A pesar de haber anunciado un cese al fuego y expresar su voluntad de negociar con el Gobierno de Gustavo Petro, los distintos grupos guerrilleros y paramilitares que operan en el país siguen atentando contra la población. Este último fin de semana de agosto se reportaron en todo el territorio nacional al menos tres asesinatos de activistas locales, una de un excombatiente y tres masacres.
Uno de los casos más preocupantes es la situación de seguridad que atraviesa Magdalena. Allí los paramilitares sostienen disputas por el control del territorio - tanto para la siembra de cultivos ilícitos como por las rutas de narcotráfico - y por eso los civiles terminan en medio del fuego o siendo blanco directo de amenazas.
La Plataforma de Defensores de Derechos Humanos, Activistas y Líderes Sociales, de la Sierra Nevada (PDHAL) denunció que el domingo 28 de agosto en la mañana fueron asesinados los periodistas locales Leiner Montero y Dilia Contreras. Horas más tarde reportaron el asesinato del líder Neiver Pertúz.
En Magdalena, especialmente en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, están operando las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidos como Clan del Golfo, y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (ACSN) también conocidos como Los Pachenca. La situación se ha vuelto crítica desde hace un mes y ya se reportan asesinatos, familias desplazadas y otras confinadas.
Por otro lado, en Barranquilla se reportó una masacre el domingo. En el barrio Montes fueron asesinados tres hombres: Jorge Eliécer Aguilar Quintero (54 años),
Carlos Julio Suárez Solano (68 años) y Ángel Mesías Alejandro (33 años). Ellos estaban en la puerta de un establecimiento público cuando sicarios que se movilizaban en moto les dispararon.
Aún no se sabe las razones del hecho y qué grupo estaría detrás, pero cabe recordar que la situación de orden público en Atlántico es crítica. Desde hace dos años se ha registrado la presencia de grupos narcoparamilitares que extorsionan y asesinan a comerciantes y conductores de buses. Entre los posibles victimarios figuran miembros ya sea de Los Rastrojos Costeños, Los Costeños o el Clan del Golfo.
La segunda masacre se presentó el viernes 26 de agosto en Cumbal (Nariño). El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) reportó que tres comuneros de los resguardos indígenas de Panán y Chiles, fueron asesinados en el trayecto que de Chiles conduce a Mayasquer, en una zona conocida como La Puerta.
En este hecho fue asesinada Adriana del Rocío Guerrero Tarapuez, quien era lideresa social de Cumbal. Durante el año pasado se desempeñó como inspectora de policía del resguardo de Panan, al que pertenecía.
Una tercera masacre tuvo lugar el sábado en Cúcuta (Norte de Santander) cuando cuatro hombres fueron asesinados hacia el medio día en el barrio Pueblo Nuevo. Hombres armados ingresaron a la zona y atacaron a las personas que se encontraban en un taller de carros. Aún se desconoce los responsables y los posibles motivos del ataque.
Todos estos hechos fueron rechazados por el presidente Petro, quien lamentó la muerte de los civiles y pidió que se respete el derecho a la vida. El mandatario le pidió al Ministerio de Defensa que se ocupe de los casos y a la Fiscalía General de la Nación que agilice las investigaciones.
“Le he pedido al ministro de Defensa garantizar la protección de la vida de los colombianos en todo el territorio. Colombia no puede ser el país de las masacres, esa historia de sangre debe quedar atrás”, escribió Petro en Twitter.
SEGUIR LEYENDO: