El viernes 26 de agosto, el aeropuerto El Dorado anunció a través de sus redes sociales que el espacio del oratorio católico sería modificado en los próximos días y tendrá adecuaciones con el objetivo de llegar a ser un lugar para la reflexión natural de cualquier tipo de culto.
En su cuenta oficial de Twitter informó que este espacio será adecuado “como un espacio de culto y reflexión neutral. En donde serán bienvenidas todas las religiones”.
Por su parte, la senadora del Centro Democrático, Maria Fernanda Cabal, alertó en sus redes sociales a la comunidad católica sobre los posibles atropellos de la fe. “El nuevo ataque contra la Iglesia en Colombia viene disfrazado de inclusión, pero es otra estrategia de persecución y anulación. Invito a todos los católicos a unirse en oración, pero también alzando la voz ante los atropellos hasta que vuelvan a poner el oratorio en El Dorado”, fue su mensaje para las imágenes.
“La Iglesia ha sido perseguida por regímenes totalitarios en países como China, Cuba, Nicaragua, Venezuela y Chile. En Colombia la persecución ha sido lenta y soterrada”, señaló la congresista al inicio de su relato.
Entre líneas seguidas, Maria Fernanda realizó un recuento de episodios en los que la Iglesia vio atacada: “Recordemos cuando le suprimieron actualmente ‘Santa Fe’ de Bogotá y cambiaron el himno, o cuando prohibieron decir ‘misa’ en el centro de la capital durante la posesión de Petro a pesar de que la zona estaba abierta al público”.
“Recordemos cuando intentaron quitar los crucifijos del Congreso de la República, que, entre otras cosas, fue construido con la intención de que cada oficina mirara hacia alguna cúpula de una iglesia de la ciudad”, siguió la senadora del Centro Democrático.
Además, Cabal recordó el día en que la primera línea ingresó a la catedral en misa y los del Pacto Histórico celebraron esa supuesta manifestación cultural, a lo que pronunció que cuando “el Tribunal Superior de Cali ordenó al expresidente Iván Duque borrar un trino en el que manifestaba su devoción a la Virgen de Chiquinquirá”.
En cuánto a su declaración frente al nuevo Gobierno, Maria Fernanda aseguró que, “El nuevo ataque viene disfrazado de inclusión y fue el desmonte del oratorio del aeropuerto El Dorado, diariamente visitado por muchos viajeros para encomendarse a Dios. Ante la indignación de la Iglesia católica, Opain respondió que el lugar iba a ser adecuado para ser un espacio de reflexión neutral que no corresponda a ninguna religión”, afirmó.
“Eso suena muy bonito en la teoría, pero en la práctica significa persecución y anulación. Señores progresistas tiranos de las causas justas que se llenan la boca que somos un Estado laico. Es a Dios a quien intentan ofender”, sostuvo la opositora al gobierno de Petro.
Finalmente la senadora realizó un llamado a toda la feligresía católica: “Unidos todos los católicos en oración, pero también alzando la voz ante los atropellos. Así comienza y después cierran los templos. Encarcelan sacerdotes para que, una vez perdida la fe, solo haya esperanza en el régimen de turno. En la religión del Estado”.
Por su parte, el concesionario OPAIN, encargado de administrar, modernizar, expandir, operar, mantener y comercializar el Aeropuerto, dos días más tarde aclaró en un comunicado que las adecuaciones son “para ofrecer un mejor servicio que incluya a todos los viajeros y comunidad aeroportuaria”.
Además que “seguirá celebrando la eucaristía de la fe católica, como es costumbre, a las 11:00 a. m., todos los días. Las adecuaciones del oratorio de la Terminal 1 avanzan rápidamente y pronto estará nuevamente abierto al público como un espacio que acoge la diversidad religiosa acorde con el respeto de los derechos humanos fundamentales”, indicó OPAIN.
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