En las últimas horas, desde el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) hicieron un llamado a la ciudadanía a estar en alerta frente a situaciones que afecten la salud de los animales de compañía, especialmente en zonas comunes como calles y parques en donde más están expuestos a olfatear o ingerir alimentos o sustancias tóxicas o envenenadas.
Es por esto que el IDPYBA formuló una serie de recomendaciones para que la ciudadanía sepa cómo actuar en casos de envenenamiento. Y si bien el principal consejo es acudir al veterinario de manera inmediata, así como el uso de traílla y correa para controlar en el animal la posible ingesta de alimentos contaminados o con sustancias toxicas. Natalia Parra, subdirectora de Cultura Ciudadana y Gestión del Conocimiento del IDPYBA, enumeró las siguientes acciones que pueden emprender los dueños de los animales de compañía.
* Organizarse en comunidad con el fin de establecer vigilancia en las zonas donde se transita con los animales de compañía, o en zonas verdes visitadas por otros animales.
* Observar objetos extraños y en caso de sospecha o conocimiento de situaciones anómalas reportarlo a las autoridades.
* Usar la correa es fundamental para evitar un envenenamiento porque permite mayor control y observación cernada del animal. ¡La correa salva vidas!
* En caso de que un animal de compañía consuma veneno se debe acudir de manera inmediata al veterinario.
Adicionalmente, una recomendación veterinaria en caso de que el animal haya ingerido algo tóxico es intentar inducirle el vómito, para ello se debe administrar con jeringa alguna de estas soluciones, teniendo siempre presente ser precavidos con las proporciones y que la visita al veterinario es fundamental y prioritaria:
- Un mililitro de agua oxigenada por cada kilogramo de peso del animal.
- Entre una y tres cucharas completas de sal diluidas en un vaso de agua.
- Diluir en agua entre dos y ocho miligramos de carbón activado.
Es importante recordar que, abandonar sustancias venenosas en lugares y zonas frecuentadas es una conducta tipificada como cruel en la Ley 84 de 1989. Además, “es una de las formas más crueles de ejercer maltrato animal, en la medida que no se tiene conciencia de a cuántos animales afecta (perros, gatos, aves, invertebrados, entre otros”, agregó Parra.
Por último, desde el IDPYBA advierten que cuentan con un equipo de atención jurídica que puede orientar las acciones que las personas quieran adelantar para denunciar algún caso por envenenamiento, entre otros, escribiendo la consulta a nuestro correo electrónico: atencionjuridica@animalesbog.gov.co.
Para ello, señalan, es fundamental contar con algún material probatorio que permita fortalecer las posibles acciones jurídicas e investigaciones que adelanten las autoridades competentes. Pruebas como resultados de necropsia de los animales presuntamente envenenados, videos, fotos, testimonios, entre otras.
Durante 2021 envenenaron 30 mascotas en Bogotá: Instituto de Protección Animal
El Instituto de Protección Animal reveló, hace unos meses en Caracol Radio, que durante 2021 el equipo de urgencias veterinarias recibió un total de 30 casos de mascotas envenenadas.
En la entrevista con Sergio Macana, funcionario del Instituto de Protección Animal, se refirió al envenenamiento de animales que se presenta por diversas circunstancias. “Una puede ser por finalidad de robo del animal y otro motivo estaría relacionado con causarle daños como la muerte”, explicó el funcionario.
Macana, además explicó que muchos de estos casos de envenenamiento están asociados con la intolerancia hacia los animales. Es así que expuso que, en algunos casos se dan porque hay quienes no quieren que los perros de otras personas se acerquen a su propiedad, por lo que “impregnan su estructura con polvillos, con sustancias bastante extrañas, pueden causar, incluso, un daño letal a los animales”.
Así mismo, Macana, al referirse sobre la cifra de 30 mascotas envenenadas durante el año pasado, dijo que cuando el instituto recibía a los animales envenenados ya era muy tarde, pues, llegaban sin signos, ya que, “la atención para casos de envenenamiento o intoxicación tienen que darse básicamente de manera inmediata”.
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