A pesar de que hace un mes la Alcaldía de Bogotá reportó avances satisfactorios con relación a las obras que se desarrollan sobre la Avenida 68, este 30 de agosto la alcaldesa Claudia López llamó la atención de los contratistas del proyecto. La mandataria capitalina dijo que si bien hay sectores donde los responsables están respondiendo, hay cuatro frentes particulares rezagados.
“Hoy estamos revisando los frentes de obra sobre la Avenida 68. Los ciudadanos y la Alcaldía de Bogotá estamos haciendo todos los sacrificios por las obras, pero los constructores tienen que cumplir. En la Avenida 68 ConConcreto, PavimentosCol y LHS van bien, pero los cuatro frentes de obra de MHC van atrasados”, escribió López en Twitter.
La alcaldesa detalló que en la obra de la Avenida Cali hay cuatro frentes de obra: dos bajo la responsabilidad de JMV Ingenieros, que avanzan satisfactoriamente; pero el frente número tres, a cargo de la firma española OHL, y el cuarto, a cargo de MHC Ingenieros, que están trabajando en la línea ferrovial, van atrasados.
López asegura que MHC está teniendo muchos problemas y de hecho solo uno de los frentes de obra que tienen a cargo va bien. Este es la extensión de la Avenida Caracas hasta la localidad de Usme.
Tanto las autoridades como los ciudadanos están atentos a este proyecto, pues además de que tendría ventajas para la movilidad de Bogotá, compromete una suma importante de recursos distritales. Tiene un valor estimado en los 2,6 billones de pesos.
Por lo anterior, el llamado de atención de López es tajante: “¡A Bogotá hay que cumplirle!”, dijo la mandataria.
Desde la Alcaldía de Bogotá venden la idea del proyecto Avenida 68 como alimentador para el Metro, que intervendrá casi 17 kilómetros de vía, unos 542.000 metros cuadrados de espacios públicos y más de 13 kilómetros de ciclorruta. Con él se pretende beneficiar a casi 1.200.000 habitantes, generar aproximadamente 22.000 empleos directos y otros 18.000 indirectos.
Uno de los puntos más importantes es la integración del TransMilenio a esta vía, a la que se le instalarán 21 estaciones, a las que se les agregarán: 6 puentes vehiculares mixtos, intersecciones elevadas, deprimidos (8 en total), 13 puentes (3 con movilidad para biciusarios) nuevos, y la integración con la primera línea del Metro.
El proyecto permitirá la interconexión entre 10 localidades: Barrios Unidos, Chapinero, Engativá, Fontibón, Kennedy, Puente Aranda, Suba, Teusaquillo, Tunjuelito y Usaquén. Además, unirá cinco vías arteriales (NQS, Américas, Calle 26, Avenida Suba y la Carrera Séptima), reduciendo al menos en un 50 % los tiempos de desplazamiento, estima el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).
Si bien la obra tendría impactos importantes, también de las que tiene en jaque a la ciudad: desde el año pasado, cuando comenzó a ser intervenida, la movilidad en parte de las localidades que recorre es compleja.
El último reporte oficial de la obra da cuenta de que el avance es de aproximadamente el 20 %, y se proyecta que solo avance un 10 % más este año. Así las cosas, el IDU para el último año de la vigente administración, la obra que conecta a un 20 o 30 % de la ciudad tendrá un avance del 40 %.
La Alcaldía está apurando a los contratistas porque, según el cronograma, la primera entrega del proyecto se debe realizar antes de que finalice 2024. A partir de ese momento se irán recibiendo distintos tramos hasta su entrega total, a mediados del 2026. Una vez se abra la totalidad de la obra, seguirán por otros 5 años en trabajos de mantenimiento, los cuales deberán garantizar la vida útil de esta infraestructura.
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