Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha por sus siglas en inglés) el desplazamiento forzado en Buenaventura en 2021 tuvo un aumento de 125 % en comparación con 2020.
La mayoría de emergencias de desplazamiento masivo en este municipio y en sus zonas rurales surgen por los enfrentamientos entre grupos armados ilegales que buscan el control social y territorial de la zona urbana y rural del municipio.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, estos enfrentamientos se presentan, en un inicio, por bandas locales en el casco urbano del distrito, lo que desencadena en confrontaciones armadas a lo largo del río San Juan que desemboca en el río Calima.
Este miércoles 31 de agosto, 39 familias desplazadas del distrito volvieron al puerto. “Volver a nuestro territorio es regresar a donde tenemos todo, donde podemos producir y cultivar la tierra para nuestro sostenimiento y por eso, estamos felices”, dijo Bernardo Camacho Venté, líder de la comunidad de El Llano (Consejo Comunitario de Anchicayá, zona rural de Buenaventura). Camacho Venté, con sus palabras, describió la alegría de las personas que regresaron a su territorio luego de diez meses.
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En octubre de 2021 estas personas se vieron obligadas a dejar sus viviendas, en zona rural del puerto, debido a temores derivados de la situaciones de seguridad. La mayoría estuvo refugiada en la zona urbana donde familiares y amigos. Regresan ahora tras el cumplimiento de condiciones de voluntariedad, seguridad y dignidad, que son las condiciones fijadas por los protocolos.
Este proceso contó con el acompañamiento de la Unidad para las Víctimas, la Alcaldía Distrital y el Ministerio Público, a través de la Defensoría del Pueblo y de la Personería local.
El líder comunitario explicó que para llegar a El Llano es necesario viajar durante 45 minutos por tierra y una hora más por vía fluvial. También añadió que actualmente en el pueblo hay cerca de seis familias desplazadas y que su deseo es regresar para reactivar la actividad agrícola.
“La idea es retomar las parcelas. Allá se da gran cantidad de frutales como guayaba, caimito, zapote, borojó y bananito, así como papachina, plátano y yuca”, indicó el líder.
Recientemente, Naciones Unidas presentó un informe llamado ‘Violencia Territorial en Colombia: Recomendaciones para el Nuevo Gobierno’, en el que destaca la situación de violencia que se vive en Buenaventura.
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Entre las recomendaciones se destacan los tres ámbitos especiales que tiene que tener en cuenta el Gobierno de Gustavo Petro.
Ellos son: Reducir significativamente y eliminar la presencia de grupos armados no estatales en los territorios afectados por la violencia. Priorizar la implementación territorial del Acuerdo de Paz, en particular la Reforma Rural Integral y consolidar el Estado de Derecho en las zonas más afectadas por la violencia y el conflicto armado interno, reforzando la presencia y la capacidad de las instituciones del aparato de justicia y organizaciones de control.
Adicionalmente, la Fundación Pares ha manifestado su preocupación por el subregistro de la victimización por desplazamiento durante 2022 en Buenaventura.
“Se puede condensar a las personas que, por temor o desconfianza a las instituciones o restricciones para el acceso, no se reportan como desplazadas ante las autoridades, ni reciben ayuda directa de sus círculos sociales cercanos como familiares y amistades”.
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