La Industria Licorera de Caldas -ILC- anunció a sus consumidores y a los colombianos que la escasez de vidrio que se vive en el país por la crisis económica que dejó la pandemia, afectó la producción del Aguardiente Amarillo de Manzanares, debido a que este necesita un envase en vidrio y la materia prima se encuentra escasa.
El gerente de la compañía de licores, Luis Roberto Rivas, señaló que han tenido que tomar medidas como limitar la producción del trago, para poder atender la demanda y tratar de sobrellevar las consecuencias negativas que esto puede traer para la empresa y sus consumidores. Esto ha llegado a afectar el 25 % de la producción normal.
Sin embargo, el problema viene de tiempo atrás. Pues como señaló el gerente, todo comenzó el año pasado, cuando Peldar, el proveedor más grande de vidrio en el país, dejó de suministrar las cantidades necesarias de la materia prima y, por ende, tuvieron que buscar proveedores en China y Chile, de donde importaron 6 millones de botellas para envasar los licores, pero esto encareció la producción y limitó la cantidad de materia prima que se puede importar.
“Es preocupante porque la producción mundial de vidrio no se estabilizará hasta marzo del 2023, según informó Peldar, eso no solo nos ha traído dificultades en el Aguardiente Amarillo, sino en otras referencias, como los rones”, lamentó el gerente.
No es el único producto que está presentando este problema, pues hace unos meses el Departamento Administrativo Nacional de Estadística -DANE- advirtió que el país podría entrar a una crisis alimentaria debido al alza de los productos y alimentos. Este fenómeno se ha venido presentando desde la pandemia debido a los largos confinamientos que afectaron la producción de varios alimentos en el país y en el mundo.
“La inflación anual se ubica en el mes de junio en 9,67%, más de 6 pps sobre la inflación anual que teníamos en junio de 2021, que era de 3,63% (...). Es la primera vez en los últimos doce meses que los arriendos y servicios públicos explican los mayores puntos de contribución, desbancando a los alimentos y bebidas no alcohólicas”, aseguró el director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Juan Daniel Oviedo.
Como todo se encarece, los productos básicos, o lo que se denomina canasta familiar, también sufre un fuerte impacto con estas alzas, derivando en que muchas personas no puedan comprar todos los alimentos que necesitan, sino los que pueden, en algunos casos, dejando de lado bien sea el desayuno, el almuerzo o la cena.
En nuestro país el alza en los alimentos tiene unos factores muy puntuales, el primero la temporada invernal, que además de tener un sinfín de afectaciones, ha inundado los cultivos, por lo que a los campesinos les quedan dos opciones: anticipar la cosecha o rogar a no perder lo sembrado por las lluvias. A esto se le suma otra barrera, el encarecimiento y desabastecimiento de los agroinsumos, que en su mayoría son importados, dificultando aún más la labor, que se traduce en un encarecimiento.
Todo ello es una “cadena”. Cada eslabón va a afectar directamente al siguiente, es por esto que varias consultoras como McKinsey & Company han hecho estudios y análisis sobre la situación alimentaria global, determinando que los países que mayormente producen comida, conocidos como “granero”, ya que suministran casi el 70 % de los productos agrícolas a nivel mundial, están en crisis.
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