En 2017, el expresidente Álvaro Uribe publicó en su cuenta de Twitter un mensaje contra el entonces jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, Iván Velásquez. En él, celebraba la decisión de ese país centroamericano de expulsar al actual ministro de Defensa del gobierno del presidente Gustavo Petro.
“Comprensible la decisión de Guatemala de expulsar a Iván Velásquez acusado de ofrecer dádivas a presos para acusar inocentes” señaló el también exsenador y líder del Centro Democrático el 27 de agosto de ese año. En otros de los mensajes que aún permanecen en su perfil oficial, el exmandatario indicó que Velásquez tenía afinidades de izquierda y afinidad con personas asociadas a las extintas Farc.
“Él fallaba de acuerdo con (sic) para absolver a sus amigos y condenar a sus enemigos. Era afecto a unas personas que tienen una política de impunidad al grupo terroristas Farc” indicó en su momento Uribe Vélez a medios de ese país. Incluso había aseverado en esas mismas entrevistas que fue a cárceles guatemaltecas a ofrecerle beneficios económicos a cambio de que fueran condenados quienes eran sus enemigos así fueran inocentes.
Por dichas aseveraciones, el ahora minDefensa radicó una denuncia contra el exmandatario ante la Corte Suprema de Justicia por los delitos de injuria y calumnia. En 2018, las dos partes fueron citadas a audiencias de conciliación en las cuales no se llegó a ningún acuerdo.
Sumado a eso, el martes 23 de agosto la Fiscalía General de la Nación determinó que, pese a los trinos, no hay méritos para investigar al actual procesado ante el mismo tribunal por presuntos nexos con el paramilitarismo, pesquisa en la cual también es indagado el exrepresentante a la Cámara, Álvaro Hernán Prada.
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De acuerdo con el ente acusador, “como los tuits previamente analizados y las declaraciones otorgadas a medios guatemaltecos, no constituyen una afrenta contra los derechos a la honra y el buen nombre del querellante, las conductas atribuidas al ex Presidente Álvaro Uribe Vélez devienen atípicas objetivamente” con lo cual determinó archivar esta diligencia en contra del exsenador de acuerdo con el artículo 79 de la Ley 906 de 2004.
Para la fiscal del caso, no hubo ninguna injuria ni calumnia del expresidente porque solo expresó sus opiniones personales. De hecho, en una entrevista entregada a un medio de comunicación colombiano, Uribe indicó que Velásquez debió ser expulsado de Guatemala por su “militancia proterrorismo guerrillero” que era contraria con su discurso anticorrupción profesado en ese país.
En ese orden, la fiscal delegada afirmó que aquella opinión corresponde más “a la lucha ideológica que sostienen. De manera que no se atribuye clara, concreta y categóricamente la comisión de una conducta punible” y agregó que ello se basa en un “reproche reiterado” sobre las posturas ideológicas del ahora funcionario del gobierno Petro y que eso no supone un hecho delictivo.
Sin embargo, el auto emitido el martes sostiene que, de encontrar más evidencia que compruebe la existencia de un delito de Uribe contra el jefe de la cartera de Defensa, podría revisarse de nuevo el caso. Cabe indicar que la génesis de esta enemistad entre ambas figuras ocurrió cuando Iván Velásquez fue director Regional de Fiscalías en Medellín entre 1997 y 1999. Desde ese momento hizo un avance en las investigaciones con los grupos de autodefensas y halló alrededor de 40 empresas vinculadas a estas organizaciones.
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