se estiman otras miles perdidas a más agricultores”, señaló.

Anotó que esta dramática situación ha generado ruina, pese a que algunos campesinos son ayudados con subsidios.

“Nosotros tenemos mucho problema acá en la zona. Hoy en día aquí en Colombia impera la ley del silencio. El cambio climático es un problema, pero también hay búfalos, que adonde lleguen acaban con lo que hay”, mencionó al lamentar que se sienten desamparados y con las manos atadas

A su vez, dijo que las Gobernaciones no hacen mucho para contrarrestar lo que pasa. Como ejemplo, señaló que la Gobernación de Sucre estableció un subsidio para el arroz, lo cual es muy incierto. “Gracias a una alianza entre el Fondo Adaptación y el Ministerio de Agricultura, la Gobernación estableció que por una carga de arroz dan 880.000 pesos. Así como a unos se lo aprueban a otros no”, dijo.

Lamentable vaticinio

Por su parte, el presidente de la Asociación de Ganaderos y Productores Agroindustriales de Desarrollo Ecoterritorial para el Cambio Climático (Asoganarpro), Jaime Benítez, lamentó la situación y afirmó que lo que se viene para esta región no es bueno porque todo está inundado, los ríos están taponados, todo está encharcado y aunque venga la temporada seca muchos ganados morirán o los propietarios tendrán que salir de ellos porque las pasturas no alcanzarán, ya que las aguas arrasaron lo que había

”Aún si viniera una temporada seca el pasto no rebrotará enseguida. En el primer semestre del próximo año la gente deberá salir del ganado que tiene porque no hay pasto suficiente para sostener el ganado”, subrayó Benítez..

De igual manera, dijo que toda la agricultura se perdió y no hay este nada rescatable, lo que con seguridad generará para Sucre, principalmente, dificultades en cuanto a seguridad alimentaria porque la Mojana es la que surte de arroz a este departamento y a gran parte de la región Caribe.

“El impacto económico ya es muy grande. Hay agricultores que tenían 25 hectáreas sembradas de arroz o maíz, pero perdieron todo. Igual pasó con quienes abastecían el mercado con pescado, pues perdieron todo”, puntualizó.

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