La familia del arquitecto Carlos Alberto Cano Domínguez, de 62 años, lleva tres semanas esperando noticias de su ser querido, luego de que saliera el pasado 6 de agosto hacia el municipio de San Pedro de los Milagros, en el norte del departamento de Antioquia, desde su residencia en Medellín. No obstante, este sigue desaparecido y por el momento tienen más preguntas que respuestas.
Sus familiares aseguran que Cano Domínguez había salido con un amigo suyo porque posiblemente le iba a salir un trabajo, así que se quedaría en el lugar para averiguar más detalles. Aunque, según reportó la emisora RCN Radio, esta actitud les resultó sospechosa porque el hombre se gana la vida como freelance y no necesita desplazarse para desempeñar sus funciones. Su hermano, Enrique Páez Domínguez, confesó que aún no saben si Cano llegó a San Pedro de los Milagros o si nunca salió de la capital antioqueña.
“Digamos que empezamos el proceso mal, porque lo empezamos como si él sí estuviera desaparecido varios días en San Pedro de los Milagros, pero a la final nunca supimos si sí llegó a allá o no. Entonces la fiscal nos dijo que empezamos mal, porque él dice aquí, dice acá, pero no dice dónde. Sabemos que lo recogió un carro, pero no sabemos para dónde se lo llevó”, detalló el familiar.
El jueves siguiente al viaje de Cano, la familia recibió un mensaje de WhatsApp en el que decía que el arquitecto había atropellado a un motociclista que, casualmente, era comandante de un grupo armado. El arreglo al que llegaron implicaba que él pagara seis millones de pesos, el costo de los daños del vehículo. Por supuesto, los familiares son conscientes de que este pretexto es frecuentemente utilizado para hacer extorsiones.
Sin embargo, dado que habían pasado cuatro días desde la última vez que recibieron noticias de su ser querido, Páez trató de seguir la conversación para conseguir información de Carlos Alberto. Incluso solicitó una videollamada. En esa comunicación le dijeron que consignara el dinero, pero no vio a su familiar.
Por otro lado, la familia supo que Carlos habría autorizado a alguien para que recogiera su vehículo en su lugar de residencia, en la zona centro occidental de Medellín. Por ello, analizarán las grabaciones de las cámaras de seguridad para saber quién pasó por el vehículo y qué tan probable es que el desaparecido nunca haya abandonado la ciudad.
El hermano de Cano confiesa que ha perdido la fe de encontrar a su familiar con vida, pero quieren saber qué le pasó. “Ya nosotros pensamos nada realmente bueno, nosotros en estos momentos estamos pensando que nuestro hermano está muerto, que no está retenido, no está secuestrado”, dijo.
En redes sociales se han conocido en los últimos días diversas historias de la modalidad falso servicio, en la que solicitan a profesionales de distintas áreas del conocimiento asistir a zonas rurales para cotizar trabajos o para ejecutarlos y allí son extorsionados o piden sumas de dinero a las empresas y familias. Presumen que Carlos sería uno de estos casos.
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