La semana pasada, la Policía Metropolitana de Bogotá capturó a tres hombres señalados de robar y abusar sexualmente de dos mujeres en la Autopista Norte de la capital. Las autoridades señalaron que estos sujetos esperaban a sus víctimas en un cambuche que habitaban en la autopista norte para luego atacarlas. Lo que sucedía impacto tanto a los ciudadanos que el sitio ya era conocido como ‘la guarida del terror’ en el sector.
Una de las víctimas contó, según mencionó El Tiempo, que al comienzo solo pensó que la robarían, por lo que no puso resistencia alguna para entregar sus cosas, pero cuando pensó que la aterradora escena iba a finalizar, todo empeoró:
“Primero comenzó a hablar de mi boca. Luego me obligó a practicarle sexo oral. Fue terrible”, además, del maltrato y el abuso, los delincuentes la grabaron.
En la misma escena había otra víctima, un hombre que estaba siendo torturado para que diera las claves de sus cuentas bancarias: “El muchacho decía varios números y ellos, los atracadores, lo amenazaban de muerte, le preguntaban de qué banco era y lo puyaban con un cuchillo”, contó la víctima.
La víctima repetía a las preguntas de los delincuentes, de forma desesperada, que poseía un millón y que solo tenía opción de hacer dos transacciones diarias. “Luego hizo lo mismo conmigo. Me dijo que si no dejaba de llorar, me iba a quitar un dedo”, anotó en su relató la mujer.
Al raro volvieron a atacar a la mujer y la amenazaron con no gritar ni llorar: “Me dijo que no fuera a gritar o me apuñalaba. En ese momento me abusó y volvió a grabarlo todo. Eso duró de tres a cinco minutos. Luego cogió una media y limpió mis partes íntimas”.
Así como este, se denunciaron dos casos, que levantaron las alarmas de las autoridades, quienes procedieron a buscar a los criminales. Sin embargo, al notar que los uniformados los estaban buscando, los hombres movieron sus operaciones hacia el sur de la ciudad, en el barrio Tunjuelito, donde también cometieron varios atracos a mano armada.
Días después, los sujetos mismos les dieron las pistas justas a la Policía para que lograran capturarlos, pues cayeron mientras cometían otro hurto de bicicletas con las mismas tácticas de siempre: intimidaban las víctimas, hurtaban dinero, joyas y los celulares. Al ser detenidos, se les encontró armas blancas y de fuego. “En poder de los investigados fueron encontradas un arma de fuego, una traumática y una cortopunzante”, detalló la Fiscalía General de la Nación.
El juez los condenó por los delitos de hurto calificado y agravado; utilización de menores para la comisión de delitos -puesto que huyeron del lugar en un vehículo conducido por un menor de edad- y porte ilegal de armas de fuego; pero ninguno aceptó cargos. Próximamente, a la acusación se añadirá su presunta participación en el abuso sexual de dos mujeres que estarían documentadas por el ente investigador.
“El material de prueba en poder de la Fiscalía evidenció que una de las víctimas que salió de trabajar y se dirigía a su residencia en bicicleta, observó luces en medio de una zona boscosa de donde, se cree, salieron los investigados. Con armas blancas, al parecer, sometieron a la mujer a quien le habrían hurtado la bicicleta, celular y dinero en efectivo. La víctima, habría sido sometida a todo tipo de vejámenes sexuales”, señaló un fiscal ante el juez de control de garantías.
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