Las bases de datos del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SINIES) dan cuenta de que la brecha de género en educación superior para las áreas de tecnología se ha ampliado en los últimos años. Entre los años 2001 y 2020, por ejemplo, se registró un menor número de mujeres estudiantes graduadas, frente a los hombres graduados.
De igual manera, según el reporte de brecha digital de género de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, las carreras tecnológicas cobran cada vez más relevancia para el desarrollo sostenible, pues tienen la capacidad de aportar herramientas para el desempeño en los empleos del futuro debido a los procesos de automatización que son cada vez más demandados por las empresas para mejorar sus procesos e incrementar la productividad.
Además, brecha de género en la formación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) impacta de manera negativa el acceso de las mujeres a esta industria, por lo que las iniciativas para facilitar la formación de mujeres en el sector tienen vital importancia dentro de las estrategias para reducir estas brechas en el país.
Esta problemática ha ubicado históricamente a la mujer en desventaja económica, política y familiar en el país. De aquí se deriva un inconveniente más para el género femenino, según el CONPES 4080, que expone la política pública para la equidad de género, se pone en manifiesto la brecha digital de género, la cual puntualiza cuatro aspectos fundamentales: acceso y uso a internet, acceso a herramientas digitales y habilidades digitales, participación en el ambiente digital y participación en los campos STEM y, finalmente, liderazgo y espíritu empresarial en el sector tecnológico.
Con la finalidad de contribuir a la reducción de estas brechas, una empresa comercial ha ofrecido 20 becas para mujeres que quieran adelantar cursos relacionados con la tecnología, cinco de estas del 100% y otras quince del 50%.
De acuerdo con la organización, estos beneficios serán otorgados por medio del proceso de admisión de la academia y los únicos requisitos son ser mujer mayor de 18 años y vivir en Colombia.
En la actualidad, en la entidad se encuentran 75 estudiantes de Medellín, en condiciones de vulnerabilidad, que han recibido auxilios de hasta USD 10.000 para formación en tecnología, de tal manera que, los beneficiarios adquieran habilidades digitales que les permitan adquirir empleos de calidad. Esta iniciativa hace parte también de la construcción de la Medellín Valle del Software, que durante el 2021 atrajo a más de 36 organizaciones de base tecnológica a la ciudad, fortaleciendo el desarrollo económico y generando más de 7.000 empleos.
“Hay una necesidad de programadores en todo el mundo. Y aunque existen mitos sobre lo que significa aprender programación, nosotros hemos visto una y otra vez, por medio de nuestros programas, que personas de todo tipo de perfiles pueden convertirse en programadores autosuficientes que consiguen trabajo en la industria”, Sebastián Espinosa, director ejecutivo de Coding Dojo para Latinoamérica.
La metodología de enseñanza es inmersiva e innovadora, enfocada en el aprendizaje experiencial por medio de proyectos y trabajo con pares. Es por esto que el tiempo de capacitación de los programas es de tan solo 16 semanas. Se espera que con esta iniciativa, para 2023 los beneficiarios de estas becas se hayan conectado con un empleo en la industria TI y tengan un ingreso mínimo mensual de $3.5 millones de pesos al mes.
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