Este fin de semana, se conoció que el presidente Gustavo Petro tendrá su primera visita como jefe de Estado de Colombia. Lo hará el próximo lunes 29 en Perú en el marco de la edición 22 del Consejo Presidencial Andino. Tras el anunció, la W Radio conoció que el presidente dejó a cargo del gobierno la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, conocida por sus pensamientos afines con el chavismo.
Según señala la Constitución de 1991, cuando el mandatario sale debe quedar a cargo de sus funciones uno de los miembros de su gabinete, en este caso, la escogida fue Ramírez.
“Cuando el presidente de la República se traslade a territorio extranjero en ejercicio de su cargo, el ministro a quien corresponda, según el orden de precedencia legal, ejercerá bajo su propia responsabilidad las funciones constitucionales que el presidente le delegue, tanto aquellas que le son propias como las que ejerce en su calidad de jefe del Gobierno”, se lee en el artículo de la carta magna.
Recordemos que el nombramiento de la funcionaria en su momento fue fuertemente criticado, pues refuerza la idea de que el gobierno apoya de forma escogida el régimen venezolano, ya que la ministra es conocida en el mundo de la política por ser la dirigente del Partido Comunista Colombiano, además, ha opinado abiertamente a favor de este tipo de gobierno.
Incluso, en su momento, algunos usuarios en redes sociales recordaron la gran admiración que profesó Ramírez por Hugo Chávez. Esto lo hicieron compartieron videos en los que ella relata el funeral del fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y en los que exalta el legado de mandatarios de izquierda como él y Evo Morales.
“Ya quisiéramos nosotros que aquí estuvieran las ideas de Chávez, de Evo, de Rafael Correa y de todos los que están construyendo patrias soberanas e independientes”, se le oye decir en uno de los videos.
Además, de la polémica que suscitó sus posturas políticas del pasado, la funcionaria nacida en Filadelfia (Caldas) es docente de educación básica. De hecho, tiene una licenciatura en Física y Matemáticas de la Universidad Tecnológica de Pereira, una de las universidades públicas más importantes del departamento de Risaralda, en el Eje Cafetero.
Desde sus años universitarios militó entre los comunistas, luego de —según ella— conmoverse por la precariedad que el Estado ofrecía a la niñez más vulnerable. Tras vincularse al magisterio, Gloria Inés Ramírez se integró a la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), el sindicato de los docentes de las instituciones públicas de educación básica. En el año 2000 se convirtió en la primera presidenta mujer de esa colectividad.
En 2002, la docente se vinculó a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), hizo parte de su comité ejecutivo y estuvo muy cerca de presidirla, ya que obtuvo la votación más alta en las elecciones sindicales. No obstante, Carlos Rodríguez usurpó su lugar argumentando que “había un acuerdo” entre las directivas, según lo que él declaró para el diario El Tiempo.
En mayo de 2005, Ramírez fue postulada por el Partido Comunista —en ese entonces, integrantes del Polo Democrático— para lanzarse al Senado de la República. Se ganó la dignidad de senadora para el periodo 2006-2010, con 32.589 votos, y repitió en 2010-2014.
La iniciativa más famosa de Gloria Inés Ramírez, en su etapa de senadora, fue la Ley Rosa Elvira Cely, en la cual se tipificó el delito de feminicidio. También ayudó a crear la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer en el Congreso, impulsó el reconocimiento del trabajo del hogar no remunerado y lideró iniciativas como la de garantizar seguridad social en riesgos profesionales al sector de los trabajadores independientes.
Cabe recordar que la exsenadora también estuvo entre ojos por su supuesta relación con la hoy desmovilizada guerrilla de las FARC, en un acto de presión judicial en el que también estuvieron envueltos Wilson Borja, Jorge Enrique Robledo y Piedad Córdoba. Ramírez fue absuelta porque no se le pudo comprobar dicho nexo.
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