Exsenador Eduardo Pulgar, condenado por corrupción, fue trasladado a un batallón militar por amenazas a su seguridad

El exsenador cumplirá su condena de cuatro años por cohecho y tráfico de influencias.

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La defensa del exsenador Eduardo Pulgar solicitó su traslado a un batallón militar aludiendo amenazas en contra se su seguridad, algo que fue aceptado por una acción judicial.

El abogado del excongresista Eduardo Pulgar le ganó una tutela al Inpec y fue trasladado vía terrestre a su nueva reclusión.

Sobre la condena de Pulgar, el exsenador aceptó los cargos por lo que redujo su pena y pasó de 106 meses a cuatro años y 10 meses.

Además, la Corte lo había inhabilitó por 63 meses y 19 días para ejercer cargos públicos en el país. Sin embargo, con este fallo del Consejo de Estado, queda inhabilitado de por vida.

El fallo explicó que “Pulgar, en su condición de senador para la época de los hechos, utilizó indebidamente en favor de la familia Acosta, influencias ante el ministerio de Educación para beneficiarla en el trámite de la ratificación de la reforma de los estatutos de la Universidad Metropolitana, de acuerdo con las atribuciones legales y reglamentarias, y que le permitió finalmente a su grupo familiar tener el control y manejo de la entidad”.

El alto tribunal señaló que la conversación grabada por el mismo funcionario judicial, “dan cuenta de la propuesta del exsenador mediante sutiles afirmaciones de las que claramente se entiende el alcance del ofrecimiento y de sus pretensiones (...) la transcripción de la conversación pone al descubierto un claro ofrecimiento de dinero”, señalaron los magistrados.

Los hechos por los que fue llevado a la cárcel Eduardo Pulgar fueron denunciado por Daniel Coronell en una columna de Los Danieles, donde señaló que “el senado (...), es miembro del Partido de la U, y fue a hacer la vuelta para favorecer a su amigo Luis Fernando Acosta Osio, el líder de un grupo que con cuestionadas maniobras logró el control de la Universidad Metropolitana de Barranquilla y pretende quedarse también con la Fundación Acosta Bendeck y el Hospital Universitario Metropolitano. Las tres instituciones facturan 80.000 millones de pesos al año”.

La columna también señala cómo sucedió el soborno; Coronell cuenta que fue un día del año 2017 en ese entonces Eduardo Pulgar en su primer periodo como senador invitó a su casa al entonces juez municipal de Usiacurí, en el departamento de Atlántico, Andrés Rodríguez Cáez.

La reunión se dio bajo ciertas sospechas por parte del juez que decidió grabar el encuentro. Coronell en ese primera columna reveló parte del audio en el que se escucha al senador Pulgar hacer una propuesta:

“No joda, yo quiero apelar a ti para ver cómo me pueden ayudar ustedes, porque esto es un negocio. Esto es un negocio. Yo te digo la verdad... Esto es un negocio. Esto tiene que quedar entre nosotros tres porque los manes están preocupados. Es más, los manes me dicen: si hay que ir hasta allá, yo voy, pero lo ideal es que no vayan a decir nada”, dice Pulgar.

Regreso a La Picota

El pasado 5 de abril se dio traslado a la cárcel La Pico de Eduardo Pulgar luego de que el juez primero civil del Circuito de Soledad, Atlántico, rechazara la tutela interpuesta por Ana Ucrós, quien es la esposa del exsenador con la que trataba de evitar el traslado de reclusión que había sido dictado por el Ministerio de Justicia.

“No se vulnera el derecho fundamental invocado con el traslado del recluso, toda vez que el derecho fundamental principal invocado de la unión familiar se suple con las visitas virtuales”, señaló el juez el pasado 22 de marzo.

El cambio de sitio de reclusión de Pulgar se dio tras la polémica en la que está envuelto el Inpec por presuntamente estar entregando beneficios a ciertos reclusos. Se conoció que funcionarios de la entidad concedieron permisos irregulares al empresario Carlos Mattos y al abogado Diego Cadena, por lo que las autoridades sospechan que otros presos del país también están recibiendo tratos especiales. En el caso de Pulgar, es considerado un “presidiario VIP”.

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