Llegar a Cali es sentir el sutil aroma de la caña combinado el hervor del pavimento, una ciudad alegre impregnada de sonrisas y música que invita a bailar. A lo largo de la historia, la ‘Sucursal del Cielo’ ha sido estigmatizada por la misma indiferencia social generada en otros sectores.
Para el mes de agosto del año 2020, la ciudad estaba confinada por la pandemia del COVID-19, la alegría del oriente de Cali se encontraba escondida tras las puertas que permanecían vigilantes bajo el sol, los niños ya no corrían igual y las inhóspitas calles lucían olvidadas.
El barrio Llano Verde volvió a ser noticia el 11 de agosto de dicho año; cinco cuerpos fueron encontrados en un cañaduzal, algunos naturalizaron el hecho asumiendo que hacía parte de un caso más, sin embargo, se trataba de un grupo de joviales vidas que no volverían a brillar.
El dolor tocó la puerta
De manera sorpresiva, el portón de Ruby Cortés, Madre de Jair Cortés, sonó en reiteradas ocasiones; quizá por la cabeza de esta mujer pasó que ahí estaba esperando su hijo, no obstante, tras abrir se dio cuenta de que era otro menor que estaba preguntando por Jair.
- “Doña Ruby, ¿Jaircito no ha llegado del cañaduzal?”
Esa pregunta acabó con la espera y generó un amplio sentir de angustia, el cual se expandiría rápidamente entre los vecinos, pues no era solo Jair, había cuatro jóvenes de los cuales no se sabía su paradero.
“Apenas el niño pronunció esa palabra, me coloque la mano en la cabeza y armamos un bloque y nos dirigimos hacia el cañaduzal, nosotros no pensamos en ese momento que íbamos a necesitar linternas, que íbamos a colocarnos unas botas, de igual manera nosotros no nos imaginábamos lo que estaba pasando, emprendimos la búsqueda y se unieron muchas personas, nosotros no pensamos que todo esto iba a ser tan brutal”.
Cobarde crimen
Luego de conocer el documento judicial del análisis de la escena, suministrado por Jonathan Velásquez, abogado de varias víctimas del caso, se pudo establecer que los menores entraron al cañaduzal antes del medio día, aquí estaban comiendo caña y bañando en algunos charcos que se formaban en el terreno.
El documento judicial señala: “La secuencia de eventos, estructurando una línea de tiempo objetiva y lógica, permite concluir que la ventana de la muerte de los jóvenes se circunscribe a las 11:30 horas del 11-08-2020 y que el rango en el que se desplegaron las acciones en las que se dieron las muertes se cierra entre las 12:15 y las 14:00 horas de ese 11-08-2020″.
Los hombres ya tendrían todo premeditado, sin embargo, algunas hipótesis señalaban que los menores fueron acorralados hasta hacerlos llegar al lugar en que fueron ejecutados.
Leider Cárdenas Hurtado de 14 Años, Josmar Jean Paul Cruz Perlaza de 16 Años, Jair Andrés Cortes Castro de 14 Años, Luis Fernando Montaño Quiñones de 15 Años y Álvaro José Caicedo Silva de 15 Años, habrían sido golpeados presuntamente con un machete, según los familiares, pues en el momento de la autopsia se notaban unas marcas blancas que inicialmente fueron relacionadas con el sol, sin embargo, su particular color llamó la atención.
Hay varias hipótesis sobre uno de los menores, quien presentó una corte en la región del cuello, esta herida fue producida previo a su asesinato y habría sido contundente para provocar la muerte; los análisis indican que esto pudo ser producto del intento de defensa de la víctima o simplemente, un acto de tortura por parte de los criminales.
El común denominador de este atroz crimen son los tiros de gracias, pues los menores no habrían intentado huir y los especializas explican que en el lugar tuvo que haber al menos tres personas ejecutando la acción, fue los jóvenes a pesar de ser cinco, estaban en condición de indefensión, además de ser puestos de rodillas, teniendo en cuenta que los disparos entraron por la parte posterior de la cabeza y su orificio de salida fue la zona frontal.
El folio explica:
“Una vez bajo control se ejercen acciones de sometimiento de refuerzo que permiten al – los agresor (es) posicionar a las víctimas tal y como se encontraron dispuestas en la escena primaria, aquí todas ellas muestran que fueron alineadas y colocadas de rodillas, en franca indefensión, por la limitación propia que esta posición condiciona para la movilidad, sus miembros superiores en dirección cefálica y sus cabezas en flexión anterior, lo que facilitó acciones de disparo únicas en contra de segmentos específicos de la anatomía de cada uno de ellos -regiones parietales y occipitales”.
Esperanza de justicia
Los tres capturados hasta el momento son Juan Carlos Loaiza, Jefferson Marcial Ángulo y Gabriel Alejandro Bejarano, sin embargo, aún sigue la búsqueda del autor intelectual, de quien no se sabe ningún dato hasta el momento. Los presuntos criminales acordaron hablar y dar detalles sobre el caso, no obstante, tras varios meses en prisión, las madres siguen preguntando: ¿Quién los mató?.
Ruby Cortés aseguró:
“Cuando nos quitan nuestros seres queridos, lo primero que hacemos es callarnos, nos callamos, nos sentamos a llorar mantenemos intimidados, pero por el contrario, hay que seguir luchando, porque siempre y cuando sigamos callados, van a hacer con nosotros, con nuestros hijos, con estos seres queridos lo que ellos quieran y no se trata de eso, debemos seguir haciendo visible todo lo que ocurre en nuestro barrio, en nuestra comunidad, con nuestra familia, con nuestros vecinos, porque son nuestra gente y a nosotros nos debe doler nuestra gente, a las madres les debe doler nuestros hijos que parimos con tanto dolor, con tanto esfuerzo, para que nos arrebaten nuestros hijos, así no es justo”.
Tras la muerte de los cinco jóvenes, personas inescrupulosas intentaron manchar su nombre difundiendo información falsa acerca de un supuesto prontuario delictivo, esto quizá para justificar el crimen. Sin embargo, en la escena solo se encontró una botella de agua, unas gafas y el bagazo de la caña que ellos estaban comiendo.
El abogado Jonathan Velásquez, explicó que los capturados comparecieron y brindaron su testimonio sobre lo sucedido, afirmando que las versiones que apuntaban a los jóvenes sobre una supuesta acción ilegal eran falsas, pues estos únicamente estaba ingiriendo el fruto del cultivo plantado en la zona.
El jurista aclaró: “Hoy podemos demostrar y por lo confesado por Gabriel Bejarano, por Jefferson y por Juan Carlos en palabras de ellos, que esos muchachos estaban comiendo caña, no tenían ningún problema, no estaban haciendo ninguna actividad delictiva, y eso es muy importante que en todas las situaciones que se hagan en exposición de medios se aclare, hay que hacer esta salvedad para honrar la memoria de los niños”.
Denuncias apuntan a que en el terreno en donde se ejecutó el crimen, se llevaron a cabo invasiones hace algunos meses, a este lugar arribaron las autoridades para controlar el territorio y despejar la zona, sin embargo, nunca apareció el dueño a pesar de aparentar ser un terreno baldío. Tras dos años, las familias de las víctimas siguen exigiendo justicia, en medio de una región que debe resaltar por el talento, carisma de su gente y la importancia de la raza negra, y no, por las muertes que acaparan un segundo de atención y terminan en el olvido.
¿Quién los mató?
Este lamentable hecho marcó un hito desde la interpretación artística, pues importantes artistas del Pacífico Colombiano se reunieron con el fin de expresar su sentir, de transformar la tristeza en música y hacer en un alto en el camino en tributo a los jóvenes. Nidia Góngora, Alexis Play, Hendrix y el fallecido Junior Jein a través de Bombo Récords y el productor Cristhian Salgado elaboraron ¿Quién los mató?, producción que narra el acontecimiento y levanta una voz de protesta pidiendo justicia.
En exclusiva para Infobae Colombia, Nidia Góngora y Hendrix hablan sobre esta composición:
La letra del tema mueve fibras y transforma sentimientos, esta obra también fue utilizada en el paro nacional, haciendo un llamado a las autoridades para esclarecer el paradero de los manifestantes que fallecieron tras salir a las calles a ejercer el libre derecho a la protesta.
SEGUIR LEYENDO: