Timochenko, antiguo comandante de las Farc, se ofreció a dialogar con grupos derivados del paramilitarismo

A través de un tuit, con una carta adjunta, el ahora senador del partido Comunes Rodrigo Londoño le pidió a estos grupos que le den un “guiño” al Gobierno para sentarse a dialogar en búsqueda de la paz

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Rodrigo Londoño, el último comandante
Rodrigo Londoño, el último comandante de las FARC, en una fotografía de archivo. EFE/Carlos Ortega

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha manifestado su intensión de dialogar con los grupos armados ilegales en el país con el fin de llegar a una paz duradera en el territorio nacional, que se ha hecho llamare “paz total”; partidos como Comunes, quienes llegaron a la política gracias a los Acuerdos de la Habana, apoyan esta propuesta del nuevo jefe de Estado.

Recientemente, el senador Rodrigo Londoño, a través de un trino que contiene una imagen de una carta, pide a los grupos derivados del paramilitarismo que acojan a la justicia y así dar un “guiño” al Gobierno Nacional, en este tema encabezado por Danilo Rueda, alto comisionado para la Paz; y así sentarse a dialogar con el fin de llegar a concertaciones que permitan el desmonte de estas estructuras delincuenciales.

El trino que da introducción a la carta dice: ”El paramilitarismo fue nuestro enemigo acérrimo. Hoy, lejos de la guerra y convencidos de la urgencia de reconciliar al país, les extendemos nuestra mano. Compatriotas, es momento de la paz”.

La misiva empieza con una cita de Nelson Mandela que dice: “Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero“.

Londoño señala que el conflicto armado a derramado la sangre de los hijos e hijas de la patria, pero parece que con el cambio hay una esperanza de “desterrar” el conflicto en el país.

“La historia de Colombia podría narrarse como un largo y doloroso devenir de guerras estériles y fratricidas, donde los muertos han sido todos hijos e hijas de una misma patria. Esa historia, que parecía no tener otro destino que el desangramiento del pueblo colombiano. comienza a cambiar de rumbo para desterrar definitivamente la violencia de nuestro país”, señala la carta.

Londoño señala que la creación del paramilitarismo se dio en medio de una “política de odio” y que esas mismas elites terminaron traicionando a estos grupos.

“El paramilitarismo y sus organizaciones sucesoras fueron producto de una decisión política del Estado y de las élites regionales embebidas de odio. Su perpetuación ha sido también política de Estado que. por acción u omisión. generó las condiciones para la pervivencia de sus ilícitas actividades. Y fue ese mismo Estado el que en pasados gobiernos los traicionó y los condenó a mantenerse en la ilegalidad”, dice.

El senador de Comunes continua su escrito señalando que el Acuerdo de Paz en la Habana y el anhelo cambio de la ciudadanía desembocó en un cambio institucional que -para él- los llevará a una paz donde los integrantes de estas estructuras (derivadas del paramilitarismo) tienen cabida.

“El Acuerdo de Paz firmado entre las extintas FARC-EP y el Estado colombiano desató un torrente de fuerzas sociales que son indetenibles. Es evidente la cualificación política de la ciudadanía y el cambio institucional producido por el anhelo patrio de la paz con justicia social. Esa paz anhelada será una realidad y en ella debe haber sitio para ustedes — las fuerzas sucesoras del paramilitarismo. El camino a seguir está dado por su acogimiento a la justicia, que debe ser transitoria, restaurativa y con aporte pleno de verdad. Ya lo dijo en días pasados el Alto Comisionado para la Paz, doctor Danilo Rueda: ‘sólo hace falta un guiño [de ustedes] para sentarnos a dialogar’”.

Londoño finaliza que las extintas Farc y los paramilitares, como las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), fueron enemigos “acérrimos”, pero ahora desde la legalidad, y lejos de las armas “extienden su mano” con el fin silenciar los fusiles.

“Por años las extintas FARC-EP combatimos férreamente al fenómeno paramilitar, fueron nuestros enemigos a muerte. Hoy como firmantes de paz. lejos de la lógica de la guerra y convencidos de la urgencia de reconciliar esta patria adolorida, les extendemos la mano para trabajar por el silencio definitivo de sus fusiles. Compatriotas. es momento de la paz. Con mi sincera deferencia y vocación de constructor de paz”, finaliza el escrito.

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