Hallan muertos a seis indígenas que fueron secuestrados hace nueve días en Sucumbios (Ñariño)

Los cuerpos sin vida de las víctimas evidencian signos de tortura. Señalan del crimen al grupo armado ilegal Comandos de Frontera

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En muchos pueblos de Arauca,
En muchos pueblos de Arauca, las pintadas de la guerrilla del ELN se intercalan en la fachada con las de las FARC, en una exhibición histórica de las insurgencias para dejar claro que aún están ahí, que nunca se han marchado. Fotografía de archivo. EFE/Ernesto Guzmán Jr.

Un nuevo hecho violencia enluta a los indígenas de Colombia, luego de que se confirmara que fueron hallados muertos seis de ellos tras permanecer desde el pasado 14 de agosto en poder, al parecer, del grupo armado al margen de la ley Comandos de Frontera que los retuvo ilegalmente en el corregimiento de Sucumbios del municipio de Ipiales (Nariño), en el suroccidente del país.

A través de un comunicado, que también publicó en su cuenta oficial de Twitter la senadora Aida Quilcué, la comunidad de Cofania informó que el lunes y martes de la semana pasada fueron hallados los cadáveres de las víctimas, que eran de la etnias Awa y Nasa, en las veredas de Santa Teresa y Primavera.

“El día 23 de agosto se nos informa la masacre de los seis indígenas secuestrados en el Bajo Putumayo (...) No se justifican estos hechos de violencia, peor aún cuando los cuerpos presenta (sic) torturas en todos sus cuerpo como un acto de generar miedo y temor”, informaron en la misiva.

Los fallecidos fueron identificados como Yobani Ortiz Cabezas, Bautista Ortiz, Manuel Anderson Villacorte Pascal, Jhon Fredy Villacorte Pascal, y los hermanos Humberto y Miguel Basto.

En el comunicado señalan que estos homicidios ocurrieron por la falta de protección en sus territorios por parte de las autoridades.

“Estos hechos anunciados que evidencian acciones de intimidación que constantemente indígenas y campesinos está (sic) recibiendo en medio de la ausencia de Estado y el silencio cómplice las fuerzas militares presentes en la zona y la reconfiguración de la disputa territorial que se agudiza al interior de las veredas en la región”, agregaron.

También solicitaron el apoyo y acompañamiento de la comunidad internacional, así como de los medios de comunicación ante el incremento de la violencia en su contra. Recordaron, además, que en sus comunidades tampoco han recibido apoyo de las autoridades locales y nacionales para mejorar sus condiciones den vida.

“Denunciamos la falta de inversión social en temas de vías, infraestructura y proyectos productivos nuestro corregimiento (sic) que ha generado la expansión de cultivos de ilícitos de coca, producto del olvido de nuestro corregimiento (...) por parte de la alcaldía municipal de Ipiales, gobernación de Nariño y el ex gobierno de Iván Duque”, denunciaron.

Finalmente, le exigieron a las autoridades que haya celeridad en las investigaciones para esclarecer el múltiple crimen de las mencionadas víctimas y que hagan presencia en su comunidad.

“Instalar un consejo de seguridad municipal inmediatamente para garantizar la protección individual y colectiva de los habitantes del corregimiento de cofania jardines de sucumbíos (sic). La defensoría del pueblo emita de forma inmediata unas alertas tempranas en aras de garantizar la protección individual y colectiva de las personas que vivimos”, concluyeron.

Y es que los indígenas en el país padecieron por los hechos violentos en contra de sus comunidades, donde aparte de este hallazgo en Sucumbios, se reportaron también dos masacres en Cumbal (Nariño) y Caldono (Cauca).

El primer hecho ocurrió el pasado sábado 26 de agosto entre los resguardos de Chiles y Mayasquer donde fueron ultimados por hombres armados Adriana del Rocío Guerrero Tarapuez, ex corregidora del resguardo de Panán, su pareja sentimental Stalin Emilson Calpa Tupue, y el comunero Diego Armando España, según denunció el Movimiento de Autoridades Indígenas de Colombia (AICO).

Mientras que en el municipio caucano las víctimas fueron tres jóvenes comuneros, integrantes de una misma familia, en el Resguardo de San Lorenzo.

El triple homicidio ocurrió el domingo, según la información que lograron establecer en el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), y las víctimas fueron un joven de 18 años, quien fue al primero al que ultimaron un grupo de hombres armados. Los asesinos posteriormente buscaron a su hermano, a quien también le quitaron la vida y finalmente asesinaron al primo del primer fallecido.

En el medio regional de noticias digitales Periódico Virtual informaron que los jóvenes fueron identificados como Jeferson Dizú Nené, su hermano Eduardo y su primo Jherson Andrés Nené Zety.

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