Lucho Herrera y Nairo Quintana son los únicos dos colombianos que se han subido a lo más alto del podio de la Vuelta a España, pero tras sus victorias hay una lista de otros 20 ciclistas que desde 1985 han dejado la fiera impronta de los escarabajos en las montañas de la península ibérica.
La primera victoria
José Antonio ‘el Tomate’ Agudelo fue el ciclista que completó la triada de victorias de Colombia en las principales carreras de Europa, al vencer por primera vez en una etapa de la vuelta a España en 1985. Para entonces tenía 26 años, y cargaba el apodo desde que disputó la Vuelta a la Juventud de 1979, cuando terminó la etapa con el rostro rojo del calor de Pitalito y la furia de la derrota causada por un perro que lo hizo caer cuando buscaba ganar.
No corrió la misma suerte el 30 de abril de 1985, cuando disputó la séptima etapa de La Vuelta. Ese día se dio una fuga de lujo mientras el líder ‘Perico’ Delgado se quedó en el lote general; la delantera la tomaron Fabio Parra, Sean Kelly, Robert Millar y Pacho Rodríguez en un recorrido de media montaña entre Cangas de Onís y el mirador estación de esquí Alto Campoo.
Agudelo alcanzó la punta de la carrera y le siguió el paso a Millar que intentó sobre el último kilómetro ganar la etapa. Pero a poco más de cien metros, el nacido en Don Matías agachó la cabeza y lo sobrepasó. Por el esfuerzo y la emoción, se le olvidó levantar los brazos como había visto que hacían los campeones al ganar.
El año 1985, plagado de tragedias para Colombia, fue el primero de una época dorada del ciclismo nacional. ‘El Tomate’ Agudelo se llevó la primera etapa en la historia de los escarabajos, pero Francisco ‘Pacho’ Rodríguez se llevaría dos más en la misma edición y terminaría tercero inaugurando la cuenta de los podios colombianos en las grandes vueltas.
En ese entonces la camiseta de líder era de color amarillo y la llevaba Robert Millar. En esa etapa buscó consolidar su ventaja, Perico Delgado y Pello Ruiz Cabestany con fuertes ataques que rompieron la unidad de la fuga e hicieron todo el esfuerzo por vencerlo en la dura subida al puerto de la Comella en Andorra, adonde llegó el selecto grupo con Pacho Rodríguez y Fabio Parra.
Delgado lideró el descenso y tras él Parra y Rodríguez le siguieron el paso. Millar, Álvaro Pino y Julián Gorospe trataron de cortar la ventaja, pero el ritmo los llevó hasta el final a un sprint en el que se impuso ‘Pacho’ sobre Eric Caritoux y Perico. El boyacense venció la mala suerte que había tenido al inicio de la competencia cuando un gato lo hizo caer y se ganó un radio para el carro que había apostado con su técnico.
Era segundo en la general y tenía todos los reflectores encima como uno de los mejores corredores del mundo, más cuando al día siguiente volvió a ganar, pero en esa ocasión una cronoescalada en Andorra que le arrebató al líder escocés. Tras el doblete se mantuvo firme como subcampeón, en un tiempo que las competencias no tenían jornadas de descanso, pero terminó de tercero en la etapa “robada” en la que Delgado tomó el liderazgo.
Dos años después se aumentaría la cuenta con la victoria de Lucho Herrera en Lagos de Covadonga, la etapa 11 de la edición de 1987. Tras un ataque en los últimos 10 kilómetros, durante el último puerto de montaña de cinco, dio muestra del porqué era considerado de los mejores del mundo. Pasó a su gregario Argemiro Bohórquez, se paró en los pedales y dejó tirados a Sean Kelly y a Perico Delgado. Con ese triunfo, se vistió de amarillo y ganó la primera Vuelta a España para Colombia.
La etapa 13 de esa edición fue llana, pero aún así la ganó un escarabajo. Carlos Emiro Gutiérrez se metió en la fuga del primer kilómetro de la extenuante jornada, apretó el paso al final y logró cruzar la línea de meta a más de un minuto de sus compañeros de aventura y tres del lote general.
Omar `El Zorro´ Hernández también salió victorioso en ese año de los colombianos con la etapa 20 cuando se impuso en Palazuelos de Eresma. Era santandereano y, como el estereotipo, de carácter fuerte. Como se lo mostró a Laurent Fignon en esa Vuelta España cuando el francés intentó sacarlo del pelotón y le mandó un puñetazo. Él no se quedó atrás y le contestó con otros dos bofetones encima de la bicicleta.
Pacho Rodríguez se llevó la penúltima etapa en La Vuelta de 1987 en Collado Villada. Venía de una temporada en el 86 poco favorable y decidió desquitarse en los cinco premios de montaña para cerrar la hasta ahora mejor participación colombiana en la ronda ibérica, que al día siguiente daría a su compatriota de Fusagasugá como vencedor.
En1988 Fabio Parra consiguió la octava etapa en la Vuelta España para Colombia y la primera de su carrera en esa competencia, a la que llegó como líder del Kelme. Atacó para el puerto de montaña de Cerler junto a Anselmo Fuerte, en una jornada que generó cambios en la general que consiguió Sean Kelly.
En 1989, tres colombianos hicieron el espectáculo de la penúltima etapa. Fabio Parra calculó posibilidades de hacerse con la camiseta de líder y atacó en varios asaltos a Perico Delgado hasta soltarlo, agotado, en el último ascenso. Luis Alberto ‘El Torito’ Camargo y Omar Hernández iban en fuga tras un descenso a tumba abierta y esperaron a su compatriota para llevarlo a meta. Camargo se llevó la etapa y El Zorro se paró en la línea a mirar el reloj para contar los segundos de ventaja del de Sogamoso y ver si se llevaba la carrera, pero no lo lograron.
La primera generación dorada
En la edición de 1990 hubo tres victorias colombianas. La primera en la novena etapa por parte de un corredor del equipo Pony Malta, al que los narradores no conocían, llamado Néstor Mora nacido en Bogotá y que ese día obtendría su principal victoria de carrera. Fue un final plano pero con vientos de costado de dividieron el pelotón. Mora se ubicó en la fuga y en el último kilómetro atacó y, pese a ser el menos favorito, se llevó la etapa.
Alberto Camargo volvió a ser protagonista en la etapa 12 entre San Isidro y Alto del Naranco. Se metió en la fuga y fue el único sobreviviente, luego de que sus compatriotas Parra y Farfán apretaran el ritmo para marcar distancias en la general, pero no sería sino seis días después que ese dúo lograría hacer historia.
Martín Farfán fue un gregario de lujo para Fabio Parra en esa edición. Para la etapa 18 llevaba la camiseta verde de mejor escalador y ese día marcó un ritmo bestial para sacar a su líder del lote general, con su pedalear encorvado marcó distancia de Miguel Induráin y Lucho Herrera que venían persiguiendo, logró ubicar a Parra en la general y se llevó la etapa.
Para 1991 Fabio Parra apostó por todo. A mitad de carrera logró los primeros puestos de etapa, pero fue hasta la cronoescalada con llegada a Valdezcaray que obtuvo la victoria, la primera suya en esa modalidad, en la que se impuso contra un invierno inclemente. Lucho Herrera también repitió la etapa de la victoria ese año, al ganar en Santander-Lagos de Covadonga.
En 1992, Julio César Cadena cruzó primero la etapa 10, tras un ascenso de 28 kilómetros a Sabiñánigo en el que se fugó en solitario y puso una diferencia de hasta 12 minutos que le dieron la victoria. Luego el turno fue para Oscar de J. Vargas, quien llegó solo a la meta de Palazuelos de Eresma con una ventaja de medio minuto. En ese año se retiró Parra del ciclismo y Herrera de la competencia.
Para el inicio de la década, Oliverio Rincón apareció en la escena ibérica con varios triunfos, hasta que en 1993 reescribió el poderío colombiano en Lagos de Covadonga (etapa 17). En el ascenso al último puerto de la etapa atacó y rompió el lote de favoritos, apenas marcado por su compatriota Rodríguez, que lo tuvo que abandonar por el paso que impuso y llegó el solitario a la meta. Fue su primera victoria en la competencia y repitió en 1997 en Cerler.
En 1994 el turno fue para Ángel Yesid Camargo, quien corría para el Kelme, y en la décima etapa salió fuerte en un ataque desde la valla del kilómetro 7. Lo habían intentado varios corredores, pero él fue el único que logró marcar distancia del grupo de cabeza hasta la línea final que cruzó con la boca abierta como en un extenso bostezo, rodeado de nieve y vallas publicitarias de la colombiana cerveza Águila.
Los años 2000
Las victorias de la primera década del siglo XXI tuvieron solo tres protagonistas y la inauguró Félix Cárdenas con la etapa 10 de la Vuelta a España del año 2000. Pero su más grande hazaña, según el libro Las Leyendas de los Escarabajos del periodista Mauricio Silva Guzmán, se dio en la edición del 2004. Ese año, el ‘Gato’ como era su sobrenombre, llegó con una muñeca lastimada y diagnósticos médicos desfavorables para competir.
En la concentración del equipo Cafés Baqués, el dueño Erkaitz Elkoroiribe le dijo que lo contrató para ganar carreras y no para hacer reír a los compañeros. El colombiano lo tomó como un reto y en la etapa 17 atacó desde el kilómetro tres, se guardó el dolor de una mano con seis tornillos de osteosíntesis en recuperación, para alzarla al cruzar primero la línea de meta. En 2003 y 2004 repitió victoria en las etapas 16 y 17 de la ronda española.
El otro corredor que destacó en esa década fue Santiago Botero, un genotipo extraño de escarabajo que ganó dos de las cuatro contrarreloj del 2001, la etapa 7 y la última de llegada a Madrid. Pero ese año también se vistió de líder en un día triste. La cuarta etapa se disputó el 11 de septiembre, cuando el antioqueño cruzó segundo la línea de meta, pero las noticias fuera de la carrera no eran alentadoras. Las torres gemelas ya habían caído y su celebración se empañó de incertidumbre.
Botero también ganó el año siguiente en la etapa 16. En el 2007 la victoria fue para Leonardo Duque, quien corría para el Cofidis. Los colombianos habían ganado en el Giro y el Tour y él completó la cuota con la etapa 16 de la Vuelta a España. En un terreno llano, se metió en la fuga y disputó el sprint final.
La nueva generación dorada
La siguiente década fue el debut de la más reciente época dorada del ciclismo nacional, con una cuenta de ocho victorias. Las inició Nairo Quintana en el 2012 con el Movistar al ganar la primera etapa y vestirse de líder, que repitió en el 2014. Pero quizá la más destacada fue la décima jornada de 2016, en la que obtuvo la camiseta roja y la llevó hasta Madrid.
El de Cómbita preparó a su equipo para el mítico ascenso a Lagos de Covadonga para cortar la fuga faltando 50 kilómetros de meta. Estaba seguro de sus fuerzas y el ritmo que impuso cortó a Christopher Froome, uno de sus principales rivales, y lo dejó solo con Contador. A tres kilómetros consolidó el último ataque y llegó en solitario a la meta.
Para esa edición se logró el grito de victoria número 29. Fue Winner Anacona el encargado en la etapa 9 tras emprender una fuga desde los últimos 45 kilómetros hasta llegar a ser líder virtual faltando dos mil metros, pero Contador aceleró el lote y restó la diferencia. “Si me hubiese tocado escoger entre ganar esta etapa y vestir la camiseta roja, hubiese escogido ganar y eso fue lo que pasó”, dijo después.
En el año 2015 el protagonista fue Esteban Chaves. El ciclista bogotano ganó la segunda etapa y se vistió de líder, tres años después de la caída en el Trofeo Laigueglia por el que casi pierde la vida. Cedió días después ante Tom Dumoulin que lo superaba apenas por un segundo, que fue capaz de descontarle en la sexta etapa en la que salió victorioso y recuperó el maillot rojo que le quedaba grande por su delgada contextura. Había la esperanza de nuevo ídolo nacional.
En 2019 el turno fue para otro joven que se sirvió de la etapa 18 para mostrar que era parte de una nueva generación de escarabajos. Sergio Higuita debutó con solo 22 años y ese día sintió fuerza en las piernas para cruzar cuatro premios de primera categoría, pero su ataque fue en el descenso que recorrió a 90 kilómetros por hora para pasar con ventaja el último ascenso que lo dio vencedor de la fracción.
Miguel Ángel López es uno de los más recientes ganadores de etapa en la Vuelta a España. El boyacense tiene tres en su palmarés, dos del 2017 y la etapa reina que consiguió en el 2021. Fue en el día 18 de competencia cuando se impuso en el Altu d’El Gamoniteiru, en medio de la niebla y unas inclinaciones constantes de más del 10 % que son su terreno de mayor destreza, superó a Egan Bernal y Primoz Roglic para hacerse con el tercer puesto de competencia.
SEGUIR LEYENDO: