Este miércoles 31 de agosto, dos días después de su desaparición, fue hallado en Bucaramanga el bebé de un mes de nacido que había sido dejado a cargo de una mujer y, posteriormente, raptado en la noche del pasado lunes 29 en el barrio El Callejón, en el centro de la ciudad de Cúcuta, capital de Norte de Santander. La madre salió a las diez de la noche a hacer una diligencia durante 40 minutos y dejó a su hijo con una mujer, que se había ganado su confianza previamente.
Los registros de las cámaras de seguridad indican que la presunta raptora, identificada como Liliana Molina Ruiz, esperó hasta quedarse sola con el menor para salir de la casa de la madre, llamar un taxi hasta esa dirección, sacar sus maletas y marcharse con el bebé hacia rumbo desconocido. La madre regresó a casa y no encontró ni a su hijo ni a su amiga. Pasadas varias horas, a las dos de la mañana, reportó la desaparición a las autoridades.
Según lo que la Policía de Colombia investigó, era probable que la mujer hubiera huido hacia Bucaramanga: fue vista a la mañana siguiente en el paradero intermunicipal de Los Patios, al sur de Norte de Santander. Por ello, se redoblaron en esa ciudad los esfuerzos de los grupos de Infancia y Adolescencia, el Gaula y la Sijin, para encontrar a la presunta secuestradora y al menor.
Dos días después, al mediodía de este miércoles, un bebé fue encontrado por un taxista que terminó una carrera en el barrio Los Colorados, en la salida norte de Bucaramanga. Al escuchar llantos provenientes de una caja, el conductor decidió acercarse y encontró al menor entre los cartones, aparentemente dejado allí luego de que el caso llamara la atención de la opinión pública.
El hombre decidió llamar a las autoridades para reportar su hallazgo. Enseguida, el pequeño fue trasladado hasta el Hospital Local del Norte para verificar su estado de salud. Las autoridades también están esperando a que la madre llegue desde Cúcuta para identificar y recoger a su hijo, aunque un análisis de rasgos habría arrojado una alta probabilidad de que este sí sea el menor desaparecido.
A la salida del centro asistencial, el comandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, coronel José Jaramillo, aseguró que vio personalmente al menor y calificó el hallazgo como un milagro. “Le voy a dar parte de papá: yo lo veo bien, gracias a Dios. Yo digo que es un milagro de Dios, es un final feliz. Es que el niño queda en una caja, es un niño muy pequeño y se habría podido deshidratar sin que el taxista nos llamara inmediatamente. Esto sin la comunidad no se habría logrado, gracias al gremio taxista”, mencionó el coronel.
Por su parte, desde el Hospital Local del Norte reportaron que el pequeño fue hallado en buenas condiciones generales. “Lo único que se encontró fue con un grado de deshidratación leve, pero no hay signos de trauma ni violencia física”, indicó una portavoz del centro asistencial, quien añadió que el pediatra tratante ordenó unos exámenes adicionales para descartar cualquier compromiso sistémico.
En el momento no hay una fecha para dar de alta al pequeño, pero es capaz de ingerir leche maternizada por vía oral, por lo que estaría en buenas condiciones. Se esperará a que llegue la madre a Bucaramanga para que lo reconozca oficialmente y pueda alimentarlo.
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