Mucha polémica ha generado el ministro del Interior, Alfonso Prada, con las declaraciones hechas en un Diálogo Regional de Paz realizado en Padilla (Cauca), acerca de un apoyo popular a la reforma tributaria del Gobierno de Petro, especialmente porque mencionó una “movilización popular para decirle al Congreso que necesitamos plata para salir de esta”.
A este evento también asistió la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, quien se refirió a las declaraciones hechas por Prada y mostró su apoyo a la idea, recalcando que la administración anterior dejó un déficit fiscal. “Es lo que corresponde, uno se opone cuando es en contra de los pobres y ahora se tiene que salir a movilizar porque es a su favor. Es absolutamente indispensable, nos han dejado la olla raspada y algunos dicen que hasta botaron la olla; un endeudamiento extraordinariamente alto, un déficit récord en la historia. Entonces hay que recoger dinero para financiar las arcas públicas, pero no se pueden recoger con la base de la pirámide”.
Además, manifestó que la clase trabajadora “no puede ser la que pague los platos rotos” por el endeudamiento del país, sino las clases más pudientes. “Tienen que ser los que mayor capacidad de pago tienen, así lo dice la teoría económica, así lo dice la teoría jurídica tributaria y así lo mandó el pueblo en las elecciones”, aseveró a la revista Semana.
Por su parte, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, se refirió al tema también, pero aunque apoyó el proyecto de ley que ya cursa en el Congreso (y que el mismo presentó), no tomó una postura clara frente a las declaraciones hechas por el ministro Prada.
“Yo creo que sí es necesario un apoyo amplio a la reforma tributaria, sobre todo que esto es una reforma muy dirigida a la población en su conjunto, porque es precisamente recaudar recursos de sectores de altos ingresos para poder gestionarlos a los programas sociales del gobierno, entonces esperamos que haya un apoyo amplio tanto del congreso como de la ciudadanía”, indicó para el medio anteriormente mencionado.
Cabe recordar que la reforma tributaria busca recaudar 25,9 billones de pesos en su primer año, y que la cifra ascienda a 50 billones de pesos anuales mediante la lucha contra la evasión de impuestos y la elusión tributaria. Esto sería fundamental para adelantar algunos de los programas que tiene en mente el gobierno de Gustavo Petro.
No obstante, la deuda pública que dejó la administración anterior sería una urgencia a resolver y pondría en aprietos al actual gobierno. Tal vez a eso se refiere la ministra Gloria Inés con “nos han dejado la olla raspada y algunos dicen que hasta botaron la olla”.
Precisamente, según el último análisis de finanzas públicas entregado por la Contraloría General de la República, la deuda pública creció en un 19 % del 2020 al 2021, es decir, 137,23 billones de pesos, $ 737,65 billones en 2020 (73.9% del PIB) a $ 874,88 billones (74.3% del PIB). Esto sería un nivel histórico de endeudamiento.
Además, el ente de control estableció que el deudor más grande es el Gobierno nacional, con 711 billones de pesos, o sea, el 60 % del PIB. Esto representa un incremento de 112 billones de pesos con respecto al año 2020. Este incremento tiene que ver con las consecuencias que trajo la pandemia de Covid-19. $ 41,16 billones correspondieron a amortizaciones y $ 32,68 billones a pago de intereses y comisiones.
Por eso, la Contraloría recomendó aumentar los ingresos del país fortaleciendo el recaudo por medio de impuestos para el fisco. “Sí, hay que hacer reformar estructurales al sistema tributario del país, hay que recaudar más”, dijo Carlos David Castillo, contralor delegado para Economía y Finanzas Públicas.
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