“Quiero empezar por decirles que cuando hablamos de verdades no tenemos ninguna pretensión de haber presentado LA (con mayúscula) verdad de Colombia. No. Es solo una contribución hecha por un grupo que ha tratado seriamente de encontrar la verdad”, dijo el padre Francisco de Roux durante la presentación del Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad —CEV— en la Universidad Militar Nueva Granada.
En el encuentro llevado a cabo el jueves 25 de agosto, el sacerdote jesuita realizó su introducción mencionando varias cifras de afectaciones a loa militares durante el conflicto armado. De acuerdo con testimonios directos de la institucionalidad, hubo 402.223 integrantes de las Fuerzas Militares víctimas directas de la guerra interna en Colombia. Además, recordó que más de 47.000 policías, integrantes del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea muertos en combates con agentes ilegales.
En ese sentido, recordó en el auditorio del claustro que congregó a soldados, policías y líderes de colectivos de víctimas, que más de 100 mil jóvenes (entre guerrilleros, agentes del Estado y paramilitares) fueron asesinados en medio del conflicto; y afirmó que “en los esfuerzos de la Comisión encontramos que son cerca de 7.000 los militares desaparecidos”.
En ese punto, dijo que quienes fueron retenidos por guerrillas como las extintas Farc o el ELN no se deben considerar como “prisioneros de guerra”, sino que fueron “secuestrados en la selva y que nunca se volvió a saber de ellos en absoluto” y dentro del trabajo de recolección de datos y testimonios para construir el informe, agradeció el trabajo del general Alfonso Vaca, egresado justamente de aquella academia.
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En su presentación, de Roux también recalcó que les fueron hurtadas a soldados campesinos más de 400 mil hectáreas y explicó cómo fue la dinámica ejercida por grupos ilegales para el despojo. “(...) Porque la guerrilla expulsaba de los territorios a las familias de soldados campesinos de sus pequeñas veredas y finquitas. Pero esto pasó en multitudes aterradoras: estamos hablando de ocho millones de desplazados”.
Por otra parte, en las intervenciones de los asistentes, el general (r) Ricardo Rubiano, actual funcionario de la universidad, le manifestó varias observaciones al presidente de la CEV, y una de ellas estuvo relacionada con la presentación de este histórico documento en los colegios y universidades del país, reprochando que se va a exponer en las mallas curriculares pese a no contener una verdad absoluta sobre el conflicto.
“Considero que es algo que habría que mirar con mucho cuidado”, manifestó el militar retirado. En respuesta, el padre de Roux aclaró que no se llevarán cartillas a las escuelas y mucho menos se han hecho, y aunque reconoció los pronunciamientos de otros actores sociales y sus intenciones de hacer este tipo de material pedagógico, confesó que sí quiere que la discusión sobre la verdad se extienda para que haya más contribuciones a la misma.
También recordó que el próximo 27 de agosto esta entidad se acabará y, en ese sentido, el sacerdote dejará de ser el presidente de la CEV.
“Sería gravísimo, al ser nosotros una institución de Estado, que en Colombia hubiera una sola vedad de Estado. Esa sí que sería una dictadura. Somos ciudadanos buscando lo que pasó en este país y estamos abiertos a eso”, reiteró de Roux.
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