Uno de los temas más sonados en los últimos días es la política antidrogas del gobierno de Gustavo Petro, que buscará alternativas a lo punitivo para hacerle frente a este flagelo en el país. La propuesta del presidente de la República recibió el espaldarazo de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Durante la última rueda de prensa en ese cargo, que entregará el próximo 31 de agosto, la expresidenta de Chile resaltó que la protección de los derechos humanos debe ser lo primordial.
Por eso, celebró que en el gobierno de Petro se esté buscando pasar de “un enfoque punitivo a un enfoque más social y de salud pública”, respecto a la política de lucha contra las drogas.
La alta comisionada de la ONE resaltó que esta transición que se daría en Colombia sería clave para atacar de manera óptima una de las “causas profundas de la violencia en Colombia”, que es el narcotráfico.
Además, resaltó que las alternativas que plantea el presidente Gustavo Petro en la lucha contra las drogas “podría ser fundamental para proteger mejor los derechos de los campesinos, las comunidades indígenas y afrocolombianas y las personas que consumen drogas, tanto en Colombia como a nivel mundial”.
Sobre este tema recordó que desde la ONU se ha trabajado, de manera global, por una política de drogas con enfoque de derechos humanos; sin embargo, añadió que en esa labor se ha encontrado en algunos países falta de voluntad política para tomar las medidas necesarias.
“La voluntad política es clave, y donde hay voluntad, hay un camino”, recalcó la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
En ese mismo sentido, Michelle Bachelet reconoció que gobernar no es una labor fácil y recordó que lo hacecho dos veces en su país, Chile. Pero también afirmó que “gobernar se trata de priorizar, y los derechos humanos siempre deben ser una prioridad”.
La lucha antidrogas como se conoce, fracasó, según Petro
Desde su poseción como presidente de Colombia, Gustavo Petro puso sobre la mesa la modificación de la política antidrogas señalando que el modelo que se conoce, a nivel global, ha fracasado.
“La paz es posible si se cambia por ejemplo, la política contra las drogas, vista como una guerra, llamada la guerra contra las drogas, con una política fuerte contra el consumo en las sociedades desarrolladas”, manifestó el mandatario en pasado 7 de agosto.
Según proclamó, para combatir la guerra contra las drogas se debe crear una nueva convención internacional que acepte el fracaso de la lucha.
“En una nueva convención internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado rotundamente, que ha dejado a un millón de latinoamericanos asesinados, la mayoría asesinados durante estos últimos cuarenta años y que deja 70 mil norteamericanos muertos por sobredosis cada año por drogas que ninguna se produce en América Latina”, declaró Gustavo Petro.
Ante las dudas y fuertes críticas que ha recibido la propuesta de Petro, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, hace un par de días aclaró algunos puntos de este cambio que se pretende, entre esos, el de la supuesta legalización de la cocaína, algo totalmente falso.
El ministro Osuna insistió en que la idea que ha planteado el presidente Petro tiene que ver con un cambio de visión y una regulación, en la que la lucha contra las mafias que perjudican al país siga siendo fuerte, pero en la que haya una parte que tenga en cuenta la salud pública de los colombianos adictos. Es decir, una política antidrogas en la que se considere a los consumidores y a los campesinos cultivadores.
“Se va a intentar centrar la persecución, el aparato de Policía y de jueces del Estado en las estructuras de narcotráfico, de mafias, de lavado de activos y se va a enfocar hacia la salud pública y la supervivencia económica para los consumidores y para los campesinos cultivadores”, explicó Osuna a críticos del gobierno y personas que confundieron la información que se ha dado por parte del Estado.
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