El Tribunal Superior de Bogotá concluyó que el exfiscal de la Jurisdicción Especial para la Paz, Carlos Julián Bermeo sí recibió dinero para entorpecer la extradición del entonces exguerrillero Jesús Santrich, en medio de la investigación de la Fiscalía y la DEA que llevó a su captura en 2018.
Bermeo fue capturado junto al senador Luis Alberto ‘Tuerto’ Gil Castillo, el 1 de marzo de 2019, casi un año después de la captura de Santrich. De acuerdo con la Fiscalía, ambos habrían acordado un pago por medio millón de dólares para frenar la extradición del exjefe guerrillero a los Estados Unidos, acusado de conspirar para enviar 10 toneladas de cocaína a ese país.
La Fiscalía le imputó los delitos de concierto para delinquir agravado, tráfico de influencias agravado y cohecho propio agravado, pero en la sentencia condenatoria el Tribunal solo consideró probado este último, que se refiere al recibimiento de sobornos, por lo que solo lo condenó por ese.
Para el Tribunal, el acuerdo con Gil Castillo y Bermeo para impedir la extradición de Santrich no se constituyó como concierto para delinquir. Así mismo, descartó el tráfico de influencias, porque según señaló en el fallo, “la imputación fue tan generalizada que no se precisaron las circunstancias en las que se cometió el delito y no se adelanto alguna actividad investigativa que corrobore el hecho”, citó el diario El Tiempo.
Bermeo, en cambio, sí recibió 40.000 dólares en efectivo en una reunión en el hotel HW Marriot de Bogotá, en la que estaba acompañado de Orlando Villamizar, una persona de confianza del Tuerto Gil, en la que se habrían encontrado con un presunto agente encubierto que entregó el dinero.
La Fiscalía reveló en su momento los videos de cámaras de seguridad de la reunión, en la que un hombre le entrega bajo la mesa un fajo de billetes norteamericanos, Bermeo los recibe y los guarda bajo su chaqueta. Esa habría sido la prueba de que el entonces fiscal de la Jurisdicción Especial incurrió en el delito de soborno.
La defensa de Julián Bermeo, de acuerdo con la revista Semana, aseguró que el sindicado había sido engañado por agentes encubiertos que se presentaron como emisarios de Santrich, pero este argumento fue descartado por el magistrado el delito de cohecho propio.
Bermeo se encuentra en libertad desde el 2021, cuando se vencieron los términos de su medida de aseguramiento, por lo que se ordenó su captura. La Fiscalía y la defensa de víctimas estuvieron de acuerdo con el sentido del fallo condenatorios, en el que el ente acusador solicitó una condena ejemplar.
El caso de captura de Jesús Santrich está rodeado de interrogantes, e incluso el canciller Álvaro Leyva calificó el caso como un “entrampamiento”, versión que fue expuesta inicialmente por el entonces senador Gustavo Petro, Iván Cepeda y Roy Barreras en el Congreso de la República.
Sobre el caso, también la Comisión de la Verdad emitió un anexo al informe final, en el que señaló que hay inconsistencias de la investigación que produjo la disidencia de la Segunda Marquetalia, entre ellas que todo se originó a partir de agentes encubiertos; así como una carta que recibió el senador Cepeda en el 2017 en la que le advertían casi al detalle, con los nombres de los involucrados, lo que iba a ocurrir.
Gil Castillo está condenado a cuatro años luego de haber aceptado los delitos imputados por la Fiscalía. En el caso de Bermeo, la Fiscalía asegura que utilizó a un secretario de la JEP encargado de enviar pruebas, para detener una carta a Washington, que se habría tardado por dificultades también de trámites entre la Cancillería y el Ministerio de Justicia.
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